El silbato sonó, y los equipos se alinearon en la pista para la carrera de relevos. El sol brillaba intensamente, reflejando la tensión y emoción de todos los participantes. Sonic respiró profundo y se colocó en su posición, sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo.
—¡Recuerden las señales! —dijo Kaito, líder del grupo—. Coordinación y rapidez. Podemos hacerlo.
El primer equipo arrancó. Sonic observaba a sus compañeros, calculando el mejor momento para tomar el relevo. Cuando llegó su turno, tomó el bastón con firmeza y disparó hacia adelante con una velocidad impresionante, cubriendo su tramo en un tiempo que dejó a algunos rivales atrás sin que nadie notara nada extraordinario.
Mientras corría, sus ojos carmesí captaban cada detalle del recorrido: obstáculos, movimientos de otros corredores y la posición de su equipo. Cada paso era preciso, cada salto calculado. La coordinación con sus compañeros era perfecta; el relevo fluía con ritmo y exactitud.
—¡Vamos, Sonic! —gritó Haru desde la meta—. ¡Tú puedes!
Sonic sonrió, sintiendo la fuerza del apoyo de su grupo. Incluso los obstáculos inesperados, como un charco resbaladizo y un tramo de barro, fueron superados con agilidad y fuerza, sin que nadie más se diera cuenta de lo increíble que estaba siendo.
Al final, cuando cruzó la meta, su equipo lo recibió con aplausos y sonrisas.
—¡Excelente trabajo, Sonic! —dijo Kai, dándole una palmada amistosa—. ¡Nos salvaste el tramo!
Sonic respiró profundo, disfrutando del momento. Había mostrado su velocidad, observación y resistencia, aunque aún no había revelado todo su potencial.
Desde la grada, Emili lo observaba con orgullo. Al verlo sonreír junto a sus compañeros, sintió una chispa de alegría. Sonic, por su parte, notó su mirada y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro; no necesitaban palabras para entender que ese momento era especial.
El primer evento había terminado, pero Sonic sabía que aún quedaban pruebas más desafiantes, donde él y su grupo tendrían que demostrar todo su esfuerzo, coordinación y habilidades. La carrera había sido solo el inicio.