Oliver
Me sirvo un trago pensando en el día de ayer, decir que dormí es decir mucho, ¿cómo hacerlo si solo en mi mente estaba ella?, su sonrisa, sus palabras y su tatuaje, el dichoso tatuaje hermoso en su espalda aunque lo que más se clava en mi mente es esa sonrisa, cierro mis ojos pensando en ella, es una hermosa sonrisa que hace olvidar todo lo demás, lástima cuando miro todo su cuerpo o su rostro en general, doy un largo suspiro abriendo mis ojos, por Dios, debo dejar de pensar en esa mujer, es fea, sí, eso es lo que debo pensar, en lo fea y arrogante que es, en que nunca baja la cabeza y en que mira siempre mis ojos desafiándome con su intensa mirada.
—¿A quién van esos suspiros? —escucho a Julio y le miro
—Me voy a volver loco —tomo asiento en mi silla —no puedo pensar con claridad con todos los problemas a mi alrededor Julio
—Pues comienza a pensar Oliver —él bufa —en unos minutos debes reunirte con tus consejeros, con tu director de comunicaciones y con el secretario de prensa, además, ya debes ir pensando en una buena estrategia para tu campaña
—Para eso está Mónica —bufo poniéndome de pie —ella ya se encarga de todo, me hará ganar esta campaña como hizo con la anterior y volveré a ser el presidente de este país Julio —le miro —solo que no se ya si quiera seguir —paso las manos por mi rostro —estoy cansado, frustrado y estresado —respiro hondo.
—¿hace cuanto no estás con una mujer Oliver? —miro a mi amigo sin responder esa pregunta
—Ni siquiera lo recuerdo —él ríe
—Entonces mi consejo es que salgas y disfrutes una noche de los placeres de la vida —se acerca a mí —lo mereces y lo necesitas.
—No puedo hacer algo como eso en este momento —me alejo de él —imagina una foto mía por los medios, soy un hombre casado Julio
—Tu esposa está en coma hace años Oliver
—Sigo estando casado —miro el anillo en mi mano —y sí, quiero sentir lo que es volver a estar con una mujer, pero la prensa me comería vivo —río —y dudo que de algo así Fred pueda salvarme —digo refiriéndome a mi secretario de prensa y Julio ríe.
—Conozco un sitio aislado y muy bonito —miro sus ojos —en donde nadie te va a conocer y todos los que van tienen secretos y cargos altos —aprieto mis dientes —podemos ir
—Has ido —suspiro —Julio si alguien supiera eso
—Es discreto Oliver —sonríe —nadie reconoce a nadie, si cambias de opinión y quieres ir entonces búscame y te llevaré, te divertirás hermano, te hace falta Oliver, recuerda eso, sigues siendo humano y tienes necesidades —él se acerca más a mí y sus manos van a mis hombros —además, que estés con alguien no significa que dejes de amar a tu esposa, si no hay amor, no hay traición —vuelve a sonreír y luego se aleja de mí, niego con la cabeza y paso las manos por mi rostro, luego mi secretaria es quien entra.
—Señor Presidente, la niñera de sus hijos quiere verle —tenso mi mandíbula
—Dígale que estoy en una reunión importante y
—Mentir no le hace mejor persona —su irritante voz me estresa aún más cuando ella entra.
—Clara, déjanos solos —pido y mi secretaria solo asiente —¿qué quieres?
—Los pequeños quieren salir de la casa y
—No —soy rápido al hablar volviendo a mi asiento
—Están cansados de estar encerrados, son niños, y además, quieren ver a su madre y
—No —repito mirando ahora sus ojos, no hay ninguna reacción de su parte
—Señor
—Salga —señalo la puerta —tengo cosas que hacer Valeria —ella tarda segundos, pero al final solo asiente y la veo caminar hacia la puerta, dejo de mirarla y cuando la puerta se cierra agradezco al cielo por ello. Miro hacia la puerta cuando es abierta y quien entra me hace sonreír, Marla, una de mis consejeras se acerca a mí.
—¿A qué debo el honor? —abro mis brazos y ella toma asiento
—Acabo de conocer a tu niñera —me mira interesada y río
—Lo sé —bufo —es fea pero
—¿Es confiable? —la miro con su pregunta —Oliver estamos en una campaña política para que seas reelegido, debes tener claro a quién mantienes cerca, por cierto, tu familia sigue en la casa y tu hermano
—Lo sé —gruño
—Has que esa mujer se vista mejor —señala hacia la puerta —da mala imagen, cuando tengas que salir con tus hijos a alguna reunión importante, ¿qué pasará? ¿Buscarás a otra niñera?, da igual que sea fea o linda o modelo o vagabunda, haz que vista bien y no como si estuviese en siglos pasados —Marla se pone de pie
—¿Solo has venido a eso? —mira mis ojos
—Han visto reunidos a tu padre con tu jefe de gabinete —tenso mi mandíbula —investiga por qué se reúnen Oliver, en este punto cualquier traición por pequeña que sea puede llevarte a perder —asiento —y evita a Julio.
—¿Por qué lo dices? —la miro, ella ríe
—Solo está aquí porque es tu mejor amigo —dice lo obvio —no te dará buenos consejos —sonrío mientras niego y ella va hacia la puerta, siempre tan directa e inteligente que parece leer la mente de todos, por esa razón está en mi equipo.
Camino despacio hacia mi padre que está fuera mirando hacia la nada, en silencio me detengo a su lado y él suspira, meto mis manos dentro de mis bolsillos sin decir aún nada.
—Luego de lo de ayer creo que tu hermano tiene razón —al fin habla —no eres capaz de hacer que tus hijos obedezcan, imagina dirigir a todo un país.
—Veo que estás de su lado
—Seamos sinceros Oliver, nunca serviste para esto —mira mis ojos y evito tensarme —no tienes madera para ser presidente, eres débil, demasiado bueno y las personas como tú no llegan muy lejos porque todos acaban pasando por encima de ti, solo mira a la niñera horrible que tienes —ríe dejando de mirarme.
—Voy a ganar
—Ya —sonríe —¿crees que cuando todos sepan que tu familia no te apoya te van a apoyar? —mira mis ojos —no eres un líder Oliver, no naciste para eso, hazte a un lado y evita humillaciones —mi padre lleva sus manos a mi rostro —retírate diciendo que vas a apoyar a tu hermano y sal con la cabeza en alto.