CONFÍA.
Malena:
Despierto gracias a un poco de agua sobre mi rostro. Abro los ojos con mucha pesadez, a duras penas consigo distinguir una figura frente a mí.
—Si no regresas a tu casa tus tíos se preocuparán.
La imagen por fin se vuelve nítida, veo a Lucas dejar un vaso de agua sobre la mesa de centro. Me siento con mucho cuidado, estúpido icor, me pongo a revisar el lugar, esta debe ser la casa de Lucas, es bonita, pero demasiado rupestre, debería considerar cambiar su decoración.
—¿En dónde está Luna? ¿Se encuentra bien?
No podría perdonarme que algo le haya pasado, debí buscar otra víctima, maldita sea. Lucas me da el vaso de agua y se da la vuelta, eso me preocupa, tengo que asegurarme que no le paso nada a Luna.
—Luna esta bien, en lo que cabe, esta bastante asustada, pero esta a salvo gracias a ti —Suelta el aire—. Tú deberías regresar antes de que le de un ataque a la señora Lucía.
Da un paso al frente, pero lo retengo jalando su camiseta, intentaré sacarle información sobre su amiguita.
—Lucas, ¿te hice algo? —Él se gira viéndome molesto—. Sé que te molesta mi presencia y quiero saber qué fue lo que te hice para desagradarte.
Suelta un largo y penoso suspiro, espero poder tirar de su lengua, necesito saber quién se oculta tras ese angelito.
—¿Necesitas una razón, Nefilim? —Sus ojos echan chispas—. Te diré lo que haces, no puedo tolerar tu existencia, odio la forma en la que juegas con los Knight, ellos te aman y es por eso que el cielo te esta dando una segunda oportunidad, todo para que ellos sigan siendo felices como hasta ahora, pero muy en el fondo de mí sé que no puedo confiar en ti, sé que tarde o temprano mostrarás tu verdadero ser.
Logra deshacerse de mi agarre. Ahora veo que Lucas no confía en mí, reprimo un gruñido, este imbécil no va a decirme nada sobre su amiguita.
Desvío la mirada y rechino los dientes, me le quedo viendo a la bolsa llena de hielo que esta atada a mi brazo, me causa risa la actitud de Lucas, no confía en mí, pero aún así se preocupa por mí. No todo está perdido para mí, en cualquier momento Lucas va a caer y me dirá quién es su linda amiga, no me importan los métodos, voy a matar a ese ángel, nada va a detenerme hasta que esa idiota este junto a Lucifer, le arrebataré al cielo lo mismo que ellos me quitaron.
No pasé más tiempo en casa de Lucas y regresé a la mía, cierro la puerta tratando de no hacer mucho ruido, pero tal parece que pasar desapercibida no es mi fuerte. Subo lo más rápido que puedo las escaleras para refugiarme en mi habitación.
—Malena Godwin.
Me detengo a la mitad de la escalera, nunca sale nada bueno cuando escuchas tu nombre completo, menos si proviene de tu madre, sin duda estoy metida en un gran problema.
—Ho-hola yo... —Me giro para encontrarme con mi tía, me asusta verla tan molesta—. ¿Bajaste de peso?
Si pudiera me golpearía la cabeza contra la pared, debí decirle algo más sensato.
Mi tía entrecierra los ojos, está buscando algo mal en mí, está más molesta de lo que supuse.
—Son las once con veintidós minutos, si ibas a llegar tarde debiste avisar al menos. Más te vale tener una buena explicación o no volverás a ver el sol hasta el próximo cambio de estación.
No creo que este bromeando, lleva sus manos a la cadera, está asustándome en serio. Me observa como si fuera una ladrona, casi siento que me descubrió infraganti, su mirada era menos dura cuando llegábamos cubiertos de lodo y recuerdo ese día como uno de los menos agradables de toda mi existencia, nos obligo a lavar todas las alfombras de la casa.