La Mirada De Un Asesino

capítulo 8: Mi Llegada a Starling parte 6: crisis familiar

- te es divertido verme de esta forma -mencione sin mucho ánimo

- no, además no me agrada que las personas te odien por lo que hiciste - dijo en su defensa la voz

-¿porqué diablos dices que algo esta mal conmigo? -le volví a preguntar, exigiéndole una respuesta

- aún no llegas a esa parte oculta de tu personalidad y es mejor que sigas siendo buena persona -contesto algo nervioso

- no entiendo porque sigues con lo mismo sin darme una respuesta -recalqué nuevamente

- No puedo darte esa respuesta, no sería capaz de hacerte daño otra vez -me dejo en claro la voz

- ¿más daño? -pregunté muy sorprendido

- Sí, ya de por si tienes problemas sociales y mentales, no quiero empeorar más tu situación -contestó a mi pregunta

- ¡Empeorar mi situación! Por dios santo, mi vida tu la empeoraste y dices que tratarme de manipular no es nada comparando a lo que me escondes -dije muy sorprendido y algo desubicado, porque lo que hizo ahora no era nada, jamás entenderé mi propia mentalidad

- no te exaltes, querido sólo trata de ser bueno y nada más -me aconsejó tranquilamente la voz

- bien... Seré bueno -conteste sin mucho opción

- genial, ahora trata de ser normal -mencionó

Yo sólo ignoré la voz y seguí acomodando las cosas. Había pasado una semana desde que ya no iba a la escuela, todo estaba demasiado tranquilo aunque con mis padres no estaba nada bien; al parecer seguían peleando por mis problemas, sin embargo trataba de comportarme normal cuando estaba enfrente de ellos pero me era imposible en ciertas ocasiones ser algo hermético. Hoy me tocaba ir con mi psicólogo -no se preocupen ya he ido varias veces, así que estoy en tratamiento. Ya en el consultorio, el psicólogo me preguntó -¿cómo has estado?

- Bien, sin algún problema -respondí algo contento

- ¿te ha afectado no ir a la escuela en tu rutina normal? -volvió a pregunta me

- En algo, pero trato de no acostumbrarme a estar en mi casa todo el día sin salir -dije

- me alegra que trates de acostumbrarte a ese cambio en tu vida, sin embargo no asimilas el hecho que tengas que estar encerrado en tu habitación todo el día -me comento el psicólogo mientras leía sus notas sobre mi

- ¿por que dice eso? -le pregunté

- pues tu quieres fingir que todo esta bien en tu vida, pero no lo es tratas de ocultar más información de ciertos aspectos no relevantes en tu vida -comentó el psicólogo

-no es cierto eso, le he contado todo -le aseguré

- dejaré que me omitas esa información, pero algún día me dirás todo lo que ocultas - dijo el psicólogo tan seguro de sí mismo

- bueno, algo más que quiera preguntarme - mencione con una sonrisa en mi cara

- ¿como va tu relación con tus padres? -dijo

- con mi madre han mejorado las cosas un poco, sin embargo todavía le falta más acercamiento hacia mí en todos los aspectos y mi padre me odia a morir, me insulta cuando puede y me amenaza con no dejarme salir de mi cuarto -le respondí fácilmente

- ¿no tienes algo obsesión sobre algo o alguien en específico? - dijo

- no y ¿por que me pregunta eso? - le pregunté con tanta curiosidad

- las personas que son como tú, suelen desarrollar manías muy extrañas que son capaces de obsesionarse demasiado, que pueden llegar a matar sólo por eso -me explicó el psicólogo

- Vaya, es interesante saber algo más sobre mi enfermedad - comente algo sorprendido

- me alegra que lo tomes de esa manera, pero necesito que me cuentes algo más sobre lo que te dice la voz -mencionó

- De hecho hace rato la voz me dijo que fuera buena persona -le mencioné algo preocupado

- ¿por que te lo reiteró? -volvió a preguntarme

- No lo sé, sólo me dijo que siguiera igual -respondí

- Tal vez sabe algo de tu lado psicópata -menciono

- Puede ser, pero no quiere que me vuelva malo y eso hace que tenga tanta curiosidad sobre lo que me esconde -dije

- Sólo sigue su juego y listo -me aconsejó el psicólogo

- Bien... Creó que es todo lo que le contaré -mencione ya más tranquilo

- Nos vemos hasta otro día - se despidió el psicólogo

- Adiós - conteste.

Salí del consultorio, estaba algo más relajado al a verle contado todo al psicólogo, pero sentía que algo estaba mal en mí. No es mi enfermedad sino otra cosa que le molestaba a mi alma, pero bueno trataba de no toparme con ninguna persona de la cuidad sin embargo no era posible, todos me observaban y murmuraban sobre mi, yo sólo seguía mi camino hacia casa. Antes de llegar a casa unos tipos se acercaron a mí y uno de ellos me dijo - ¡esto es un asalto! Danos tu dinero -mientras me amenazaba con un cuchillo en mi cara

- no creen que sí tuviera dinero estaría caminando como si nada y trajera mis lujos -mencioné

- ya deja te de cosas y saca lo que tengas -indicó el otro ladrón

Yo no tuve opción que mostrarles mis bolsillos y no había nada. Entonces les conteste - ven que estoy tan jodido en esta cuidad, que ni siquiera puedo dejar que la cuidad me odié



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En el texto hay: venganza y mentiras, odio, muerte

Editado: 13.01.2020

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