La niñera

prologo

-¿Por qué no me dejas en paz Derek? -dije exasperada una mujer común debería de estar asustada, con las piernas temblando de miedo y llorando a mares pero que puedo decir mi infancia no fue común y dudo que yo sea normal.

-¡¿Qué no lo entiendes?!-dijo el poniendo las manos en su cabeza relajadamente, sus dedos se colaban entre su cabello corto pero sexy ¿Qué? a pesar de estar en esta situación hay que reconocer que esta para comérselo con nutella y además como dije anteriormente no soy normal.-jamás debiste liberarla, si no la hubieras ayudado ¡quizás! ahora estarías disfrutando tu vida.- me salió una sonrisa ladina es inevitable no hacerlo, yo no disfrute mi vida mientras estaba libre bueno talvez un poco ¡na! ¡na! ¡heee! ¡na! ¡na! ¡heee! MALDITA canción no sale de mi cabeza lástima que lo único que entendí fue el coro porque el inglés no me entra ni, aunque me lo metan por el orto.

Me sobresalto de repente por un estruendo, no me di de cuenta que entré en mi mundo, allí se encontraba Derek furioso con las manos en la mesa porque no le puse atención ¡uppsss! Culpable.

-¡¿me escuchaste?!- dijo ahora furioso con una mirada de asesino, con unos ojos negros como la iluminación de una cueva me da nervios pero a las vez me da risa, ¡no! ¡no! No te rías maldita sea ¡piensa! Piensa en una adorable nutella muy deliciosa y apetecible diciendo cómeme ¡mmmmmm! Se me hace agua la boca.

-seeeee claro que te escuche- conteste mirándolo con el ceño fruncido -pero por si las moscas me lo puedes repetir, pues para saber si escuche bien.- el se acercó furioso y me acorralo en la pared apretando mí cuello con sus manos.

-odio que no me escuchen, pero como eres nueva te voy a decir todas las reglas – cada vez me asfixiaba más, pero me soltó.  




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