Johanna cabalgó todo el día y parte de la noche (tomando los debidos descansos para su caballo) hasta que por fin volvió a Arendelle, sin tiempo que perder, inmediatamente fue hasta su castillo para hablar con su madre y su hermana, aunque aún no sabía cómo decírselos, sabía que su hermana le creería fácilmente sin importar qué dijera, pero no podía decir lo mismo de Elsa.
– ¡Mamá! ¡Alison! ¡Despierten! ¡Tengo muy importante que decirles! –Gritó Johanna cuando entró al castillo, sus gritos despertaron a Alison, primero, y ella despertó a Elsa.
– ¡Madre, despierta! ¡Johanna volvió! –Dijo Alison, Elsa se despertó y ambas fueron a ver a Johanna.
– ¡Hija! ¡Mi niña! ¡Por fon volviste! Estaba tan preocupada ¿Dónde estabas? –Preguntó Elsa.
– Fui a buscar a la niña ladrona. –Dijo Johanna.
– ¿La encontraste? –Preguntó Alison.
– Sí, y tenías razón. –Dijo Johanna.
– ¿Qué? –Preguntó Elsa.
– Tenía razón, sí se trataba de mamá. –Dijo Johanna sonriendo.
– ¿Pero qué locuras dices? –Preguntó Elsa.
– No son locuras, es ella, la vi, estuve con ella todo este tiempo, mamá, créeme, es ella. –Dijo Johanna.
– Hija.... –Dijo Elsa.
– Mamá, por favor, confía en mí. –Dijo Johanna.
– Si no la veo no lo podré confirmar. –Dijo Elsa.
– Lo entiendo, por eso volví. –Dijo Johanna.
– ¿Por eso volviste? –Preguntó Alison.
– Mamá, esa niña se hace llamar "Robín Del Bosque", ella sólo quiere ayudar a la gente hambrienta, lo sé porque lo vi con mis propios ojos, hay muchos pueblos que están muy mal, algunos por la guerra, otros porque fueron olvidados, Robín los ayuda. –Dijo Johanna.
– Entiendo ¿Y? –Dijo Elsa.
– Le dije a Robín que arreglará una conferencia contigo, así mamá volverá a casa, vendrá para que la ayudes con esos pueblos necesitados. –Dijo Johanna.
– ¿Estás segura de que es Clarice? –Preguntó Elsa.
– Absolutamente. –Dijo Johanna.
– Entonces no se diga más, dile a "Robín" que es bienvenida cuando quiera, la estaremos esperando ansiosamente. –Dijo Elsa.
– Por cierto, a Robín no le agradan los de la realeza, tal vez deberías tener cuidado cuando trates con ella. –Dijo Johanna.
– Entendido, ahora si me disculpan, ha sido un largo día, me voy a dormir. –Dijo Elsa, antes de acostarse a dormir se preguntó: "será cierto".
– Lo hiciste bien hermanita, lo hiciste bien. –Dijo Alison.
– Gracias. –Dijo Johanna.
Johanna quería enviarle a Robín la paloma mensajera en ese preciso instante, pero debido a la hora que era prefirió dejarlo para después, ya que todas las aves mensajeras estaban durmiendo y era peligroso hacerlas viajar de noche; esa noche, Johanna se quedó en la habitación de su hermana y le contó todo lo que hizo con Robín cuando estuvo con ella, a Alison le sorprendió que a pesar de tener sea cojera, pudo seguir robando sin problemas, pero al poco tiempo ambas se sintieron cansadas y se quedaron dormidas.
Al día siguiente, Elsa convocó una conferencia real y Johanna envió la paloma mensajera a Robín; en aquella conferencia, Elsa les dijo a todos que su hija menor también creía que la niña ladrona era en realidad Clarice, pero convertida hechizada, al principio a ellos también les costó trabajo digerir la noticia, a pesar de eso, volvieron a tener fe en que podrían ver a su querida amiga Clarice de nuevo; esa fue la primera vez que dejaron estar presentes a Alison, Johanna y Daniel, pues a ellos también les correspondía saber, ya que hablaban del regreso de su madre.
– Es tan emocionante ¿Cuándo estará aquí? –Preguntó Anna.
– Le acabo de enviar el mensaje, tal vez llegué en tres días. –Dijo Johanna.
– ¿Por qué lo enviaste y no fuiste a decírselo en persona? –Preguntó Felipe.
– Porque sintió que la traicioné cuando le dije que era de la realeza, antes de irme me dijo que le enviara el mensaje, que no volviera. –Dijo Johanna.
– Ya veo. –Dijo Felipe.
– Está bien, con nuestra ayuda, pronto volverá a ser la misma. –Dijo Alison.
– He investigado mucho, tal vez pueda encontrar una solución. –Dijo Daniel.
– Gracias chicos, no esperábamos menos de ustedes. –Dijo Mérida.
– ¿Y, qué hacemos mientras tanto? ¿Solo esperamos? –Preguntó Ariel.
– Esperamos. –Dijo Elsa, poco después la junta terminó, todos estaban ansiosos de ver a Clarice otra vez, sobre todo, los más cercanos a ella, incluyendo a Maléfica.
La paloma mensajera tardó todo el día y toda la noche en llegar al árbol de Robín, cuando encontró el manzano, buscó al hueco en el tronco y ahí dejó caer el mensaje, después se fue, en ese momento Robín se encontraba fuera robando, para cuando volvió a su cueva, ya era de noche, en cuanto llegó encontró la nota de Johanna y rápidamente la leyó; después de leer, Robín se quedó pensativa unos instantes, una vez que aclaró su mente temó una mochila que tenía por ahí y comenzó a empacar, ya que no tenía mucho, ella solo guardó manzanas, nueces, agua, una capa, su daga favorita, y... el frasco negro.