La Necesidad del Amor

II PARTE, CAPITULO 9

En la camioneta Alicia miraba por la ventana y revisaba su teléfono a cada rato. Tenía mensajes de Alejandro, preguntando si estaba todo bien. Ella respondia, sin decir nada de la declaracion de Pablo. No era necesario preocuparle, ella queria manejar la situación.

Durante su viaje la conversación con Pablo era sólo de trabajo, hasta que llegaron a la obra. Pablo le indica a Alicia que se mantenga cerca de él y ella, apesar de estar molesta, entendía que el trabajo en ese momento era prioridad.

Pablo se encargó de conversar con el inspector y solucionar los inconvenientes. Alicia lo seguía, anotando los problemas que habian. Ella olvidó por un momento, la confesión de Pablo. Pero a ratos lo observaba. Siempre él tenía una respuesta correcta y asertiva. A Pablo le gustaban los conflictos y sabia como resolverlos. Su seguridad ante situaciones de presión, eran admirables.

La obra tenía dificultades, tuvo muchos cambios y estaban tardando más de lo normal.

Alicia vio que en un momento Pablo se alejo. Tuvo problemas con el jefe de terreno y ella se quedó realizando unos cambios en su cuaderno. Mientras Pablo entraba a un container que eran oficinas temporales, con el personal a cargo de la obra. Estuvieron un buen rato.

Pablo en su reunion. Para no perjudicar los tiempos de entrega, logró un acuerdo de terminar lo pendiente en dos dias. Tambien debia supervisar los arreglos y volver a la obra. Confirmando otra visita para el viernes. Sale del container y se despide de la gente. Alicia se acerca, para preguntarle dudas del trabajo. Se quedaron conversando mientras ella tomaba notas de lo que él decia.

Caminando hacia la camioneta, ya saliendo del lugar, Pablo se detiene y la mira. Ella también se detiene. Se miran y él le dijo a Alicia.

- Vamos a volver el viernes, pero no te preocupes solucionaremos todo en medio día.

-Ok, me preocupa que sigamos juntos. Ella lo dijo seria y con cara de resignación. Mirando para todos lados, por si habia alguien mirando. Quiso protestar, pero era su trabajo. No queria mezclar las cosas.

-Esta entretenido. Que lástima que estemos cerca y no podamos hacer nada. Dijo Pablo y después se rió mirando la reacción de ella.

Alicia lo queda mirando, le dieron ganas de darle un golpe, pero eso no sería adecuado en el trabajo, no se vería bien que ella le pegara a su jefe. Se contuvo y en esos segundos de espera, recordó todos sus momentos de tensión en la oficina. Cuando no estaban trabajando, cuando jugaban en la sala de reuniones, en el casino o cuando no estaban en la oficina. Siempre ella se defendía de sus pesadas bromas.

Para atacarlo, le dijo.

- No podrias hacer nada aunque tuvieras mil dias. No te la podrías conmigo. Déjate Pablo, no estoy para tus juegos, no soy tu premio.

-Alicia tú eres el mejor premio que un hombre puede tener. Estar contigo seria un sueño. No eres como las demás mujeres. Eres una mujer especial. Dijo Pablo.

-Vas a seguir. Dice Alicia molesta, colocándose colorada.

Él la miró con deseo, cada vez que hablaban se encendia y le gustaba discutir con ella. Siguió caminando. Cuando subieron a la camioneta. Ella se demoró en subir, estaba viendo su teléfono. Pablo se dio cuenta y eso le daba celos.

Se fueron a almorzar a Viña del Mar. Entraron a un hermoso restaurante y juntos con el chofer, buscaron una mesa con vista al mar. Si hay algo bueno de Pablo, es que a pesar de su alto rango, de su estatus social, compartia con todos, le gustaba hacer sentir bien a la gente que le rodeaba y era humilde. Una cualidad que Alicia adoraba en Pablo. A pesar de sus diferencias actuales, ella admiraba su personalidad. Se sentia orgullosa de él.

Pablo le ofreció el postre que ella quisiera después de almuerzo. Ella decidió un helado de frutos del bosque y chocolate. Él pidió helado para los tres. Cuando ya iban de vuelta, pasaron a la obra siguiente. En la cuál, no hubo problemas. Quedó pendiente una lugar más, pero lo dejaría para el día viernes.

Ya de regreso. Pablo le dijo a Alicia que fuera a su oficina para arreglar un tema de trabajo. Pero en el edificio, los esperaba Alejandro con ansiedad por ver a Alicia. Ella se quedó saludando a Alejandro y luego fue a la oficina de Pablo.

Al entrar a su oficina, conversaron de trabajo y luego se despidieron. Pablo no se iba a rendir. Ella tomó sus cosas y salió de la oficina, para encontrarse con Alejandro.




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