Capítulo 14: Rescate de la Lanza.
I. La Mazmorra Bajo la Niebla.
La Mazmorra de la Lanza era una estructura de piedra húmeda y fría, situada bajo el ala de castigo del castillo de Ironwood. La Niebla, ahora libre, se filtraba por las grietas, mezclando su frío mágico con el olor a óxido y desesperación.
Kaelen, vestido con la armadura robada, se movía como una sombra. Su entrenamiento de Guardabosque le había enseñado a moverse en el silencio de la naturaleza; ahora, aplicaba esa habilidad al laberinto de piedra.
Los guardias de Ironwood, confiados en la seguridad de su fortaleza y aterrorizados por la Niebla liberada, patrullaban perezosamente. Kaelen los evitó con movimientos precisos: un golpe en la nuca con el pomo de su espada, un nudo rápido de cuerda de cuero. Sin ruido, sin sangre a la vista, que pudiera alertar a los centinelas mágicos del brujo.
Kaelen encontró el calabozo, descendiendo por una escalera de caracol hasta el nivel inferior. El ambiente era sofocante, la Niebla más concentrada aquí, casi una forma física.
II. El Encuentro con Giovanni
Giovanni estaba en la última celda. No estaba golpeado, sino encadenado a la pared, su rostro sucio y su espíritu tenso. El Duque Ironwood lo mantenía intacto: era el cebo más valioso para Kaelen.
—Giovanni. —susurró Kaelen.
Giovanni abrió los ojos, sus pupilas dilatadas por la oscuridad. —Sabía que vendrías, tú cínico bastardo. ¿Has traído el oro?
—He traído una Ghoul y un plan de mierda. El oro se acabó. —Kaelen examinó la cerradura. Era pesada, con un sello mágico simple.
Kaelen usó su espada para forzar la cerradura. El metal frío rechinó.
—Ironwood tiene el cuchillo de obsidiana. Ha liberado la Niebla. Y su brujo está buscando a Elara para completar el ritual. —explicó Kaelen mientras abría la celda.
Giovanni no perdió el tiempo en lamentos. Se levantó, estirando sus miembros. —Entonces, el juego ha escalado. La buena noticia es que el Duque Blackwood sigue vivo.
—¡Imposible! La Araña dijo...
—Está prisionero, pero vivo. En una celda más profunda. Ironwood lo necesita para el Sello Final del Pacto. No para sacrificarlo, sino para obtener su consentimiento forzado antes de deshacer el Pacto por completo y tomar el control.
III. El Cambio de Plan.
La revelación de Giovanni cambió el plan de Kaelen. El rescate de Giovanni era solo el primer paso. El Duque Blackwood, aunque un cobarde, era la clave para legalizar la anulación del Pacto.
—Si rescatamos a Blackwood, podemos usarlo para declarar a Ironwood un traidor ante los pocos nobles que quedan. —dijo Kaelen.
—¿Y arriesgarnos a un doble rescate? —cuestionó Giovanni.
—El plan original era un chantaje, pero el riesgo de que Ironwood mate a Elara en la refriega es demasiado alto. Necesitamos un sello legal contra él.
Kaelen y Giovanni se adentraron en el laberinto. Tuvieron que enfrentarse a un guardia en el pasillo, pero la coordinación de los Guardabosques fue perfecta: Giovanni desarmó al guardia con una patada mientras Kaelen lo silenciaba con un golpe seco.
Encontraron a Blackwood en una celda de lujo, durmiendo en un colchón. El Duque era un cobarde con sobrepeso, no un guerrero.
—¡Silencio! ¡Hemos venido a salvaros! —susurró Kaelen.
El Duque se despertó, sus ojos llenos de miedo. —¿Salvarme? ¿Dónde está mi hija, el Ghoul?
—Está a salvo. Y ella es la única razón por la que os vamos a sacar de aquí.
IV. La Huida con el Botín.
Kaelen rompió el sello de la celda, y Giovanni empujó al Duque Blackwood, ahora un prisionero de sus propios rescatadores.
—¡Nos vamos! ¡Hay que salir de esta ciudad antes del amanecer!
Pero justo cuando subían las escaleras, un grito rompió el silencio de la mazmorra. Los guardias habían descubierto a su compañero noqueado.
—¡Intrusos! ¡A la Mazmorra!
Kaelen, Giovanni y el tembloroso Duque Blackwood tuvieron que correr. Habían conseguido su objetivo, pero ahora la alarma resonaba en el castillo de Ironwood. La niebla se agitó en las escaleras.
—¡El brujo lo sabe! —gritó Giovanni.
Kaelen sabía que el brujo acudiría primero al lugar donde se sentía la perturbación. Ahora solo quedaba una cosa por hacer: reunirse con su única arma, la Ghoul Elara, y escapar por las cloacas.