El resto del día fue tranquilo, Mérida y Alison se mantuvieron entretenidas con su entrenamiento, Maléfica y Elsa sólo pensaban en Clarice y en cómo podrían ayudarla, todo continuó así hasta que cayó la noche; Alison tomó un vaso de agua, puso ahí la roca morada y esperó pacientemente a que Clarice llegara para que la bebiera y en caso de que se negara, ya estaba pensando cómo la convencería, no se iba a rendir hasta que su madre recuperara la memoria, además contaba con el apoyo de todas; un rato después de que anocheció, Clarice llegó.
– Chicas, logré convencer otra vez a la reina para que dejara su ventana abierta, no podemos desperdiciar esta segunda oportunidad, pero tenemos que darnos prisa. –Dijo Clarice.
– Espera un momento Clarice, Alison tiene algo que pedirte. –Dijo Elsa.
– ¿Qué ocurre? –Preguntó Clarice.
– Mamá, recuperé la otra noche recuperé la roca morada, está en éste vaso de agua, bébela y recuperaras tu memoria. –Dijo Alison ofreciéndole a Clarice el vaso de agua.
– La beberé después de que consigamos ese collar verde. –Dijo Clarice.
– ¿Por qué no quieres beberla ahora? –Preguntó Maléfica.
– Tendremos más oportunidades si recuperas tus habilidades. –Dijo Mérida.
– Seguramente, pero... prefiero beberla después. –Dijo Clarice.
– ¿Por qué? –Preguntó Maléfica.
– ¿Hay algo que te preocupe? –Preguntó Elsa.
– Es sólo que... no lo sé, siento que no debo hacerlo, al menos no aún, tengo que conseguir ese collar ¿Vienen conmigo o no? –Preguntó Clarice.
– Clarice.... –Dijo Mérida.
– Está bien, vamos. –Dijo Elsa.
– ¿Sólo irás tú? –Preguntó Clarice.
– Yo también iré. –Dijo Alison.
– Y yo. –Dijo Mérida.
– Y yo. –Dijo Maléfica.
– Excelente, haremos lo mismo que ayer, Alison, trata de usar tu magia para quitarle el collar del cuello sin despertarla. –Dijo Clarice.
– Sí mamá. –Dijo Alison, después de eso todas salieron del castillo y se dirigieron a la ventana de la reina de corazones.
– Bien, entonces, Mérida tú vigila, Maléfica sube a Alison y Alison no lo olvides, a la primera piedra bajas, a la primera ¿Entendido? –Dijo Clarice.
– Sí, mamá. –Dijo Alison.
– Súbela. –Dijo Clarice y Maléfica llevó hasta la ventana de la reina.
– Sabes Clarice, nunca entenderé por qué pones tanta dedicación y pasión cuando te propones a hacer una cosa, te aferras a eso de una manera que no puedes razonar para nada más. –Dijo Elsa.
– ¿Eso es malo? –Preguntó Clarice.
– Hasta cierto punto sí. –Dijo Elsa y Clarice sonrió.
– Lamento que te sea tan difícil estar casada conmigo. –Dijo Clarice.
– Te amo Clarice y siempre estaré a tu lado sin importar qué. –Dijo Elsa.
– ¿Por qué te enamoraste de mí? –Preguntó Clarice.
– Fue amor a primera vista, desde el primer momento en que te vi sentí algo por ti y mientras más te conocía... más deseaba estar por siempre a tu lado, tu personalidad, tu fuerza, tu forma de ver el mundo, lo diferente que eres a todos los demás, eso y más hizo que me enamorara de ti. –Dijo Elsa.
– Ya veo. –Dijo Clarice, trató de hacerle la fría, pero Elsa pudo notar que se había sonrojado un poco.
– Clarice, ¿Tú por qué te enamoraste de mí? –Preguntó Elsa.
– No lo sé, no tengo memoria. –Dijo Clarice.
– ¿No hay nada que te llegue a la mente? –Preguntó Elsa.
– No, de hecho me sorprendí cuando dijeron que estaba casada contigo. –Dijo Clarice.
– ¿Por qué? –Preguntó Elsa.
– Nunca creí que yo...... bueno, que tenía esas preferencias, seguramente es culpa de mi padre, como sea, siempre creí que me casaría con un hombre o que sería soltera, jamás me imaginé... esto, y no te lo tomes a mal, no es como si no me gustara la idea, solamente me tomó por sorpresa. –Dijo Clarice.
– Entiendo, -Elsa parecía triste y en ese momento Clarice la miró y la besó-, ¿Eso por qué? –Preguntó Elsa.
– Me pareció que querías que lo hiciera. –Dijo Clarice y Elsa la abrazó.
– Te extraño. –Susurró Elsa al oído de Clarice.
– Lo siento. –Dijo Clarice.
– Oigan, se acercan unos guardias. –Dijo Mérida.
– Es hora de sacar a Alice de ahí. –Dijo Clarice preparándose para lanzar una piedra.
– Su nombre es Alison. –Dijo Elsa.
– Eso dije. –Dijo Clarice y lanzó la piedra, justo en ese momento Alison saltó.
– Otra vez. –Dijo Maléfica deteniendo la caída de Alison con su magia.
– Lamento haberte sacado tan rápido, los guardias llegaron antes. –Dijo Clarice.
– No importa mamá, ya lo tengo. –Dijo Alison mostrándole a Clarice el collar verde.
– Es increíble. –Dijo Elsa.