Capítulo III:Primeras impresiones.

Luego de entregar la carta de aceptación en la oficina del director, me dirigí al gran salón de conferencias, donde se daría la bienvenida oficial a los estudiantes de primer año.

Al abrir las enormes puertas de madera, quedé maravillada. El lugar era amplio y elegante, con altos ventanales de cristal por donde la luz del sol se filtraba, haciendo brillar los majestuosos candelabros que colgaban del techo. En una de las paredes principales ondeaba la bandera con el emblema de la Academia, y debajo de ella reposaban varios trofeos que hablaban de la grandeza del lugar. También podían verse retratos antiguos de los directores que alguna vez guiaron aquella Academia.

Mientras caminaba entre las filas, el murmullo de los demás estudiantes era tan fuerte que parecía un enjambre inquieto. Noté algunas miradas posarse sobre mí: curiosas, críticas, quizá envidiosas. Fingí no darle importancia.

Busqué un lugar en las primeras filas y me senté, manteniendo la cabeza erguida. Ajusté el saco de mi uniforme y tomé aire con calma. El murmullo empezó a desvanecerse en cuanto el director se puso de pie y todos dirigieron su atención hacia el estrado.

El director, un hombre de cabello canoso y porte imponente, levantó la mano para pedir silencio. Poco a poco, el bullicio del salón se apagó hasta quedar solo un murmullo lejano.

—Bienvenidos, estudiantes de primer grado – comenzó con voz firme, que resonaba con autoridad.

——Grace Hall Academy no es una institución cualquiera. Aquí se forman no solo mentes brillantes, sino también futuros líderes.

Ustedes han sido seleccionados entre cientos de aspirantes, y eso significa que tienen un deber con ustedes mismos y con sus familias.

Un aplauso recorrió la sala, aunque Gabriella se limitó a escucharlo en silencio, Sentía orgullo, sí, pero también una presión enorme: la voz de su padre resonaba en su cabeza recordándole que debía ser la mejor.

El discurso continuó con palabras solemnes sobre la disciplina, la excelencia y el honor. Gabriella intentó concentrarse, pero no pudo evitar distraerse con las pequeñas escenas a su alrededor, algunos estudiantes tomaban notas con seriedad, otros hablaban bajito y unos cuantos se limitaban a mirar alrededor con aire aburrido.

Ella sabía que cada uno de ellos sería parte de su mundo a partir de ahora. Amistades, rivales, quizás incluso enemigos.

Cuando el director concluyó, todos se pusieron de pie para entonar el himno de la Academia. Las voces se mezclaron en un eco solemne que llenó el salón, y Gabriella sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

—Es oficial – susurró para sí misma, apretando los labios con determinación.

—Mi historia aquí acaba de empezar.

¿Que sucederá después de esto?

¿Gabriella se encontrará de nuevo con matthew o no lo volvera a ver en todo el día?

Holaa, siento que este capítulo fue un poco corto pero intenté hacerlo lo más largo posible. ¡Por favor dale apoyo a esta historia 🫶!