La noche de la muerte

Reglas y competencias

El bullicio llenaba el gimnasio y el campo del instituto. Los estudiantes se agrupaban, murmurando sobre quién sería el más rápido, fuerte o habilidoso. Desde el escenario, el director levantó la voz y el ruido se convirtió en silencio.

—¡Bienvenidos a los eventos deportivos de este año! —anunció—. Cada equipo de diez estudiantes competirá en una serie de pruebas que evaluarán su velocidad, fuerza, precisión, resistencia y trabajo en equipo.

Sonic miró a su grupo mientras escuchaba las reglas. Cada detalle contaba:

Los equipos debían permanecer juntos y colaborar en cada prueba.

Cada evento sumaba puntos al total del equipo, y los resultados individuales también influirían en el marcador final.

Cualquier infracción sería penalizada.

Luego, el director explicó cada competencia:

1. Carrera de relevos: rapidez y coordinación entre los miembros del equipo. Sonic sonrió, confiado en que su velocidad sería un gran aporte.

2. Prueba de fuerza: levantamiento de peso y ejercicios de resistencia. El desafío parecía fácil para algunos, pero cada kilo contaba.

3. Circuito de obstáculos: una mezcla de agilidad, velocidad y estrategia. Saltos, escaladas y maniobras que pondrían a prueba su coordinación.

4. Juego de precisión: puntería, enfoque y control. Cada miembro debía concentrarse para no perder puntos.

5. Prueba de resistencia: la más dura físicamente, una carrera larga y agotadora donde solo los más persistentes destacarían.

—Bueno, equipo —dijo Kaito, observando las competencias—. Sabemos de lo que somos capaces. Solo tenemos que planear quién participa en cada evento y cubrirnos entre nosotros.

Sonic asintió, mirando a cada miembro del grupo. Su mente calculaba dónde cada uno podría destacar, cómo podrían maximizar sus habilidades sin llamar demasiado la atención. Aunque él aún mantenía sus secretos, sabía que podía hacer la diferencia en las pruebas de velocidad y resistencia.

Emili estaba cerca, animando a su propio equipo, pero no pudo evitar mirar a Sonic mientras ajustaba su postura y respiraba profundo. Él le devolvió una leve sonrisa, una pequeña chispa que le recordaba que todo esto era más que competencia: era un momento de conexión, desafío y diversión.

El director levantó el silbato.
—¡Que comiencen los eventos deportivos!

El primer equipo se preparó en la línea de salida, y Sonic sintió cómo la emoción recorría su cuerpo. La competencia había comenzado, y cada prueba pondría a prueba la fuerza, velocidad y unidad de su grupo.




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