Narra Anaís
Seguía atónita antes la horrible escena, la detective Lorely había muerto y yo soy la única persona que vio todo. Después de unos minutos vino la policía, me hicieron preguntas, me revisaron los paramedicos y sólo me dejaron ir... No podía dejar de llorar y en mi mente sólo pensaba esa horrible momento, luego recibí una llamada era Fred y dijo —hola Anaís ¿como estas? —se oía tan preocupado por mi
—tengo miedo, Fred de que él me asesine al igual que a Gab, Tim y la detective... Al parecer todo lo tiene calculado y está dispuesto a ganar a toda costa —dije. —realmente deseaba hablar con alguien
—la detective ¿murió? Ese maldito esta terminando con todo, deberías tener mucho cuidado con él —me advirtió. —se oía tan preocupado por mi
—lo se, pero por ahora tengo cosas que hacer ¿quieres acompañarme? Eres la única persona en quien confío —dije. —seguía mirando a todos lados por si él venía por mí
—claro que sí, no te dejare sola ante todo esto —dijo Fred. —yo sólo tenía una leve sonrisa
—nos vemos en 20 minutos en mi casa y ten cuidado —indique. —iba aprovechar para ir a la dirección que me dio la detective
—esta bien, nos vemos Anaís —dijo. —solo colgué, ya me sentía más tranquila
Necesitaba analizar los últimos hechos que han ocurrido al igual de lo que la detective sabía sobre él, además como era posible que supiera donde íbamos a estar yo y la detective, porque no quiere que alguien sepa sobre el secreto de *****, esa es el problema de todo.
Narra el asesino (capítulo especial)
Después de asesinar a la detective, regrese a casa ahí estaba ***** al parecer estaba muy molesto y eso era mi culpa porque termine con todo lo que tenía, entonces lo saludé —hola ¿como estás? ¿estas enojado conmigo? —lo bueno que sólo estaba leyendo un libro y no tenía un arma en sus manos
—vaya, vaya... Todavía tienes el descaro de hablar me, después de todo lo que me hiciste querido hermano —dijo. —definitivamente estaba enojado
—no quería hacerlo, pero todos debían conocer al monstruo que eres y qué ocultas con tu apariencia de un buen chico —dije. —trataba de disculparme con él, pero era difícil
—¡NO SOY UN MONSTRUO! El único eres tú, por eso mamá y papá no te quieren —grito. —aventó su libro hacía la pared
—el único que jamás van a querer es a ti y si me disculpas tengo algo que hacer... Divierte te sólo —dije. —tenia una gran sonrisa en mi cara, aunque era hipocresía pero era divertido hacerlo enojar.
Narra el asesino
Luego de la plática que tuve con él, decidí caminar un poco por la cuidad todos me miraban y yo trataba de no sentirme intimidado, hasta que me tope con Anaís. Yo no le presté mucha atención, hasta que ella me saludó cordialmente —hola, ¿como estas? —pensaba que era falso que me hablaba, seguí caminando hasta que se me puso en frente
—lo siento, es que estoy algo distraído —dije. —era extraño que me volviera hablar después de lo que pasó entre nosotros
—necesito hablar contigo sobre tu secreto —dijo. —por su cambio de comportamiento creó que él asesinó la detective y debe de pensar que yo sé lo que busca
—bien... Hay que hablar —conteste. —estaba decidido decirle lo que quería saber, pero no la verdad.
Narra Keira
Era de noche, había tenido un día algo ocupado y hoy vería al asesino. Ya en mi cuarto ahí estaba una chica con vestido rojo, su pelo era castaño, tenía una máscara de color blanco y sólo resaltaban sus ojos azules, me era extraño que estuviera aquí y le pregunté —¿quien eres? —estaba nerviosa y por si las dudas tenía una navaja en mi suéter
—digamos que soy una representante de tu querido amigo y hemos venido por nuestro pago —contesto. —era muy inexpresiva al igual que él, pero aún no entendía a que se refería con eso
—¿hemos? A caso hay alguien más aquí —dije. —apenas iba a sacar la navaja, cuando alguien me sujeto con sus brazos de forma brusca y me puso un trapo con cloroformo, trataba de resistir pero no pude y fue lo último que vi.
No sabía cuánto tiempo había pasado, pero ya podía abrir mis ojos, estaba en un cuarto, amarrada de pies y manos, vi a Tim por lo menos aún seguía vivo, ahí estaba el asesino y le dije —¡eres un imbécil! Has traicionado mi confianza —estaba enojada con el
—yo nunca hice nada, además alguien de nosotros es el verdadero monstruo y hay que terminar con él, antes de que nos asesine —dijo. —era extraño oírlo hablar de esa manera y ya no lograba entender nada
—¿de quien demonios me estás hablando? —dije. —este tipo ya me estaba cayendo mal
Editado: 13.01.2020