Tras un momento de reflexión, héroes y villanos estrecharon sus manos, al verlos Clarice sonrió, pues sabía que eso significaba que habían aceptado intentar crear una nueva era de paz, pero también entendía que ahora toda la atención sería dirigida a ella y estaba lista para aceptar su destino.
– Hemos decidido terminar con esto. –Dijo Mérida.
– Gracias. –Dijo Clarice, entonces Elsa volvió a dirigirse a Clarice.
– Clarice. –Dijo Elsa, Clarice se volteó y Elsa la abofeteó.
– Melo merecía. –Dijo Clarice y Elsa la volvió a golpear, Clarice también aceptó ese golpe.
– Tú nos traicionaste. –Dijo Elsa llorando.
– Lo sé y estoy preparada para aceptar las consecuencias de mis actos, siempre lo estuve. –Dijo Clarice.
– Bien ¡Mérida, Mulán! ¡Llévense a Clarice a la celda subterránea! –Dijo Elsa, todos se sorprendieron al escuchar eso, pues si ya estar en una celda era malo, la celda subterránea era peor, era como una cueva con barrotes cuya única luz venía de las antorchas que señalaban el camino.
– Elsa, sé que estás molesta pero.... –Dijo Anna.
– Está bien, que haga lo que quiera, no pondré resistencia. –Dijo Clarice.
– Llévensela. –Dijo Elsa; Mérida y Mulán tomaron a Clarice de los brazos.
– No es necesario que me sujeten, como dije, no pondré resistencia. –Dijo Clarice, Mérida y Mulán la soltaron y la guiaron a su celda.
– Este será tu hogar hasta que Elsa lo decida. –Dijo Mulán encerrando a Clarice.
– Sólo quiero que sepan que nunca deseé lastimar a nadie, aunque sabía que era inevitable y, pesé a que nos conocimos con mentiras lo que siento por todos ustedes es real, los considero mis amigos y por haberles mentido...... lo... lo siento. –Dijo Clarice; Mulán lloró y se alejó.
– Y yo sólo quiero que sepas... que te perdono. –Dijo Mérida y se fue junto con Mulán.
Después de eso, todos los héroes tuvieron una asamblea donde discutieron lo que pasaría con los villanos, al final decidieron que ellos vivirían entre los héroes, vigilados las 24 horas del día, pero libres, los villanos continuarían siendo vigilados hasta que se comprobara que realmente ya no eran una amenaza. También se habló de Clarice; Elsa decretó que ella permanecería encerrada hasta nuevo aviso, a su vez prohibió cualquier contacto con Clarice, nadie podría visitarla, mucho menos hablarle, sólo la vería aquel que le llevara alimento, pero incluso éste no podía hablarle.
Nadie estuvo de acuerdo con la decisión de Elsa, pero tenían miedo de decir algo ya que sabían lo herida que se sentía, sólo Mérida se atrevió a hablar, sin embargo no sirvió de nada, pues Elsa no cambió de parecer.
Después de ese día los villanos y los héroes comenzaron una nueva vida juntos, al principio nadie estaba seguro de hacerlo, pero el tiempo lo hizo más fácil, poco a poco todo fue olvidado y los villanos dejaron de ser vigilados entonces se enfocaron en otro asunto, lo que pasaría con Clarice.
A pesar de las órdenes de Elsa, Mérida iba a visitar s Clarice de vez en cuando e incluso trataba de hablar con ella, pero Clarice conocía las órdenes de Elsa y por esa razón se rehusaba a hablar con Mérida; con el paso de los días Elsa supo de las visitas de Mérida y entonces le prohibió la entrada a las celdas, cosa que ocasionó una pelea entre ellas, pero tampoco llegó a nada. Todo continuó así por un largo tiempo.
Mientras estaba encerrada, Clarice trataba de mantener su mente ocupada, a veces meditaba, a veces practicaba un poco su magia, trucos pequeños, ya que no podía hacer mucho en tan poco espacio, otras veces sólo cantaba; durante sus meditaciones, Clarice entrenaba dentro de su mente, fortaleciendo así su cuerpo y su magia, en una ocasión, mientras cantaba, también estaba meditando y sin darse cuenta, con su magia comenzó a devastar el reino fuera de la celda, todos los soldados del reino trataron de detenerlo, también Elsa y los ex-villanos que pudieran hacer magia, pero no tuvieron éxito, por suerte para todos la canción terminó antes de que las cosas se pusieran peor.
– Elsa, sé que sigues molesta con Clarice, pero ella ha estado encerrada por 3 años, no sé, tal vez sea hora de.... –Dijo Anna.
– Ella debe seguir ahí, Clarice permanecerá encerrada hasta que.... –Dijo Elsa.
– ¿Hasta que te sientas mejor? ¿Hasta que haya enloquecido por completo? ¿Qué es lo que esperas en realidad Elsa? Clarice no merece estar ahí, nos mintió, es cierto, pero también es cierto que lo que siente por nosotros es real, tienes que liberarla de una vez. –Dijo Mérida, ella estaba molesta por la situación por la que pasaba Clarice.
– Yo sé lo que hago. –Dijo Elsa.
– Nadie soporta tanto tiempo viviendo en las condiciones a las que forzaste a Clarice a estar. –Dijo Mérida.
– Maléfica, la Reina Malvada y Úrsula preguntan todos los días por Clarice, todos los villanos quieren que la soltemos. –Dijo Anna.
– Sé que usaste tu magia para crear algo que te permite vigilar a Clarice, entonces deberías saber que ella ya no se mueve, Mulán dice que en ocasiones cree que está muerta hasta que la ve respirar o la escucha cantar, por favor, ya sácala de ahí. –Dijo Mérida.
– No, aún no. –Dijo Elsa.