La Nefilim

N U E V E

SENTIMIENTOS INCÓMODOS

SENTIMIENTOS INCÓMODOS.

Lucas:

Las palabras de Beckha siguen molestándome, esas palabras siguen taladrando mi cabeza sin piedad, es tanta la molestia que no sé de que trataron mis últimas dos clases. Esto ya es insoportable, necesito callar la voz de Beckha.

Estás siendo muy duro contigo mismo.

Se sincero conmigo, suelto el aire, ¿crees que hago lo correcto al dejarla vivir?

Te recuerdo que esto no lo haces por ella, dice con firmeza, esto lo haces por ellos, por los Knight.

Sonrío un poco para mis adentros, tiene toda la razón. Me adentro por el bosque, tengo que comprobar si lo que dice Beckha es cierto, de ser cierto algún demonio estará causando problemas o rondando por aquí. Llamo a una espada y espero pacientemente algo que me indique su presencia. Un grito llega hasta mis oídos seguidos de un par de disparos, salgo volando a toda prisa y en menos de un minuto ya estoy entre un demonio shedu y un oficial.

El hombre tropieza cuando me ve y cae de bruces sobre la tierra húmeda, bajo a la tierra para proteger al oficial, pero antes de poder atacar veo como una lanza atraviesa al demonio. El oficial termina desmayándose, para cuando despierte creerá que esto fue un sueño, no lo culpo por reaccionar de esta manera, todos reaccionamos de diferente manera a los demonios, a mí también me gustaría pensar que estas cosas son producto de nuestra imaginación, pero son tan reales como la gente misma.

—¿Qué es lo que quieres? Estos demonios son míos —espeta Jamie muy molesto.

Levanto las manos en señal de rendición, no me atrevería a enfrentarlo.

—Solo vine a comprobar la teoría de Beckha —Clavo mi espada en la tierra, pero no la suelto—. Y tiene razón, los demonios solo atacan cuando intentan acercarse a Luna.

A lo lejos se escucha un chillido agudo, ese sonido proviene de un demonio, Jamie me observa de reojo y asiente. Nos adentramos otro poco, nos frenamos cuando escuchamos unas cuantas risas a nuestro alrededor, Jamie apoya su espalda con la mía, no estamos preparados para una emboscada, esto se pondrá feo.

No tardan nada en rodearnos por completo, Jamie cambia su lanza por una espada doble, por mi parte llamo a otra espada, mañana no podré ir a clases, pero debemos mantener a salvo a todos los demás.

Esas cosas avanzan hacia nosotros, le corto la cabeza a uno y bloqueo el ataque de otro que apareció por mi costado, necesito ambas espadas para lograrlo. Observo a Jamie de reojo, a él le esta yendo mejor que a mí, atraviesa la cabeza de uno y con la otra punta hace una brocheta con dos demonios que lo atacaban.

Me distraje un poco por estar observando a Jamie, un demonio me ataca por el otro costado y me clava sus garras en mi hombro, el demonio consigue apartarme de Jamie, de inmediato los demonios nos vuelven a rodear. No vamos a poder contra ellos, nos superan por mucho, necesitamos más ayuda.

El demonio que me hirió aparece frente a mí, su boca se deforma, parece un agujero negro dispuesto a engullirme entero. Se acerca demasiado, me pongo en guardia no moriré sin defenderme, entonces veo como una flecha atraviesa su cabeza y se esfuma dejando rastros de ceniza.

—¿Te encuentras bien?

Midael sonríe al reconocer a su hermana tras la apariencia de Luna.

—Llegas justo a tiempo, creí que te perderías esta fiesta —digo divertido.

Luna desvía la mirada hacia Jamie, toma el arco con más fuerza.

—¡Paschar!

Lanza un par de flechas y los demonios que atacarían a Jamie por la espalda se evaporan. Esto ya no es normal en absoluto, hay demasiados demonios en este lugar, Luna parece notarlo también porque su nariz se arruga. Pone sus cinco dedos sobre la cuerda del arco y conforme estira la cuerda aparecen flechas, suelta la cuerda y las flechas salen disparadas produciendo un silbido muy particular, casi divino.

Los demonios caen ante sus flechas, Jamie y yo asentimos de nueva cuenta y ayudamos a Luna a terminar con estas cosas. Conforme avanzo corto algunas extremidades de los demonios y Jamie les da el golpe de gracia, Luna cuida que no nos ataquen por la espalda, nunca había cazado en equipo, pero es bastante agradable.

Luna acaba con el último demonio y baja hasta su mejor amigo, cruza el arco sobre su pecho y le da un fuerte abrazo a Jamie.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.