La Necesidad del Amor

II PARTE, CAPITULO 10

Alejandro manejaba, camino a la casa de Alicia. Se dio cuenta que algo pasaba. Ella estaba en silencio. Para sacar a Alicia de sus pensamientos. Le pregunto, que le gustaria hacer.

-¿Quieres ir a comer? o ¿ir al cine? para distraerte.

Ella no quiso nada, se disculpo y prefería conversar en un lugar tranquilo. Alejandro se desvío un poco del camino y se detuvo en una plaza, cerca de donde vivía Alicia.

Ella habló primero. De lo cansador que es salir a terreno. Aunque salían de la oficina y andaban en camioneta, el estrés de observar problemas "in situ" y estar atento a los errores, cansaba. Ella tambien habló de la actitud de Pablo ante los problemas. Alejandro lo conocía y sabía que él era implacable con temas de trabajo y mujeres. Tenia celos, porque ella lo admiraba y al hablar de él, ella se mostraba entusiasmada y orgullosa.

Aunque todo el tiempo que trabajaron juntos, nunca hubo nada y no les faltó la oportunidad ¿Podría Pablo conquistarla ahora?

Alejandro se sentia seguro, pero le molestaba que ella saliera a terreno con él. Asi que estaba atento a las jugadas de Pablo. No dejaría que ella tuviera dudas y no insistiria en preguntar sobre la salida a terreno, para no incomodarla. Dejaba que ella tomara la iniciativa de hablar sobre su trabajo, si algo le molestaba o si hubo algún inconveniente. Era un hombre que sabía escuchar. Mientras ella conversaba, la miraba, ponia atención en lo que ella le decia y le hacía cariño, para que sintiera su contención.

Alicia tenia miedo y no queria salir el viernes con Pablo. Pero no podia contarle eso a Alejandro. Tenia que arreglar este problema, frenar a Pablo y resolver sus conflictos. Mientras Alejandro tocaba el pelo de Alicia que caía en su hombro, ella se daba cuenta de que él tenía por completo su corazón y en ese momento no tenía dudas. Tal vez, sólo estaba confundida por los sentimientos que en algún momento tuvo por Pablo, pero que ahora no tienen tanta fuerza y validez, como hace años atrás.

Para cambiar la conversación, ella recordó la salida a la nieve y ese momento fue de risas y juegos.

Él se bajo del auto y caminó dando la vuelta, hasta llegar a la puerta del asiento del copiloto, donde ella estaba sentada y Alejandro muy caballeroso abrió la puerta del auto y le extendió la mano para ayudarla a bajar. Ella lo observó con amor y se sentia tan cansada, que agradecio que fuera tan amable. Al bajar, caminaron juntos un momento y él se detuvo para abrazarla. Le susurro al oído.

- Te extrañe hoy. Recordé esa toalla cayéndose (Riendo y también para que ella olvidara su cansancio).

-¡Alejandro! Dijo ella, con vergüenza, tapando su cara que se puso colorada.

-Cada momento que estoy contigo, mi vida cambia. Me haces muy feliz. Dijo Alejandro con dulzura y sin dejarla de abrazar.

-Amor, perdóname si hoy no soy la misma, realmente estoy cansada, pero al estar contigo me siento en paz y tranquila.

Ella no podía comentarle lo sucedido con Pablo. Tampoco se sentía bien al omitirlo, pero necesitaba hablar con Myriam de esta situación.

Dieron una vuelta por la plaza, mimandose y luego volvieron al auto. Para ir al departamento de Alicia. Cuando llegaron. Al bajar, ella se despidió y se iba yendo y Alejandro aprovechó ese momento. La tomó de la mano y la empujo sobre él y la besó. Para hacerla sentir con ganas de no separarse, la siguió besando y la abrazó con todas sus fuerzas, mordió sus labios y olió su pelo, como un lobo en celo. Ella extasiada se dejaba querer porque el cansancio no la dejaba hacer nada. Parecia una muñeca en los brazos de Alejandro y quedo feliz de su cariñosa despedida. Luego se apartó, porque ya la estaba convenciendo de que subieran al departamento. Pero todo ese amor, le ayudo a enfocarse con respecto a su relación. Cuando ya se alejaban, Alejandro le dijo.

- Este día martes ha sido complejo, pero mañana será mejor. Quedan tres días para estar juntos. Te amo.

Ella quedó abrumada con lo que escuchó. Se acerco y lo abrazo. Alejandro se dio cuenta, que quedó totalmente expuesto con su confesión, le respondió.

- ¿Es muy pronto? ¿Te molesta?

Alejandro nunca había dicho a una mujer que la amaba, pero le salió natural. Sabía que una parte de él sentía algo muy fuerte por Alicia, a lo mejor esa palabra, expresaba todo lo que ansiaba estar con él.

- ¡Nooooo! Me encantó. Yo también te amo.

Grito Alicia, muy feliz.

Ella entendió que Alejandro es lo que quería. A veces, necesitamos pruebas difíciles, para enfocarnos y reconocer lo verdadero y lo bueno que tenemos. Se volvieron a besar y ella lo abrazó muy fuerte.




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