La muerte de Lia

Niko

Diana estaba buscando cómo una loca por la salita de las cintas.

- ¿Dónde está?

- ¿El qué?

- El cubo dónde estaban las cintas de grabación.

- No sé.

Me quedé pensando un poco.

- ¡No fastidies!

Empecé a correr en dirección al trastero, ni siquiera sabía si Diana me estaba siguiendo. Pero llegamos tarde, ya había una nube de humo enorme saliendo de un cubo de metal. Lo que se enfadó Diana con ellos fue brutal. No pudimos hacer nada, las cintas ya estaban destruidas.

- Lo siento mucho mi niña, si no te hubiera entretenido con el bizcocho hubierais podido ver esas cintas. - En serio ¿De dónde salía esa señora? - Bueno, Luka tampoco te hubiera dejado verlas. Para él es muy importante su privacidad, de hecho ni siquiera se las dejó ver a los policías.

- Pero necesitábamos esas cintas, ahora, nos hemos quedado atascados. - Diana iba hablando sola mientras se iba de la mansión.

- ¡Diana! - La grité pero no se giró.

- Necesito un café y voy a ver si Esther ha tenido más suerte que nosotros con la autopsia.

Al final nos fuimos a una cafetería que había cerca, Esther ya nos estaba esperando. Mientras Diana hablaba con su amiga yo me acerqué a la barra y pedí un frappé, al contrario que a Diana a mi no me gustaba esperar. En la barra me encontré a mi vecino y le invité a sentarse con nosotros.

- Buenas, soy Leo.

- Es mi vecino.

- Soy Esther, esta es Diana. ¿Acabas de terminar el turno?

- Sí, ¿tanto de nota?

- Tienes hollín en la cara. - Diana le recalcó.

- Perdón, ha sido un incendio bastante grande.

- Últimamente hay bastantes, ¿no?

- Pues sí, hace unos pocos días se quemó un laboratorio entero dónde la policía. Mira este trabajaba con ellos. - Leo saludó con la cabeza a un policía uniformado que llevaba unos cafés para llevar.

- Hombre, ¿Ya has terminado el turno?. Venga, nos vemos.

- Oye Rodri, ¿a dónde me vas con ese relojito nuevo?

- ¿Te gusta? me lo compré ayer.

- Pero si tú ahorrando eres malísimo y esto cuesta mucho, ¿un regalo?

- No señor, tuve un bonus el otro día y me lo compré.

- Pero si a ti no te dan un bonus ni aunque les ruegues.

- Bueno, me esperan, me voy a seguir currando. Nos vemos.

Cuando el policía se fue Leonardo nos contó que su amigo había estado trabajando en el caso de un asesinato por la zona, que seguramente eso del bonus sería porque la familia se lo había dado.

- Un momento, ¿No será el asesinato de Lia? una de la familia de mafiosos que viven por la zona.

- Diana parecía estar hilando cosas.

- Sí, ese nombre me suena, creo que es esa.

- Niko, ¿y si no fue ningún competidor quien mató a Lia y es uno de ellos?

- Espera Diana, más despacito.

- Y si en realidad encontraron al verdadero culpable pero este sobornó a la policía para no contarlo.

- E incendió el laboratorio para destruir cualquier prueba que demostrara que fuera él.

Ya iba viendo por dónde quería ir Diana, ninguno de la familia dio jamás detalles que fueran más allá de los necesarios. Se me vino a la cabeza instantáneamente Luka, antes había quemado las cintas ¿estaba intentando destruir todo lo que le señalara a él?, pero luego estaba Pedro, al que Lia había amenazado de muerte y llevaba robando casi cuatro años a la familia. No pareció afectar a nadie de la familia la muerte de Lia, eran todos una panda de raritos.

- Niko, tenemos que volver a recabar más información.

Diana y yo volvimos enseguida a la mansión y esta vez nos dedicamos a repasar datos y ver un poco qué era lo que pasaba.



#651 en Detective
#3578 en Otros
#1033 en Relatos cortos

En el texto hay: mafias, detectives, un misterio

Editado: 03.08.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.