🎃 Capítulo 3 🎃
Parte Final.
Los cinco chicos ingresaron por el portón haciendo rechinar más de lo usual el portón.
Se encaminaron hacia la casa pasando por el largo camino hacia esta, la neblina cubría el lugar mientras ellos avanzaban, sus pasos se sentían pesados.
—¿sienten eso? —preguntó Leo.
—Ya te contagiaste del miedo de Freddy —molesto Zaiden.
—no es miedo sentí que algo tocó mi pierna —y no mentía las raíces de los matorrales que se encontraban alrededor del camino estaban cobrando vida.
Ellos siguieron avanzando sin mirar atrás, al pisar la entrada de la fachada de aquella casa el piso crujió y la puerta se abrió haciéndole una invitación, ellos sin pensarlo dos veces se adentraron a la casa, y la puerta de esta se cerró haciendo un sonido espeluznante. Karla se volteó para abrir la más esta estaba cerrada.
—Se atora —le comunicó a los demás.
—No importa ya encontraremos por donde salir —dijo Efraín. —Empecemos con el show.
Ambos sacaron una gorra que tenía una linterna y una pequeña cámara, todos se miraron y asintieron en aprobación de que estaban listos. Empezaron la caminata adentrándose aún más al interior de la casa.
A medida que daban cada paso el aire se hacía más escalofriante, algunos gritos se empezaron a escuchar en la segunda planta, de las paredes empezó a salir un liquido viscoso, el piso crujía de forma tenebrosa, en las paredes empezaron aparecer rasguños, los chicos se miraban unos a otros, las piel se le enchinaba a medida de cada paso, pero aun así siguieron avanzando, ellos debían ganar esa apuesta a como diera lugar.
Puesto que todo empezó por una apuesta en la cual ellos fueron retados a pasar la noche de Halloween en una casa tenebrosa, claro que ellos decidieron entrar en esa precisamente.
Una sombra pasó delante de ellos provocando un escalofrío en sus cuerpos.
—¿Qué fue eso? —preguntó Karla.
—Solo es el reflejo de la luz en alguna de las ventanas —le tranquilizó Efraín.
Ellos siguieron avanzando, Zaiden sintió que algo le rozó el brazo, por lo tanto miró hacia atrás encontrándose con el rostro pálido de una niña, la cual le sonreía de forma siniestra. La expresión en el rostro del chico mostraba terror y un escalofrío lo recorrió de la planta de los pies hasta el último cabello giro su rostro para correr, más algo lo sujetó de los pies haciéndolo caer, la niña lo tomó de los pies y lo arrastró por el pasillo al lado contrario donde iban los demás.
—“AUXILIO” —pidió más nadie lo escuchó. —Suéltame maldita bruja —vociferó con voz temblorosa.
—Eres nuestro —susurró la niña.
Enterró sus uñas al piso, pataleo más no logró zafarse del agarre de la niña, seguía gritando “AUXILIO” una y otra vez más nadie podía escucharlo. La mujer lo soltó dejando que se pusiera de pie.
—“Corre” —Le susurro ella y aunque quiso hacerlo sus pies no respondían y cayó al suelo, se empezó arrastrar en reversa sin quitarle la mirada a la niña de aspecto tenebroso.
“Aléjate de mí” —su voz salió inaudible.
La niña ladeo la cabeza y sonrió de manera escalofriante, que él no pudo seguir avanzando y ninguna extremidad de su cuerpo respondía, la niña se agachó y se arrastró hacia él, se detuvo a cierta distancia y corrió hacia el chico tras pasándole el cuerpo, los ojos del chico estaban blancos y abiertos como dos platos llanos, su cuerpo quedó tendido en el piso.
Mientras los demás seguían su recorrido escaleras arribas, los primeros en subir fueron Freddy y Pilar luego de ellos iba Efraín junto a Karla la cual sintió algo viscoso caer en su cuello, lo limpio sintiendo un olor desagradable, más no prestó atención y siguió subiendo.
—Zaiden estas muy callado —dijo Karla volteando hacia atrás, más solo vio una sombra pasar a toda prisa. —¡Zaiden! —exclamó haciendo que los demás voltearon hacia ellos pues nadie se había dado cuenta de su desaparición.
—¿dónde está Zaiden? —preguntó Pilar.
—venía detrás de nosotros ¿no? —intervino Efraín. —de seguro nos alcanzará pronto.
—Sí, sigamos —propuso Karla.
Al pisar el último escalón sintieron una corriente extraña la cual ignoraron, empezaron a recorrer el largo pasillo.
—¿No sienten cómo que algo nos persigue? —preguntó Freddy.
—No empieces Freddy, no estamos en una película de terror.
—Lo sé, pero es que no sé, siento como si algo nos persigue, y este escalofrío que hace que se ponga la piel de gallina.
—De por si eres un gallina Freddy y has visto todas las películas de terror que hayan sacado —Pilar lo empujo para avanzar.
—Debiste quedarte como te dije, no era necesario que nos acompañaras —le dijo Efraín tocando su hombro.
Freddy, solo se encogió de hombros y siguió caminando. Mientras Pilar se topó con el cuerpo de un Zaiden, pálido y sin vida, cuyos ojos estaban blancos, un grito salió de su garganta asustando a los demás quienes corrieron hacia ella.
—¿Qué te sucede? —preguntó Karla.
—Za… Zaaaiden —tartamudeo temblorosa, mientras su dedo apuntaba el cuerpo inerte de su amigo.
—¡Por dios! —Karla llevó su mano a la boca.
—¿Cómo sucedió esto? —Efraín se agacho tocando el cuello de su amigo. —su cuerpo está frío él…
Negó mirando a Freddy, Pilar se recostó en la pared sollozando, cerró y abrió sus ojos, al abrirlo se encontró con el rostro de una niña que salía de la pared.
—¿está muerto? —dijo Freddy, en eso Pilar empezó a gritar como loca.