La Mirada De Un Asesino

capítulo 14: el comienzo de las venganzas parte 2

Narra Gabriel
La situación había empeorado, porque ese chico le suplico ayuda a alguien y este le respondió, fue tan escalofriante y peor aún que se fuera tan rápido. Actualmente voy caminando por los pasillos de la escuela buscando al quien le habló, pero no sabía quien era y eso dificultaba mi búsqueda, entonces fui a mi casillero y había una carta; el sobre era rojo así que la abrí y venía escrito: no debiste hacerme enojar y ahora sabrás de lo que soy capaz.

      Attetu asesino —

Ahora estaba en muchos problemas y peor aún con la carta de ese tipo, entonces este Fred apareció de la nada y preguntó —¿estas bien? Gab

—¡me asustas te! Pero eso ya no importa sino que me volvió a dejar otra carta en este mismo día y es muy extraño —le conté. —sabía que Fred me daría una respuesta o algo así.

—lo siento y por cierto ¿que te paso en las manos? —dijo. —mientras me revisaba mis manos

—golpeé al chico raro por tercera vez, pero alguien vio y estoy buscando a esa persona —respondí a su pregunta

—¡que demonios hiciste! Sí sólo le bastaban con esa dos veces, de seguro el pudo haber muerto y no quiero ir a la cárcel por eso —reclamo este Fred

—no te preocupes sólo se desmayo y supongo que ahora debe de estar en enfermería. Pero eso no importa sino que debo encontrar a esa persona que vio todo —dije. —estaba muy nervioso y desesperado

—bueno y ¿como era esa persona? —cuestionó Fred

Antes de que respondiera, apareció el maestro y me dijo —usted es el que golpeó a su compañero

—sí —admití. —era mejor decir la verdad porque mis manos revelarían mi mentira

—venga conmigo a la rectoría —indicó el maestro. —esta vez estaba en muchos problemas y lo peor del caso que mi padre lo sabrá

Me llevaron a la rectoría, sabía que se habían enterado, pero lo más extraño fue quien les dijo. Llegamos a la dirección, esta vez no tenía escapatoria alguna y el rector me preguntó —¿porqué lo hizo?

—es que se juntaba con esta Anaís —dije. —tenia que confesar toda la verdad

—bueno... Pero tampoco debió golpearlo tres veces, eso ya es intento de homicidio y tu serás el afectado en todo esto —menciono el rector. —al ver unas hojas

—¿que pasará conmigo? —pregunté. —era la hora de mi castigo

—para usted sería la expulsión de esta escuela, pero como el chico habló conmigo y me convenció de que no lo hiciera, así que estará suspendido por dos semanas, puede ir al baile y como única condición de su estadía en esta escuela es que no se le vuelva a acercar al chico —indicó

—bien, así será —le aseguré. —por poco empeoraba la situación y aunque no lo quiera admitir ese chico me salvo mi pellejo, porque nadie es buena persona y después de que le haga daño.

—otra cosa más, ¿esta enamorado de Anaís? —me preguntó el rector. —después de saber lo que hice

Me quede pensando en lo que me dijo, pero creo que había algo más que una amistad pero no lo había notado. Al parecer mi amor por Keira no era lo suficiente para hacer que casi me expulsaran de la universidad y dije —no, sólo lo hice por venganza —espero que se la crea.

—por lo visto hay algo que usted oculta y presiento que es ese amor que le tienes a Anaís —dijo el rector. —creo que me describió y eso que yo también lo acabé de descubrir —pensé.

Salí de la rectoría Fred me estaba esperando y me preguntó —¿que te dijo?

—pues casi me expulsan de la universidad y sólo me suspendieron dos semanas —conteste. —sin muchas ganas

—¿como que "casi te expulsan"? —volvió a preguntarme Fred

—es que ya me iban a correr, pero el chico habló con el rector y lo convenció que no lo hiciera, solo que no me le acerqué nunca más en mi vida —dije

—eso es bueno y ¿porque lo hiciste? —volvio a interrogar me

—fue venganza, solamente eso —respondí. —necesitaba ocultarle sobre mis sentimientos hacia Anaís

—bien... Será mejor que vayas a casa —indicó

—pero antes tengo que hablar con Anaís —dije. —y de la nada se formo una sonrisa en mi cara al igual que estaba sonrojado

—sabes eres extraño Gab, pero bueno —dijo Fred. —muy sacado de onda por mis actitudes.

Fui a buscar a Anaís hasta que la encontré y preguntó muy molesta —¿que demonios quieres? Gabriel —me agrada verla enojada —dije algo feliz



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En el texto hay: venganza y mentiras, odio, muerte

Editado: 13.01.2020

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