La Niebla A Través Del Espejo

༺Encuentro༻

El lugar era espacioso, era raro para estar en un bosque, pero ahí me sentía segura de todo. El lugar tenía varias rocas grandes y lisas. Vi una donde me senté y respire hondo. Sentí como todas mis preocupaciones se alejaban como mi miedo y todo lo malo salía con cada respiración, el olor a madera y tierra era gratificante, tome unos cuantos segundos sentada mientras la tranquilidad duró. 


Un crujido de una rama se escuchó no lejos. 


—¿Quién anda ahí? —pregunté nerviosa. 


—No pensé que nadie fuera a encontrar este lugar, tanta gente que hay y ninguna había llegado —dijo alguien mientas se acercaba. 


—¿Quién eres? ¡¿Por qué estás solo en el bosque y de noche?! —le respondí en voz alta.

—No te alarmes, y si fuera ese el caso, yo debería preguntar eso, ¿qué haces aquí? Se supone que este es mi lugar pacífico. 


—¿Tu lugar Pacífico? No veo tu nombre en ni una parte —le pregunté mientras la luz de la luna salía. Una sombra se observó y conforme más avanzaba se podía apreciar su cabello de un color dorado, su piel de tez clara, pero no se pudo apreciar bien, ya que no había una luz aceptable. 


—¡Claro! Por si no lo notaste, este es uno de los lugares más tranquilos que podrías encontrar en Ripdel. Y respondiendo a tu primera pregunta, mi nombre sí está en este lugar, solo observa a tus pies —dijo el chico misterioso mientras se acercaba más con las manos en los bolsillos. 


Yo me agaché y observé unas iniciales "A. N." 


—Como puedo confiar qué es realmente tu nombre, solo son iniciales... Tienes razón, aquí está muy tranquilo -miraba a mi alrededor sabiendo que, aunque era extraño, la tranquilidad daba un gusto agradable. 


-Es porque está en un área del bosque que siempre está de una forma muy tranquila, nadie sabe el porqué, es como ese lugar donde se junta diferentes cosas o incluso magia -dijo acercándose a donde yo estaba, cada paso que daba era como si quisiera descubrir los motivos tras estar "invadiendo" su lugar.


—¿Por qué me estás diciendo todo esto? Ni siquiera te conozco. Tal vez deba irme. —me levanté de golpe, él corrió y tomo mi muñeca. 


—No te vayas, habló contigo porque estás aquí y qué otra razón habría para hablar con alguien, cuando llegue ya estabas. Así que no creo que deba tener una razón específica. 


—Hablas demasiado. Y lo que dices no tuvo sentido. —le respondí, las miradas se cruzaron, me sentí nerviosa y miré a otro lado. 


—Para mi sí lo tuvo —encogió los hombros, se lamió los labios —. Y tú hablas muy poco, cuando llegué pude escuchar que estabas llorando ¿Quieres hablar sobre eso?


—¿Por qué debería contarle mis asuntos a alguien a quien ni siquiera conozco? Acaso eres un psicólogo o crees que me conoces tanto puede y seas un chismoso —lo mire y parecía que estaba esperando a que hablara más. A que lo invitase a acercarse más. 


—Me llamo, Alec ¿Y tú?


Realmente era impresionante este chico, cambiar la conversación y esperar una respuesta, volví a mirarlo, estaba sonriendo. A caso esta persona trataba de dejar la gran línea que nos separaba, parecía una persona bastante confiada, más confiado como si pudiera hacer todo lo que quisiera.


—Yo, me llamo, Darya —le respondí, me decía a mí misma sobre lo que estaba haciendo. Él era alguien realmente curioso. 


—Ahora ya no somos extraños, así que hablemos más —sonrió. 


Este chico sabía que había una razón por la que fui a este lugar, pero ¿Uno puede abrirse tan rápido a personas así?, apenas y sabemos nuestro nombre y ya quería que contara todo, jamás había visto a alguien que fuera así, era como si con tan solo ver a la persona pudiera decidir si ya estaba bien o simplemente pudiera decir si necesitaba algo. Él me miraba esperando palabras. ¿Qué podría decir yo en este tipo de situaciones? Apenas y podía decir abiertamente varias cosas. 


—Lo que necesitas es dejar de pensar mucho las cosas y dejarte llevar -dijo mientras se sentaba a un lado de mí. La roca era bastante grande como para dos personas.


Simplemente, se sentó como si todo alrededor fuera suyo, como si conociera todo tan bien desde hace muchos años ya.


—¿Cómo sabes que es lo que yo necesito? No soy alguien que se lleve con la corriente, debo pensarlo para no salir herida o perjudicada —estaba mirándolo fijamente. 


—Se ve con tan solo mirarte, se ve que no tienes bastantes amigos y que estás enfrentando algo. Aparte es bueno dejarse llevar en algunos casos, te apuesto a que no me sientes como un enemigo más. 


—¿Cómo es que sabes todo eso con tan solo mírame? No puedes suponer todo de golpe. 


—Diría que tengo una habilidad para saberlo, aparte de que soy muy observador. Más cuando se trata de algo que me gusta. 


Me sonrojé -Eres raro, ¿lo sabías?


—Es mejor ser único a ser alguien común. 


Me quedé mirándolo por un rato como si cada palabra que saliera de su boca fuera un arma que utilizaría directamente, a él no le preocupaba en absoluto que podría pasar en el momento. Por un momento nos miramos mutuamente como si algo entre los dos estuviera relacionado. De un momento a otro parecía que todo se iba cada segundo más lento, todo parecía congelarse. Ahí pude mirar detenidamente sus ojos que eran de un color verde entre claro y oscuro, con pequeños lugares que eran de un color miel, el cual se mezclaba intensamente con los demás. Era como si actualmente el destino hiciera que este encuentro pasara, nada de esto era normal y actualmente no se sabría la razón de esto.


—¿Ves algo que te guste? 


—Tienes muy bonitos ojos. 


—Entiendo, pero yo tengo en mente algo que es más bello, solo que no sabe que lo es. 


—Tal vez sea tu mascota 


—No tengo, solo déjate llevar, ¿por favor?

 



#1374 en Otros
#71 en Aventura
#816 en Fantasía

En el texto hay: fantasia, magia y amor, cienciaficcin

Editado: 06.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.