La Montaña de los Tengu

Capítulo 25.- Kai

Amaterasu entró al palacio como un huracán tocando tierra, nada ni nadie podía detenerla.

—Después de la inesperada visita de su hermano, he de decir que esperaba que viniera, sin embargo, ha llegado antes de lo que pensé, no ha esperado a que Tsukuyomi le diera noticias — Kai el Shinigami comenzó a reír — ¡claro que no, ha venido aquí hecha una furia! — Su risa se incrementó, haciendo eco en el palacio — ¡mírese, esta roja!

—Eres peor de lo que imagine — Dijo Amaterasu en un suspiro.

—¿Y cómo me imaginaba la gran diosa del sol? — Dijo burlón.

—Ya me hacía a la idea de que serias un ser insolente, pero a diferencia de los otros Shinigamis que he visto, tú eres...

—¿Soy qué? — Preguntó curioso.

—Eres hermoso.

—Lo soy — Dijo restándole importancia— ¿Acaso eso cambia las cosas? 

—No, pero ahora puedo entender por qué un dios como Watatsumi cayó a tus pies.

—Le aseguro diosa, que mi belleza no doblegó el espíritu de watatsumi.

—También te imaginaba vulgar.

—Ya puede ver con sus propios ojos que no lo soy ¿hay algún otro defecto con el que me calificó antes de conocerme?

—Tu piel es negra.

—¿Acaso eso es parte de la lista de defectos?

—No lo es, solo no había conocido a un Shinigami igual a ti ¿qué fue lo que hiciste en tu otra vida para terminar de esta manera?

—Claro, mi otra vida.

—¿Recuerdas algo de tu vida anterior? — Preguntó con curiosidad.

—No, no debo ¿es esa su preocupación? diosa le aseguro que no tengo planes de los cuales deba preocuparse, deje al dios O-Wata-Tsu-Mi en mis manos, él estará completamente bien.

—No lo creo — Dijo acercándose lentamente al Shinigami — No importa que tan hermoso seas, eso no te exentará de ser lo que eres, puedo sentir tu olor y el aura de desesperación y miseria que desprendes— Le dijo con desprecio.

—Ahora es usted quien está siendo insolente — Kai, quien se encontraba plácidamente recostado, se puso de pie de inmediato— ¡no me importa quien sea, no permitiré que me hable de esa forma!

—¿Qué harás para detenerme? no eres más que un...

—¡Basta! — Kai exclamó lanzando todo a su paso— Nadie va a venir a mi hogar a faltarme al respeto ¡largo! 

Amaterasu lo miró sorprendida, incluso un poco asustada, el Shinigami había logrado intimidarla — Este no es tu hogar — Dijo en un susurro.

—¿No lo es? — Cuestionó con molestia— ¿Y por qué todo lo de aquí es mío? — Dijo retomando su actitud burlona — Incluyendo al dios O-Wata- Tsu-Mi.

—Él no te pertenece— Respondió Amaterasu, su voz se escuchaba diferente, claramente estaba perdiendo la paciencia.

—Si duda de eso ¿por qué no se lo pregunta a él? — Kai dirigió su mirada a O-Wata-Tsu-Mi, quien estaba detrás de Amaterasu.

—Lo lamento Amaterasu.

—No pidas perdón, solo echa a este Shinigami de tu palacio y todo quedará olvidado— Dijo Amaterasu recuperando la amabilidad en su voz.

—No, no entiendes — O-Wata- Tsu-Mi desvió su mirada hacia el suelo — Tienes que irte.

—¡¿Qué te ha hecho este Shinigami para humillarte de esta forma?!— Exclamó con desesperación — ¡eres un dios, no permitas que un sirviente de la muerte te manipule!

—Kai me ama.

—¡No, no te ama!

—¡Largo! — Exclamó Kai —No se lo repetiré diosa del Sol, debe irse ya.

—No eres bienvenida en mi palacio — O- Wata- Tsu-Mi se dio la vuelta alejándose de ambos — En este momento no puedo verte a los ojos sin sentirme avergonzado, por favor vete ya.

—Te pido que reflexiones y te alejes del Shinigami, no te hará bien pasar tanto tiempo al lado de un ser como él, terminaras débil y más mortales pagaran las consecuencias.

—Su nombre es Kai.

—¿Qué?

—No hables de él como si fuera inferior a ti, él tiene un nombre y también es un dios.

—¡Es un dios de la muerte! — Amaterasu corrió hacia O-Wata-Tsu-Mi con desesperación para sujetarlo de los hombros— ¡No puedes ser un dios protector cuando te relacionas con las criaturas que roban la vida de los mortales!

—¡Kai no tiene la culpa de que los humanos mueran! — Con frustración la apartó — Has vivido miles de años sin entenderlo aún, los humanos son seres con vidas cortas, es parte de su naturaleza el morir— Se acercó lentamente a la diosa del sol y tomó sus manos con delicadeza— Alguien tiene que cosechar sus almas, ellos las ayudan a transicionar a su próxima vida ¿no puedes ver el noble trabajo de los Shinigami?

Amaterasu se alejó lentamente de él — Este Shinigami te ha mentido — Dijo al borde del llanto — Pobre de mi hermano — Dijo dejando el lugar — No puedo estar más en este lugar, no puedo soportar el sentimiento de desesperación y miseria que me provocas — Mirando a Kai dijo— No pienses que me rendiré, te sacaré de la vida de mi hermano.

—Inténtalo— Respondió burlón. 




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