La Necesidad Del EngaÑo

II

TRES AÑOS DESPUÉS.

Cami y yo estábamos estudiando en el jardín cuando escuchamos los gritos de mis padres. No era frecuente en ellos discutir, por lo que supusimos que debía suceder algo muy malo. Sigilosamente nos acercamos a la casa.

-¿Cómo pudo hacernos esto?- Decía mi madre.- Pensé que lo habíamos criado bien.

-Tranquilízate mujer. Ya logramos salir del anterior embrollo... esta vez lo lograremos también.

-Es un insensato... ¿cómo se le ocurre? Arruinó las posibilidades de sus hermanas de tener una dote, después Gloria se fuga y les roba el honor... ¿Qué va a ser de ellas? Siempre me ha dado igual lo que pensaran de nosotros, pero ...

Cuando mi madre comenzó a llorar decidimos alejarnos y volver al jardín.

-Está decidido - Dijo Camille seria. – Las cosas no andan muy bien ... pero no tienes que preocuparte por nada aprovecharé mi estancia en casa de los tíos para buscar un buen candidato ¿De acuerdo? Tú no tienes que dejar de ayudar a los demás...

-¿Pero qué dices? Por supuesto que no, tú siempre has dicho que deseabas ver mundo, investigar...

- Aroha, los sueños son sólo eso, sueños. Lo que tú haces es real. -Dijo regalándome la más sincera de las sonrisas, aunque en sus ojo pude ver reflejada la tristeza.

-No puedo permitirlo. -Dije seria, pero no se me ocurría otra opción. Porque aunque yo sería presentada ese año, en nuestro entorno no es que hubiera mucha gente dispuesta a casarse conmigo, y los que lo estaban quizás nos hundirían más aún en la miseria.

-¿De que estáis hablando?- Pregunto Zuzanny sentándose en el suelo frente a nosotras.

-¿Dónde has dejado a tu otra mitad?- Le preguntó Cami para hacerle rabiar y lograr que no se interesara por el tema del que estábamos hablando.

-Javi no es mi otra mitad, es mi amigo. -Dijo arrugando su frente.

-Oh claro... -Respondió Cami divertida. -Tendrás que vigilarlos cuando yo no esté. -Me dijo.

-¡¿Por qué siempre tienes que fastidiarme?! – A Zuzanny no había algo que le diera más rabia que darle un tono romántico a su amistad con Javier.

-Está bien, está bien. -Dijo Cami levantando las manos en señal de paz.- ¿Qué te parece si entramos a hacer galletas...?

Vi desaparecer a mis hermanas en el interior de la casa ¿Qué podría hacer yo para ayudar?

Ni Cami ni yo teníamos muy claro qué es lo que ocurría en casa, sabíamos que las cosas habían comenzado a ir mal cuando Beorn había dejado de visitarnos, y que empeoraron cuando Gloria se fugó... siempre pensamos que con el paso de los años mejorarían, pero no fue así.

..............

Hacia un par de semanas que Camille se había ido a casa del hermano mayor de mi padre. Mi tío era un lord, pero por encima de ello y para desgracia de la clase alta, era curioso, inteligente, afable e inmensamente rico, lo que terminó convirtiendo su hogar en el lugar de paso de personas de diferente índole que gozaban del comercio, la aventura y la investigación. Yo sabía que junto a él Camille se sentía verdaderamente libre, pero me asustaba que desaprovechara la oportunidad de ser feliz por tener que buscar un marido para salvarnos.

-¿Vuelves a irte?- Me preguntó la pequeña Zuzanny una tarde.

-Lo siento cariño, pero tengo ir a visitar a un niño que eta muy malito.

-Siempre hay alguien enfermo...- dijo enfadada cruzándose de brazos.- Nunca tienes tiempo para mí. Gloria ya no está, Beorn no viene nunca, Camille se ha ido a un castillo y tú tienes gente a la que salvar...¡Y yo qué! Me quedaré aquí sola...- Dijo comenzando a llorar.

-Jamás te dejaré sola.- Respondí abrazándola.- Jamás ¿me has oído?- Esperé a que su respiración se calmara. Ella y Cami estaban muy unidas. Camille intentaba pasar mucho tiempo con Zuzanny y ahora que se había ido ella se sentía abandonada. Cuando se calmó añadí.- Javier tampoco de dejará sola nunca. Él siempre está contigo.

-Él también se irá me ha dicho que tiene que estudiar.- Añadió conteniendo las lágrimas para no llorar.

-¿Por eso estás triste?- Ella eludió mi pregunta.

-Creo que tienes que irte.- Dijo alejándose de mí.

Salí de casa con un mal sabor de boca, pero aquello era lo correcto la consulta del doctor Hall no era sólo un pasatiempo, era mi trabajo y no podía dejar de ir sin un motivo justificado, y más sabiendo que quizás en poco tiempo sería el único sustento de mi familia.

Poco después de que se fuera Cami intenté que mi padre me revelara nuestra situación financiera, pero no lo hizo. Hecho que no me tranquilizó. No obstante, yo continuaba teniendo la esperanza de que Camille cambiara de opinión con respecto a contraer matrimonio con cualquier hombre, al descubrir el maravilloso mundo que la esperaba y por consiguiente, yo debería mantener a Zuzanny. Había ahorrado cada sueldo que el señor Hall me había dado, lo que nos permitiría vivir un par de años, pero después... No podía pensar en aquello ahora, no mientras no se me ocurriera una solución que no implicara arruinar la vida de Cami.

Tras pasar por casa de los Derick para comprobar el estado de su hijo pequeño, ingresé en la consulta como cada día. Aquella mañana el señor Hall debía hacer unas visitas en casa de un par de Lores, y yo me había quedado para hacerme cargo de la consulta. Además, los dos éramos conscientes de que los nobles no aceptarían que yo los curase o siquiera que estuviera presente mientras Hall lo hacía.

Aquella era una mañana tranquila, por lo que tras poner las cuentas al día escogí uno de los volúmenes del doctor Hall y comencé a revisarlo. Él había puesto todos los libros a mi disposición, excepto los que guardaba en el armario de la habitación en la que atendíamos a los pacientes. En ocasiones, cuando él no estaba me había visto tentada a ojearlos, pero siempre volvían a mi mente sus palabras 'Créeme que es por tu bien, hay cosas que una señorita no debe ver hasta casarse'. Algún día conseguiría que me dejara estudiarlos, ¿cómo podría llegar a ser buena doctora si no sabía todo lo necesario? Porque sí, yo no me consideraba una simple ayudante o enfermera. Aun sabiendo que mi formación no era tan completa como la de un doctor, estaba segura de que se acercaba mucho.



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En el texto hay: juvenil, romance, epocavictoriana

Editado: 09.08.2021

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