Capitulo 21: Las preocupaciones de Aldous

—Punto de vista de Aldous Edevane—

Entramos a la ciudad comercial, Vector. Vector era una de las mas grandes ciudades de todo el reino de Asvan, y también la mas centrada en el reino, por ende, era una ciudad con una gran ruta de comercio. Personas de todo tipo se reunirían aquí para venta y compra de bienes. Casi tan grande como la capital, Luria, sus muros lucían opacos y sin vida desde la lejanía, pero al observarlos más de cerca, era un material diferente a los muros de la capital hechos de roca que están reforzados con hierro mágico. Metal, más específicamente metal mágico un material raro que abunda en la parte noreste del continente. Sabia que era imposible que estuvieran hechas completamente de un mineral tan escaso, pero incluso si solo estuvieran reforzadas, era aún impresionante. Caminábamos bajo el sol de la tarde a un lado de una carreta que transportaba mercancía, mi padre y yo, junto con el resto del grupo aventurero que formamos hace 3 años. Recordar aquellos tiempos siempre me hacía enojar, pero no podía simplemente olvidarlo, así que guardaba esos sentimientos de tristeza y frustración en mi corazón y por fuera usaba una máscara con una expresión en blanco.

—¿Cuál es el motivo de su visita? —Un guardia con armadura completa de placas y una alabarda, dijo con voz clara y autoritaria mientras nos interrogaba.

—Estamos escoltando a un comerciante. —Mi padre, Usher, hablo como nuestro representante. Su cabello negro azabache estaba recortado y parecía un poco más delgado que hace algunos años. Pero eso era normal, todos estuvimos bastante mal un tiempo después de que Nate fuera secuestrado.

El comerciante antes mencionado bajo de carruaje adornado pomposamente, sus escoltas personales lo cuidaban en sus flancos, era uno de los mayores comerciantes de esta ciudad. Inmediatamente después de verlo, el guardia se inclinó por las molestias y nos dejo pasar sin ninguna otra pregunta. El ambiente de esta ciudad comercial era bastante sombrío, las casa y locales eran concurridas, pero la a atmosfera en si parecía brumosa y gris. Como un suburbio de los barrios bajos en la capital. La mayoría de las personas que compraban eran hombres, un contraste bastante notable a comparación de Luria, donde las amas de casas hablaban ruidosamente mientras compraban víveres varios.

—¿Deberíamos ir a cenar? —Una mujer animada con coletas y un martillo de batalla que lucia mas pesado que la chica en sí, invito ruidosamente al grupo a cenar. Su nombre era Annie, y era parte de la vanguardia de nuestro equipo junto con mi padre y yo.

—Suena bien, ¿A dónde vamos? —El hombre que media casi dos metros y parecía un bandido típico, era en realidad una persona amable y sonriente. Frank era la retaguardia junto con Glenn un chico bastante joven de 19 años. Ambos portaban escudos gruesos y resistentes.

—Ah~ cualquier cosa menos un bar esta bien. —La chica que portaba un bastón color metálico, llevaba una capa con capucha y lucia como una maga empedernida. Su voz era melódica y tenia una figura bien entrenada para ser un mago de apoyo. Su cabello negro caía hasta su cintura, era ondulado y brilloso.

—¿Vamos a la cafetería Lilia? —Sugirió mi padre en nombre del grupo, él era el líder de nuestro grupo de aventureros.

Hace tres años, después del incidente en la aldea, Sr. Biel nos dio cobijo en su mansión en la capital de Asvan. Pero dado que no podíamos quedarnos como meros parásitos, mi padre decidió buscar un empleo. Biel ofreció darle un puesto como entrenador de jóvenes aprendices de caballero y lo acepto gustoso, pero yo no estaba conforme con quedarme de brazos cruzados cuando mi hermano estaba desaparecido. Mi padre también estaba preocupado, eso lo sabia muy bien. Daba lo mejor de si para sonreír a mama cuando estábamos juntos, pero las ocasionales miradas tristes y pensativas no me pasaban por alto. Ambos pusimos una misión de búsqueda en el gremio de aventureros de la capital. Gracias al financiamiento de Biel en la recompensa fue posible. Un mes después de eso, me impacienté, y fui al gremio de aventureros para tomar el examen de admisión. Escuche que los aventureros no son muy bien vistos, las personas los ven como bandidos o mercenarios, pero debido a que viajan constantemente creí que podría expandir mi rango de búsqueda si trabajaba de eso. No hay un rango de edad mínimo para ser aventurero, pero si no puedes pasar el examen no podrás volver a tomarlo hasta después de un año entero.

Pase el examen con una clasificación de “C”, que es la mas baja para ser aceptado. Cuando informe a mis padres sobre mi logro, ambos entraron en pánico. Mi madre, que en ese entonces aun estaba embarazada de mi hermanita, Jeanne, se puso pálida al oírme hablar con entusiasmo. Mi padre se enfureció y se negó a dejarme realizar un trabajo tan peligroso. Pero era casi un adulto, a mis 11 años no podían impedirme de todo como si fuera un niño, tome una simple subyugación de Goblins para ganar reputación y sali lastimado debido a mi inexperiencia. Mi madre lloro al verme vendado y se puso enferma, su salud ya había bajado cuando mi hermano pequeño fue secuestrado, papa tuvo que obligarla a comer por el bien de ella y el bebe.

Cuando estaba recuperado, mi padre renuncio a su empleo y tomo el examen como aventurero, dijo que si no podía detenerme por lo menos me protegería. Nos unimos a un grupo y mi padre rápidamente se hizo mano derecha del líder, yo por mi parte, no sentía muchas ganas de socializar debido a que mi único objetivo para hacer este trabajo era buscar a mi hermano. Conseguí poner afiches con una recompensa personal en varias ciudades que visitamos, pero no habíamos obtenido ningún resultado, es como si hubiera desaparecido. Eso causa que cada vez más mi actitud antipática se manifestara más, algunas jóvenes aventureras se me acercaron intentando salir conmigo en una relación romántica, pero no pude evitar rechazarlas bruscamente debido a mi frustración interna. Gracias a eso, la mayoría del grupo en el que estoy junto con mi padre a penas me dirige la palabra, pero estaba bien así, no tenia tiempo para formar nuevas amistades cuando ni quiera había podido proteger a mi hermano.