La Niña Del Orfanato

Capítulo 33

La música alta, junto a la hermosa y animada decoración dan un ambiente festivo a la mansión Johnson's. Por suerte hace un hermoso día: el cielo se encentra despejado y el sol radiante.

Beatriz suspira profundamente mientas se observa en el espejo.

—Sigo esperando el momento en el que te conviertas en una rana.

Frunce el ceño con disgusto al escuchar el, según ella, absurdo comentario de Jared. Quien se encuentra parado en el umbral de la puerta viéndola con diversión.

— ¿De qué estás vestido?— pregunta confusa mientras se gira hacia él.

—Gastón, nadie es más guapo que Gastón— sonríe imitando al dibujo animado.

Beatriz rueda los ojos mientras vuelve su mirada al espejo, una vez que Jared se ha retirado viendo su reflejo en el pequeño espejo que lleva en su mano. Avanza por el pasillo con la intención de llegar a la habitación de Katy. Por momentos se le dificulta desplazarse con su voluminoso vestido, idéntico al de la princesa Tiana.

—Katy, cariño, ya es hora de bajar— informa desde la puerta luego de tocar un par de veces.

—Mamá...— se escucha su tímida voz del otro lado de la puerta—. ¿Me ayudas?

Sin pensarlo dos veces ingresa en la habitación. Al principio cree que se encontrará una horrible escena, pero solo es Katy con un cepillo de cabello en sus manos. Beatriz la observa atenta y esboza una pequeña sonrisa al pensar en lo tierna que se ve utilizando un traje chino idéntico al de Mulan. A pesar de eso, no puede evitar preguntarse ¿por qué Mulan?, ¿por qué no otra princesa con un vestido más escotado y, por ende, más cómodo para una tarde cálida?

—Te ves hermosa— la alaga una vez que termina de peinar su cabello en un moño similar al de Mulan.

—Tú te ves más linda, mamá— responde la niña admirando el voluminoso vestido verde.

— ¿Si?, gracias— responde mientras acomoda lo que sobresale de su cabello tras su oreja—. Las cosas que tu prima nos obliga a hacer— suelta una media risa.

Katy asiente con la cabeza intentando sonreír, pero su rostro refleja tristeza.

—Oh, cariño... ¿Estás bien?—pregunta Beatriz con angustia.

—Lo siento mamá, perdón por haberme enfadado en la mañana— observa con tristeza el rayón en el cuello de Beatriz—. No quería herirte.

Beatriz no se contiene y la envuelve en un tierno abrazo.

—Fue mi culpa cielo, no debí enojarme.

—Tengo miedo mamá— confiesa y Beatriz siente como el cuerpo de la niña tiembla en sus brazos —. No quiero que nos dejes solos, los cachorros también te necesitan.

—No los dejaré mi amor. Te lo prometo, yo los cuidaré a todos— la abraza con más fuerza.

Beatriz cierra los ojos con las palabras de Katy dando vueltas en su cabeza. La idea de que ahora la niña le tema a Marcus la entristece, pero él tiene la culpa de que posiblemente ella ya no lo quiera como su padrino.

Suspira profundo mientras se separa del abrazo y limpia las mejillas de la niña con ternura, observa en dirección a la casa de los cachorros que hace algunas horas ordenó desmantelar y reconstruir en la habitación de Katy; los cachorros están profundamente dormidos, seguro Katy cree que tienen mucho sueño, pero la verdad es que tuvo que poner calmantes en sus tazones de leche para que no tuvieran miedo al escuchar mucho ruido.

—¡Beatriz!

Jared ingresa a la habitación abriendo la puerta con brusquedad, pero con una expresión relajada en sus facciones. Beatriz se gira en su dirección rápidamente, mientras Katy se pone de pie y corre a esconderse detrás de ella con miedo.

—Asustaste a Katy— lo reprende frunciendo el ceño.

—Oh, me disculpo... nadie abre puertas como Gastón— sonríe con burla—. Bueno a lo que iba, Alex llamó, dice que están a unas cuadras.

—Oh, maravilloso— exclama esbozando una pequeña sonrisa—. Mell quedará fascinada, o eso es lo que espero.

—Mamá— Katy tira de su vestido intentando llamar su atención. Siente enojo hacia ese hombre, pero siente más miedo, y no quiere dejar a los cachorros solos.

— ¿Sí?, cariño— responde mientras se gira hacia ella y se pone a cuclillas—. ¿Estás bien?

Katy no responde nada, solo la observa fijamente antes de desviar su mirada hacía Jared, quién tiene el ceño fruncido y las manos en puños. Al notar la mirada de la niña, la expresión en su rostro se torna maliciosa y señala en forma de advertencia hacia la casa de los cachorros.

— ¿Me cargas?— pregunta con voz débil, fijando su mirada nuevamente en la mujer frente a ella.

Beatriz asiente mientras extiende sus brazos hacia ella, Katy cierra los ojos con fuerza mientras se aferra a ella como un koala a un árbol, escondiendo el rostro en el espacio entre el cuello y el hombro de la mujer y soltando leves sollozos mientras intentan apartar las ganas de llorar.

—Todo está bien, cielo, vamos abajo a buscarte agua.

***

— ¡Guau!— exclama la rizada, paralizada al ver el patio trasero de la mansión.

— ¡Susan!— la saluda Beatriz con emoción—. Te ves realmente hermosa, el vestuario de la princesa Jazmín te queda perfecto.

—G-Gracias Beatriz, tú también te ves preciosa con ese vestido. Luces como toda una princesa— responde sonriendo con timidez antes de que sus ojos color miel viajen por sus alrededores—. Vaya.

—Oh, no— exclama Beatriz angustiada al ver su expresión—. ¿No es suficiente?, lo siento, es que por mi viaje a Londres no pude organizar algo mejor.

— ¿Qué?— cuestiona incrédula—. Beatriz esto es más que suficiente, Mell nunca había tenido una fiesta. Y... Y guau, espero que no hayas gastado demasiado, aunque sé que es imposible que no lo hayas hecho— comenta viendo a su alrededor sin apartar la expresión sorprendida de su rostro.

—Claro que no es demasiado Susan, Mell merece solo lo mejor, al igual que tú.

— ¡Madrina!— exclama con emoción la festejada al ingresar a la mansión, tomada de la mano de Alex.



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En el texto hay: drama, amor familiar, orfanato

Editado: 29.08.2020

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