La Niña de las Estrellas

One Shot

Europa, siglo XVII.

Cerca de un bosque, vivía una tribu, donde muchos años después estaría Polonia, los hombres cazaban y las mujeres recolectaban frutas, sus vidas eran muy tranquilas, hasta que una noche vieron una estrella caer, no era la primera que veían uno de esos fenómenos, así que no le dieron importancia.

Pero esta vez fue distinto, en la madrugada, una niña de unos 6 años apareció caminando desde la dirección donde cayó el meteoro, estaba desnuda y mirada a todos con ojos vacíos.

Una de las mujeres, que todavía no había poder tener hijos corrió hacia ella y la cubrió con una manta.

— Pobrecita ¿Pequeña de dónde vienes? — pero no logró ninguna respuesta.

Nadie la conocía, los dirigentes supusieron que algo le había pasado a su familia y que la infante había sido la única sobreviviente de su grupo.

— ¿Qué haremos con ella? — preguntó uno de los hombres mayores.

— Radost y Mila no tienen hijos, que se quedan con la desconocida como hasta ahora, de todas maneras, la pequeña no se separa de ella desde que llegó.

Todo volvió a la normalidad para la aldea, la niña ayudaba a la mujer con los quehaceres, Mila y su esposo le dieron el nombre de Zvezda. Cuando la pequeña ya estaba habituada a su nueva vida, un día apuntó a unos niños que iban pasando cerca, y luego a la mujer que la cuidada.

— ¿Quieres saber si yo he tenido hijos?

La pequeña movió la cabeza, hasta ese momento no habían logrado que hablará.

— No puedo tener, por suerte mi esposo me quiere y no me ha repudiado para tener una esposa que le dé descendencia.

Entonces la niña subió las manos juntas y miró al cielo, como rezando, luego tocó el vientre de la mujer, que sintió un extraño cosquilleo.

Un mes después de esta conversación, Mila se dio cuenta que estaba embarazada, nunca alguien había sido tan feliz, cuando le dijo a su esposo ambos lloraron de felicidad, y abrazaron a Zvezda.

— Pronto tendrás un hermanito o hermanita que cuidar ¿Lo vas a querer? — le preguntó el hombre radiante.

Ella afirmó, a pesar de la alegría y risas del matrimonio, la cara de Zvezda seguía como siempre seria, hasta ahora nadie la había odio reír, la pareja que la cuidaba esperaba que ahora que tuvieran un bebé, la pequeña podría volver a hablar y por fin sabría que había ocurrido en su pasado.

Desde que nació el pequeño Mislob recibió el cariño y los cuidados de la mujer y la niña que ahora tenía unos 7 u 8 años.

Un día de invierno cuando el niño cumplió 2 años, estaba jugando en un río congelado, la madre estaba cansada de haber recogido leña, por eso se descuidó y el bebé corrió a la parte más delgada del hielo sin que ella pudiera evitarlo, cuando estaba a unos metros de su primogénito, el piso helado se rompió y el agua fría se tragó al pequeño.

— No puede ser... ayuda — gritaba Mila sin saber que más hacer.

Algunos hombres escucharon, entre ellos Radost, que corrió al reconocer la voz de su esposa.

— ¿Qué pasó?

— Mislob se cayó — apuntó al agujero, desesperada.

El hombre se ató una soga a la cintura, que otros sujetaron, luego se tiró al hoyo, salió dos veces a tomar aire antes de encontrar a su hijo.

Cuando lo sacó el pequeño estaba azul, ya no respiraba, la madre lloraba desconsolada, entonces llegó Zvezda, vio lo que ocurrió, le tomó el hombro a la mujer que estaba abrazando el pequeño cuerpo, como todos estaban concentrados en la tragedia que ocurrió, nadie se dio cuenta que ella junto sus manos, las alzó como rogando, y las puso en el pecho del niño, todos pensaron que estaba abrazando a la mujer que la cuidaba para calmarla, un segundo después el pequeño empezó a respirar, todos quedaron asombrados, y felices.

Todos estaban felices, ya que habían pensado que había muerto, y en realidad estaba solo desmayado.

Un año más tarde, todavía la niña misteriosa no hablaba, lo demás seguía igual, hasta que llegaron los cazadores a la aldea con un ciervo muerto, lo mataron muy cerca de la aldea, por eso lo llevaron allí para despostarlo y repartir su carne entre todos, pero la niña se acercó triste, le tomó la cabeza, y de nuevo pareció que rezaba, puso sus manos en el pecho del animal, y este revivió y salió corriendo.

Lamentablemente ahora todos vieron que fue ella quien lo revivió, desde entonces la empezaron a relegar, y junto con ella al matrimonio que la cuidaba y su hijo.

— No te preocupes Zvezna — le dijo Mila una vez que varias niñas que antes jugaban con ella, la vieron y se fueron rápido — ellos no entienden — ahora comprendió por qué haber podido concebir, el que su hijo sobreviviera al caer al río, y porque su negativa de no comía carne — yo sé que tu piedad es tan grande que alcanza a todos los seres, pero nosotros debemos comer también ¿Prometes no volver a revivir a ninguna de nuestras presas? — no le tenía miedo como los demás, tenía mucho que agradecerle, sentía que no era un ser maligno.

La niña asintió a pesar que se notaba que no le gustaba la idea de que matarán animales para comer.

Pero con el tiempo la gente no olvido lo que pasó, empezaron a murmurar que era una bruja, un espíritu maligno que había tomado control del cuerpo de la niña, hasta que llegó el momento que nadie se reunía con la niña y Mislob. Entonces se reunieron los ancianos, luego de una deliberación, decidieron que debían expulsarán a la niña de la aldea.

Cuando fueron a decirles su decisión a Radost y Mila, ellos se resistieron a acatar la orden.

— Ella es una buena persona, no veo por qué debemos echarla, sola morirá.

— Es un espíritu maligno, no le pasará algo — argumento uno del consejo

— Puede que sea un espíritu, pero no maligno, no ha dañado a nadie, por favor, déjenla con nosotros. Cuidaremos que no moleste a nadie.

— No ha matado a ninguno de nosotros porque la tenemos vigilada, que si no ya no quedaría nadie vivo reclamó otro de los consejeros.




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