La Necesidad del Amor

II PARTE, CAPITULO 17

Llegando al estacionamiento del trabajo. Alicia se siente feliz de llegar sana y salva. Afuera de las oficinas, en el pimer piso se encuentra Alejandro conversando con algunos compañeros, esperandola para viajar.

Ella está muy ansiosa. Pasaron tantas cosas en la semana y necesitaba que llegara este momento. Miraba a su amado y no había nada más que deseara, que estar con Alejandro.

Se acerca, saluda a los demás y luego besa a su amado. Se queda conversando un momento y luego sube. Va a buscar sus cosas al tercer piso.

Cuando esta bajando se encuentra con Pablo en la escalera. La detiene un momento y le dice.

-Ganaste. Espero que tengas un buen viaje.

Al decir eso, se acercó para darle un beso. Ella se aleja, pero el agarro su cara y le beso la mejilla. Al separarse, ella sorprendida se sonroja. Pablo con una risa espontanea, le dice.

-No te preocupes, es solo una despedida. Tu novio te espera. Chao.

Él sube al tercer piso. Alicia no se esperaba ese beso y menos que reconociera su derrota. Pero ella se dio cuenta, que el poder de Pablo era sólo un recuerdo.

Llegando al primer piso se encuentra con Alejandro y salen de la oficina. Ella maneja y sus miradas son muy coquetas. Están felices. Van al departamento de Alejandro a buscar su auto que es una 4x4 y para la nieve es mas seguro.

Cuando llegan, cambian las cosas del auto de Alicia, al auto de él y en eso se acercan para ordenar el maletero. Se rozán las manos en ese movimiento Alejandro abraza a Alicia por la espalda y le besa el cuello. Ella se desfallece con ese cariño y da la vuelta para besarlo. Quedan por un momento con caricias efusivas y respiraciones agitadas. En ese momento, aparece un auto en el estacionamiento y paran con un abrazo y riendo se sueltan. Se van al cajón del Maipo.

Mientras van en camino escuchan música y la playlist de ella tiene cantantes mujeres y latinas. Alicia cantó hasta que se quedo dormida.

En sus sueños apareció Pablo. Él iba manejando al cajón del Maipo y llegaba a la cabaña con ella. El sueño era muy real y sentía que algo no estaba bien. En momentos sentia por Pablo, lo que sentía por Alejandro y a él se entregaba. Quería despertar. Sabía que estaba mal y que era un sueño.

Alejandro paró en una cafetería, para comprar algunas cosas y quiso que ella eligiera que comer. Así que la despertó por si necesitaba algo.

Alicia al mirar a Alejandro, no entendia la razón de soar eso. Más que sueño, parecía una pesadilla. La única explicación que pudo darse, es que fue una semana complicada, supero pruebas y el trabajo estuvo estresante. Lo mejor, es que ya había terminado con este descansador viaje. Fue un sueño y nada más.

Al entrar a la cafetería con Alejandro, se sintió tranquila y protegida en brazos de su amado. Ya segura, que tenía el mejor compañero a su lado y que estaba donde quería estar.

Camino a la cabaña en el auto, siguieron cantando juntos canciones antiguas y reían de cualquier tontera que hablaban. Estaban felices de estar juntos. Cuando llegaron era un lugar precioso. La vista a la cordillera era fabulosa y sus ventanales mostraban todo el paisaje nevado y el celeste del cielo, con algunas nubes rojizas, ya que estaba atardeciendo.

Entraron las maletas y prepararon la cama. Luego prendieron la chimenea y colocaron música.

Alejandro abrió un vino y Alicia sentada en la alfombra, al frente del fuego, esperaba que llegara Alejandro.

Ella miraba el fuego, como si quisiera quemar sus malos pensamientos, los momentos complejos de la semana. Aunque agradecía todo lo que ha vivido, no fue fácil tomar decisiones, arreglar sus pensamientos y permitió ordenar su vida.

Se sentía fuerte. El calor de las brasas la relajó y cuando llego Alejandro con el vino brindaron por su amor. Eligieron un vino blanco "late harvest" para celebrar. Al beber, luego se besaron y comenzó el calor del fuego a consumir su interior, en cada beso que se daban. Parecía un baile. Sus cuerpos se deseaban y permitían las caricias más suaves y primitivas, para conceder que la pasión los envuelva.

No hubo prohibición y ese fin de semana se amaron como nunca lo habían deseado. FIN




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.