La negación cambiará

Capítulo II: El encuentro inesperado.

El dichoso día ya había llegado.

Gabriella estaba en su habitación arreglando sus cosas. Pensar que ya estaría en Grace Hall Academy la tenía muy entusiasmada. Dando sus últimos toques a su elegante uniforme, un saco color azul marino que le quedaba bastante bien con una falda a cuadros que le hacía resaltar sus preciosas piernas y una corbata a juego, no pudo evitar mirarse una vez más al espejo. Su larga melena rizada color miel caía en cascadas brillantes sobre sus hombros, contrastando perfectamente con el azul del uniforme. Era el uniforme perfecto para ella.

La limusina de los Grayson avanzaba lentamente por el camino que llevaba a la imponente entrada de Grace Hall Academy.

Los jardines perfectamente cuidados, las fuentes de mármol y la fachada señorial del edificio hicieron que Gabriella contuviera la respiración.

Era justo como lo había soñado.

—Es incluso más hermoso de lo que imaginaba… —susurró Gabriella, con los ojos brillantes de ilusión.

Laurie, quien había insistido en acompañarla hasta la entrada, le acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja. —Recuerde lo que hablamos, señorita: educación, respeto y cuidado. Este lugar está lleno de jóvenes de familias importantes.

Gabriella asintió, aunque su gran sonrisa no desapareció de su rostro.

—Cariño quiero que sepas que nosotros como tus padres té vamos a apoyar. – Comentó la madre de Gabriella dándole un fuerte abrazo.

—Hija mía recuerda que tienes que ser la mejor de toda la Academia –Exclamó su padre con autoridad

— ¡Tienes que enseñarles a todos quien es la familia Grayson!

—Claro padre no pienso desepcionarte. Pienso ser la mejor en todo.–Dijo firmemente y con una gran confianza en si misma.

Una vez dentro del enorme edificio, el bullicio de estudiantes llenaba los pasillos. Uniformes impecables, risas sofocadas y voces que se mezclaban en una sinfonía juvenil.

Gabriella avanzaba sin temor alguno, sosteniendo contra su pecho la carta de aceptación que tanto había esperado. De pronto, un fuerte choque la hizo perder el equilibrio.

—¡Oye! —exclamó, girándose de inmediato.

Frente a ella estaba un joven alto, de cabello oscuro y mirada fría. Con solo mirar la cara de aquel jóven se dio cuenta que era el arrogante de Matthew Grinfford.

––Deberías mirar por dónde caminas —dijo él con voz grave, apenas lanzándole una mirada antes de seguir andando.

Gabriella frunció el ceño, ofendida.

—¡¿Perdon?! Fue usted quien me empujó. ¡Lo mínimo sería una disculpa!

Mathew se detuvo, girándose lentamente hacia ella. Una sonrisa sarcástica apareció en sus labios.

—¿Gabriella Grayson? Vaya… El destino se empeña en recordarme mi condena.

Los ojos de ella se abrieron con sorpresa. —¿Que acabas de decir?

—Nada que no sepas —respondió él con indiferencia, antes de seguir su camino, dejando a Gabriella furiosa en medio del pasillo.

Ella apretó los puños. —¡Arrogante insoportable! —murmuró para sí misma.

—¡Como lo odio! – Se acomoda él uniforme para luego dirigirse a la Oficina del director.

Vine con mucho entusiasmo solo para que el arrogante de Matthew venga a quitármelo. –Gabriella caminaba con el ceño fruncido, murmuraba entre dientes mientras que apretaba la carta de aceptación.

—Este es mi comienzo y no dejaré que lo arruiné.




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