Q U I N C E

¿FELIZ CUMPLEAÑOS?

Leonel:

Paso por Luna a las diez de la mañana, ayer le envié un mensaje pidiéndole disculpas por permitir que Daniels se la llevara y gracias a ese mensaje fue que nos pusimos de acuerdo para pasar todo el día juntos, fue un gran alivio saber que no la metí en problemas por fugarse y dormir fuera de su hogar.

Al menos a ella le fue bien ayer, yo no tuve tanta suerte, mi papá no se enojó conmigo, pero Malena sí que tuvo una muy mala tarde, eso le pasa por decirle a Luna que hoy es mi cumpleaños, todos en mi familia saben perfectamente bien que no me gusta mi cumpleaños.

Pero Malena no fue la única en pasar una mala tarde, yo no podía dejar de pensar en aquella criatura y Malena pudo notar que algo no iba bien conmigo, estuvo insistiendo por toda la tarde, no soporte su acoso y terminé contándole todo lo que pasó en la oficina. Aún recuerdo el terror que invadió sus ojos, pero aún así me pidió que cuidara a Luna y si vuelvo a ver a una de esas cosas la llame, nunca creí que ella fuera a creerme, pero lo hizo, me alegra poder contar con ella.

—Lamento haberte hecho esperar —dice ella a modo de saludo.

Recorre el camino que nos separa dando saltitos como si con eso pudiera ocultar el regalo que trae escondido en la espalda.

Agito la cabeza un tanto divertido, veo que trae unos patines atados a su hombro, empiezo a conocer un lado de Luna que no sabía que existía, parece gustarle mucho el patinaje, yo planeaba pagar la renta de los patines, pero Luna tiene los suyos. Me vuelvo a concentrar en el regalo que esconde de muy mala forma, lo que más me gusta de Luna es su lado un tanto infantil.

—Sabes... eres pésima ocultando cosas.

Le quito la caja de regalo y me pongo a lanzarlo en el aire.

—¿Feliz cumpleaños?

Se encoge en su lugar y sonríe de forma tímida, Luna es hermosa sin importar como la vea.

—Creí que ya había quedado claro que no me gusta mi cumpleaños.

Dejo de lanzarlo, sé que ella no tiene la culpa de que yo lo odie o de que Malena no le haya contado por qué odio este día, pero me sigue fastidiando que haya recurrido a Malena para averiguar que hoy es mi cumpleaños, eso me hace sentir traicionado.

—Ten —Le tiendo el regalo—, te regreso esto.

Luna baja la mirada, noto como sus ojos se cristalizan, si está haciendo esto para hacerme sentir mal... lo está consiguiendo, me siento como un auténtico desgraciado.

—Aunque sea ábrelo —Se muerde los labios—, si no te gusta lo tomaré de regreso.

Cierro los ojos y dejo que se me escape un largo suspiro, voy a matar a Malena por ponerme en esta situación, quiero hacer feliz a Luna y sé que no será feliz si no acepto su regalo. Abro los ojos y desgarro el papel que envuelve su presente, algo frío recorre mi espalda cuando descubro su regalo, mis ojos van del regalo a Luna y de regreso, no puedo creerlo, es...

—¿A caso esto es una broma?

No puedo creer el poder que tiene Luna sobre mí y que en tan poco tiempo me haya conocido tan bien. No puedo dejar de sonreír, es increíble que sepa cuanto me gusta esto, este es el mejor regalo que he recibido en toda mi vida. Me complace ver que Luna también tiene una enorme sonrisa en sus labios, que tramposa, sabía que no podría rechazarle esto.

—Y eso no es lo mejor —Me ayuda a sacar el libro de mi autor favorito y lo abre en la primera hoja—. Mira esto.

Se coloca a mi lado y veo como sus dedos recorren las letras hechas con una pluma fuente, esto es lo mejor que he visto en mi vida, tengo una dedicatoria y un autógrafo de mi escritor favorito.

—¿Aún deseas devolvérmelo?

—Claro que no —Le quito el libro con delicadeza—, este es el mejor regalo de la historia, ¿cómo lo conseguiste?

Luna se separa y se encoge un poco, algo dentro de mí no quiere escuchar la respuesta.

—Sólo le pedí una copia al autor —Se rasca la barbilla un poco nerviosa—, también le pedí la dedicatoria y me envió el libro.

No buscaré más explicación, tengo la ligera sospecha que su querido amiguito tiene que ver con eso, no es coincidencia que su amigo y mi autor favorito tengan el mismo apellido. Creo que odio más a su amiguito que a Beckha, Jamie es el más grande peligro al que me enfrento, Luna estuvo a punto de cancelarme la comida que planeé por una semana sólo porque él se lo pidió.

—Gracias, esto es genial.