La Misteriosa Chica Del Piso 14 - Finalizado

CAPITULO DOCE – NUNCA ME ABANDONES

Porque una pieza de mi vida falta en mi corazón, porque el verle sonreír era lo más bello en el mundo.

Me había enamorado de la chica más hermosa, ¿pero? Acaso mi torpe corazón solo quería ver lo que él quería ver, acaso omitía algo en esta escena un poco alejada de la realidad; Nath, quien es en realidad, porque siento que al final ella se marchara de mi lado.

Habían pasado doce horas desde que aquel chico estaba plantado a las afueras de su habitación, con un gran ramo de flores y una cara de farsante, se presentó justo en el momento menos adecuado o podría ser que el destino juegue de esa manera con las personas.

Decidí salir de mi habitación y correr por el parque, ya hacía tiempo que no me ejercitaba. Los moretones de aquella noche ya estaban desapareciendo y con ello la imagen de un padrastro desconocido hasta ahora.

Aquel chico cuyo nombre era Adrián venia cada día con distintos ramos de flores, Nath por su parte desde entonces parecía una chica muy distinta y desconocida.

(…)

Son más de las doce de la tarde, es sábado, en mi mano sostengo dos entradas para el cine, hoy es el estreno de una película de MARVEL y estoy ansioso por verla, pero al regresar a casa con la entrada note q no solo había comprado una, sino dos, sin querer había comprado una entrada extra. Camine por mi habitación con la esperanza de tener una idea más clara de en mi cabeza, ¿que debía hacer? ¿Qué debo hacer?

La función principal empezaba a las seis de la tarde, algunos de mis amigos de la universidad irían con sus galantes novias y por primera vez no estaría Verónica. Solo deseaba que estuviera ella, solo ella y nada más que ella.

Siento angustia en mi corazón, un sentimiento como si algo anduviera mal. Mi paranoia fue a tal extremo que miraba continuamente por la ventana de mi habitación, cada auto que se estacionaba veía bajarse una sola persona; el padrastro de Natasha, pero cada vez que alguien se baja mi corazón se calmaba, eran padres, madres, jóvenes o empleados en sus jornadas de entrega de paquetes.

Mire por última vez mi reloj ya eran casi las tres de la tarde, ¿Adrián no había llegado aún? Era muy notorio que el llegara pues siempre saludaba alzando su voz, siento que lo hacía por presumir, pero este día al parecer no vendría y no escucharía su voz de mocoso consentido.

(…)

Puse música mientras arreglaba mi habitación, comí unas patatas que había preparado en el almuerzo y me duche, sentí que mi día era tan normal tan normal que se hizo aburrido y monótono, recordaba que hace unas semanas atrás corría en medio de la noche lleno de golpes y ahora volví a mi vida normal.

Me puse una sudadera de MARVEL para que mis amigos sientan envidia de ella, tome las entradas y mire hacia mi habitación vacía. Camine por el pasillo hacia el elevador en ese instante mire la entrada del departamento de Natasha. Estaba su puerta algo abierta.

Mi corazón se desboco en ese instante, porque sentí tanto temor en entrar a su cuarto; lo había hecho antes. Camine por el pequeño pasillo de su departamento, todo parecía estar en calma, pero a la vez sentía una presión en mi pecho, llegue hasta su habitación.

Despacio como un ladrón abro la puerta de su habitación, ante mis ojos una bella mentira se plasmaba. Una sábana de color rosa cubría parte el cuerpo desnudo de Natasha, ella tenía sus ojos cerrados y parecía dormir plácidamente. Mis ojos se llenaron de iras y a la vez de… desilusión o era lo que mis sentimientos crearon en aquel momento.

En un estreno de su cama estaba Adrián, se encontraba sentado con su móvil en su mano derecha, con sonrisa  mirando a un espacio de la habitación. Él estaba sin camisa y en calzoncillos.

— Creo que no debes entrar a las casas de tus vecinos dijo todas las palabras arrastrándolas y con ironía en cada una de ellas — te podrían acusar de ser una rata — prosiguió con su mirada hacia Natasha — oh tranquilo ella duerme plácidamente después de gozar conmigo.

Tal fue mi rabia que cerré mis puños y golpe su rostro, tal golpe fue que lo lance contra una mesita donde se encontraban varios perfumes, tal golpe despertó a Nath y a la vez sorprendida se cubrió parte de su cuerpo, su mirada yacía perdida entre dos salvajes lanzándose golpes a diestra y siniestra.

Sentía que mi alma se desvanecía con cada golpe que le propinaba en la cara al tipejo de Adrián; cuando sentía que no podía más una suave piel me rodeo y sostuvo mi brazo, y con lágrimas pidió que me detuviera. Aparte sus manos y me fui sin regresar a verla.

Salí tan apresurado que olvide mi chaqueta en su habitación. No podía borrar de mi mente aquello que mire con asombro y tristeza, camino por una ciudad tan animada que mis lágrimas son mis acompañantes en una noche que la felicidad solo era parte de una mentira creada para fingir ante los de más.




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