La Mujer Inter-Dimensional

Capítulo 20

Elsa buscó a Clarice en el bosque lo más que pudo, pero no encontrarla, decidió volver con los demás y contarles lo que había pasado, está claro que no lo tomaron muy bien y de todos, los más preocupados eran los villanos, sobre todo aquellos que pasaron más tiempo cerca de Clarice (Maléfica, La Reina Malvada y Úrsula), sin embargo la más preocupada de todos, fue la persona que sabía mejor que nadie con lo que estaban lidiando, pues ella lo había creado esa persona era Maléfica.

– ¡¿Qué ella qué?! –Preguntó Maléfica.

– Lo que oíste, el beso funcionó, pero como esperábamos, la memoria que recuperó fue la de la Clarice asesina que enviaste. –Dijo Elsa.

– ¿Estás segura? –Preguntó Mérida.

– Bueno, primero me empujo, después dijo que matarme en ese momento sería aburrido, después me amenazó, así que dime loca, pero creo que la Clarice que volvió es la matona que Maléfica creó. –Dijo Elsa.

– Esto es malo, muy, muy malo. –Dijo Maléfica.

– Tenemos que pensar en lo que haremos, no podemos ceder ante el miedo, quiero decir, estamos hablando de Clarice, la conocemos, tiene que haber algo que podamos hacer. –Dijo La Reina Malvada.

– Sí, sí hay algo.- Dijo Maléfica.

– ¿Qué? –Preguntó Elsa.

– Bueno... si es mi Clarice... la eduqué para que sólo me escuche a mí, ella me obedece en todo, dime exactamente en dónde la viste por última vez, iré y trataré de hablar con ella. –Dijo Maléfica.

– ¿Hablar con ella? Es Clarice Maléfica, tu Clarice ¿Qué es lo que harás? ¿Qué le dirías? –Preguntó Úrsula.

– Lo que mejor me parezca, ya lo dijeron, es mi Clarice. –Dijo Maléfica.

Elsa le dijo a Maléfica cual fue el último lugar en el que vio a Clarice antes de que desapareciera, ella quiso acompañarla, pero Maléfica le dijo que sería una mala idea y que lo mejor era quedarse en su castillo y cuidar de sus hijas, pues no sabía cuán do Clarice podría atacar o a quien; Maléfica se armó de valor, fue hasta lo profundo del bosque y entonces llamó a Clarice.

– Clarice, Clarice, sé que estás aquí, puedo sentirte, ¡Clarice, cómo tu maestra y tu señora te ordeno que aparezcas ante mí ahora! –Dijo Maléfica, un viento comenzó a soplar y en un pequeño tornado de hojas, Clarice apareció arrodillada ante Maléfica.

– ¿Me llamó mi señora? –Preguntó Clarice.

– De pie Clarice. –Dijo Maléfica y Clarice la obedeció.

– Disculpe la pregunta pero ¿Cómo es posible que esté usted aquí? Creí que estaba dentro del muro mágico como los demás. –Dijo Clarice.

– ¿El muro? Clarice...... con exactitud...... dime ¿Qué es lo último que recuerdas? –Preguntó Maléfica.

– ¿Lo último? Pues salió del muro y nadé hasta la playa, después de eso... nada, olvídelo, no sé nada más. –Dijo Clarice.

– Entiendo, verás... tú los liberaste del muro hace ya un tiempo. –Dijo Maléfica.

– ¿Lo hice? –Preguntó Clarice.

– Sí, supongo que te esforzaste tanto que el agotamiento te provocó una falta de memoria, es posible que después la recuperes. –Dijo Maléfica.

– Ya veo, pero no lo entiendo, si los liberé ¿Por qué los príncipes y princesas siguen teniendo el control de todo? ¿Por qué no los han despojado de sus reinos? ¿Por qué Elsa sigue con vida? –Preguntó Clarice.

– Yo...... verás, nosotros... decidimos coexistir en paz con ellos, logramos llegar a un acuerdo y ahora estamos en paz ¿Lo entiendes? –Preguntó Maléfica.

– ¿Un acuerdo? ¿Qué? –Preguntó Clarice.

– Sé que es difícil de creer pero así fue, Clarice, tu misión de asesinar a Elsa se cancela, ahora vivimos en su reino. –Dijo Maléfica.

– ¿En su reino? ¿Bajo sus reglas? ¡¿Bajo su mando?! –Dijo Clarice.

– Clarice, hija, escúchame. –Dijo Maléfica, tratando de abrazar a Clarice, pero ella retrocedió.

– ¡No! ¡No! ¡Tú no eres la mujer que me crió! ¡La Maléfica que me educó jamás sedería ante nadie! Tú no eres ella, ellos te hicieron algo ¿No es así? Los hechizaron a todos. –Dijo Clarice.

– Clarice.... –Dijo Maléfica, sabía que las cosas se estaban poniendo feas.

– Descuide mi señora, yo los liberaré, asesinaré a Elsa y a las hadas, así ya no tendrá miedo de que los regresen a su prisión. –Dijo Clarice sonriendo.

– No, no, Clarice. –Dijo Maléfica.

– Tranquila, no tardaré mucho. –Dijo Clarice y desapareció.

– ¡No! ¡Clarice! Demonios. –Dijo Maléfica, no tuvo más opción que volver y decirles a todos que había fallado en tratar de calmar Clarice.

– ¿Entonces volvió a desaparecer? –Preguntó Mérida.

– Sí, es oficial, ya no me obedecerá, cree que soy débil, que ustedes me hechizaron, ella tratará de acabar con todos, y créanme, conociéndola, podría hacerlo. –Dijo Maléfica.

– Y no lo dudo. –Dijo Mulán.

– ¿Ahora qué hacemos? –Preguntó Bella.

– No quiero pelear contra mi madre. –Dijo Alison.

– Y yo no quiero que la maten, tiene que haber otra solución. –Dijo Johanna.



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En el texto hay: elsa arendelle, fanfi, fanatacia

Editado: 07.03.2025

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