La semilla de una tumba
Gabriel sabía que ocultarse no lo ayudaría a salvar a la humanidad, a pesar de que era un hombre lobo, él no era como los otro, su manada, el sabía contratar sus palpitaciones, su rabia, y no asesinaba a las personas a diferencia a los otros.
Yo sabía que estaba mal, muy mal y no pensaba tolerar que asesinen por doquier a todos por hay, tenía que hacer algo, así su tío no le gustaría que se opusiera a la manada.
Se dice que hay una semilla maldita, capaz de devolverle a lo que eran antes, humanos, pero está muy oculto en la sinfonía de un cementerio.
Este es mi historia, un chico capaz de controlarse y no cazar por la rabia o deseo de comer, sino de usarlo con un fin de ayudar...Yo soy Gabriel aquel que radica en las sombras en busca de proteger de la casería de los lobos.
Editado: 07.07.2022