La Mirada De Un Asesino

Capítulo 25:propuestas y consecuencias

Narra Keira
Él simplemente sonrió, me senté en mi cama para oír su propuesta, luego me tiro hacia atrás, se puso encima de mí y me dijo —quiero que me ayudes a vigilar a Anaís y Fred, y disfrazar te de mi mañana en la escuela, cuando Anaís, Fred y ***** estén juntos —aún estando en esa posición conmigo, estaba tranquilo

—esta bien y ¿sabes dónde esta Tim? —le pregunté. —sé que él sabía en donde estaba y todo lo que le ha hecho pero por lo menos sabré sí sigue vivo

—claro que sé donde esta, pero no te preocupes esta bien y sabes no entiendo porque Gab te dejo ir, sí eres muy hermosa y más —dijo. —me miró fijamente

—pues al parecer creo que nunca me valoró y pensaba en ella —dije. —quería olvidar todo eso, sin embargo él apareció de la nada y me lo vuelve a recordar

—tranquila, ya todo estará bien porque yo estoy contigo y nunca te dejaré —mencionó. —finalmente había perdido la tranquilidad

—bueno... ¿Y ahora que? —le pregunté. —se me hacía extraño que me pidiera ayuda, de seguro algo trama y más sin embargo debo de estar en un lado

—cierra tus ojos y sabrás distinguir sí fue un sueño o no —dijo. —él seguía estando feliz y era muy raro y más siendo un asesino

Cerré mis ojos por unos segundos hasta que los abrí y él se había ido, había tantas cosas que aún no lograba entender de lo que ha sucedido, pero tengo una ventaja sobre los otros chicos... Soy aliada del asesino.

Narra el asesino
Después de mi cita con Anaís regresé a mi casa, no había nadie y eso era genial en cierto modo, subí a mi cuarto, ahí estaba él viéndome de una manera extraña y le pregunte —¿qué te pasa? Estas muy extraño —él era bipolar y no me agradaba que se molestará, porque era lo peor

—por lo que veo están tan feliz, ¿verdad? Quien diría que eres su amigo, porque parece que eres más que eso —dijo. —sólo tenía una sonrisa en su cara, aunque sabia que era sarcasmo

—sí, pero estuvo muy aburrido en cierto momento y aún no has contestado mi pregunta —mencioné. —mis suposiciones era ciertas, estaba enojado conmigo y creó que ya se porque

—¡eres un maldito imbécil! ¿Porque tienes que salir con ella? Tú sabes que tengo una relación con Anaís y ahora tienes que interferir con tu maldita amistad hipócrita —dijo. —estaba enojado y en su mano tenía una pistola, esperó que no llegue al punto de usarla

—ella sólo me invitó a cenar para compensar su falta de actitud conmigo y además yo no le intereso para una relación amorosa, sólo me ve como un hermano —dije. —necesitaba salvar mi pellejo antes de que él me tratará de lastimar

—ja, ja, ja. Hermano... Eso me recuerda al nuestro que Asesinaste a sangre fría... Fue tan divertido verte hacer eso y supongo que Anaís ya sabe lo que hiciste, ¿verdad? —ironizó. —ese imbécil me quería sacar de mis casillas, pero no lo lograba aún

—ya ni me hables de Daniel, ambos sabemos que me humilló al punto de llevarme a la muerte y se lo merecía el maldito. Lo otro no le he dicho nada a Anaís sobre mi pasado... A lo mejor se aleja de mi para siempre y a ti creó que te odiaría más que a mí —dije. —odiaba recordar ese momento de que me convertí en un monstruo

—tienes razón en todo lo que dices... Pero no te preocupes más por lo que te dije, sólo estaba molesto y no te haré nada porque eres mi hermano —respondió. —ya estaba más calmado, alzó el arma y se fue a su habitación.

Trataba de estar tranquilo después de todo lo que pasó con él y haciéndome saber que esta celoso de mí, no era nada bueno. La voz me preguntó —¿ahora porque discutieron? Ustedes dos parecen perros y gatos —nunca le agradaba que yo y él peleamos mucho

—pues de sus celos que tiene hacia mí, por haber salido con Anaís —dije. —ya estaba muy fastidiado de todo esto

—da igual y ¿como estas de tu mente? —volvió a preguntarme. —era raro que me preguntara eso

—bien en varios sentidos  aguantando a él y su bipolar actitud y nada más —dije. —me encontraba buscando un buen libro para leer

—¿que pasaría sí él le dice la verdad a Anaís? —dijo. —sabía que por eso estaba intranquilo al verme discutir con él

—no creó que sea tan estúpido para decirle la verdad, porque sabes las consecuencias que tendrá —le advertí. —no quería que ese imbécil arruinara mi nueva vida, sólo porque nadie lo quiere

—aún así debes tener cuidado con él, nunca sabrás de lo que es capaz por amor —me advirtió la voz. —finalmente estábamos de acuerdo en algo y tenía mucha razón.



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En el texto hay: venganza y mentiras, odio, muerte

Editado: 13.01.2020

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