La Mujer DetrÁs De La Copa

Capitulo 5

Al salir supe que parte de mi se había quedado con él, no volvería a ser la misma jamás, afuera estaba Raúl vigilando el pasillo, en cuanto me vio corrió para abrazarme, su cuerpo era cálido, me refugie en él y lloré, mi hermano me comprendía a tal punto que sabía que yo era de muy pocas palabras, así que solo se limito abrazarme, mecía su cuerpo casi como un arrullo haciendo un dulce sonido con su boca, que aun recuerdo. No sé cuánto tiempo transcurrió, pero ya no me salían lagrimas, solo suspiraba entre los brazos de mi hermano y note que sus piernas temblaban, me aleje de él para ver que estuviera bien, su camisa estaba empapada de mis lagrimas que parecía que hubiese estado bajo la lluvia, me sentía tranquila, pero muy cansada, tragué saliva y me di cuenta que tenía mucha sed.

-vamos a tomar agua Raúl, tengo mucha sed. –dije mientras sentía que se me secaba la boca.

-me imaginó que si, podríamos sacar toda la que quieras de mi camisa. -Respondió mi hermano en tono burlón.

-que gracioso eres... -repliqué irónica.

-vamos al baño a tomar agua, porque yo no tengo dinero para comprar nada y supongo que tú tampoco ¿o sí? –Pregunte sarcástica.

-sí, mejor vamos al baño. -Respondió.

Entré al baño de la enfermería y abrí el grifo, puse mis manos bajo la llave y bebí toda el agua que pude, en verdad estaba deshidratada, no había bebido ni comido nada desde la noche anterior, me lavé la cara y recogí mi cabello que tenía muy mal aspecto obviamente, no pude evitar pensar que si fuese otra situación mamá me regañaría por no peinarme debidamente. Salí  del baño y al parecer tardé demasiado por que ya había llegado mamá, estaba hablando con el encargado de la morgue, mis dos hermanas, Clara y Grecia estaban a su lado, pude ver que lloraban desconsoladamente sujetándose de la cintura de mamá, sobre todo Grecia que era la menor de los cuatro y seguramente estaba más confundida que los demás, sin embargo Raúl aún estaba fuera del baño esperándome, jamás había imaginado que un evento tan desafortunado seria el que nos uniría de esa manera tan incondicional, papá lo había criado como un hombre leal y me lo estaba demostrando.

-vamos con mamá para saber que dice el doctor. -Murmuró Raúl.

Asentí con la cabeza y caminamos hacia el final del pasillo, al escuchar que nos acercábamos mamá y las niñas volvieron la cabeza para vernos, mis hermanas corrieron hacia nosotros, pero mamá nos miro instantáneamente y continuó hablando con el doctor, mamá nunca había sido muy expresiva con sus sentimientos y ese día no fue la excepción.

-¡ustedes lo vieron! ¿Qué paso? -Dijo Clara, mi hermana mayor con la voz temblorosa y entre cortada.

-¿mamá no les contó lo que paso? -pregunté muy extrañada.

-no dijo mucho, Marlyn, mamá jamás dice mucho. -Respondió llorando la pequeña Grecia.

No sabía que decirles, como podía describir la escena de una manera que no las hiriera mas, pero no la había, solo las abracé para consolarlas, había comprobado minutos atrás, gracias al apoyo de Raúl, que un gesto a veces ayuda más que una palabra de aliento, mis hermanas continuaron llorando y le dije a Raúl que se quedara con ellas un momento, me acerqué a mamá que había acabado de hablar con el doctor.

-¿qué dijo el doctor? ¿Cuándo nos podemos llevar a papá? -Le dije a mamá, en un tono más frio del que pretendía.

-dice que... en un par de horas nos entregaran el cuerpo para llevarlo a la funeraria... -respondió mi mamá entre sollozos.

Entonces me di cuenta de que ella también sufría, que también estaba asustada y desconsolada.

-mamá, lamento haberte desobedecido anoche pero es... -intenté explicar, pero mamá me interrumpió.

-ya no importa Marlyn, de todas maneras pensé que lo ibas hacer. –dijo en tono seco y distante.

Guardamos silencio las dos, creo que por que ninguna tenía nada más que decir.

-voy a la funeraria para preparar todo, quédate aquí con tus hermanos... ¡ah!... y por favor esta vez obedéceme. –ordenó seriamente.

-sí, señora. -Respondí avergonzada.

Las siguientes horas pasaron muy rápido, casi no recuerdo como sucedió todo o tal vez estaba tan ahogada en mi dolor, que mi cerebro reprimió muchos recuerdos de ese día, un momento estábamos sentados en la enfermería y al siguiente estábamos en la funeraria, todos reunidos velando a papá, recuerdo a mucha gente dentro del lugar, hacía mucho calor, sentía como las gotas de sudor recorrían mi frente, podía oír el llanto de mis hermanas a mi lado, los susurros de las personas especulando acerca de lo sucedido, al otro lado hasta podía oír los avemarías del rosario que estaban haciendo un par de mujeres, clientas de la farmacia al lado del cajón de papá. No podía más, me estaba ahogando... así que salí para respirar un poco, fue difícil salir en medio de tantas personas y afuera del lugar había muchas más, lo cual no me asombró, papá había tenido la farmacia durante muchos años, era un hombre muy conocido que durante todo este tiempo había logrado hacer lazos con casi todo el pueblo.



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En el texto hay: pasion, baile, amor

Editado: 19.10.2018

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