La noche de la muerte:leo Nakamura

Verdades que queman

Leo estaba en la base del grupo junto a Sonic, Riku y Kai revisando reportes de movimientos extraños en la ciudad. Había tensión en el aire.

—Tres apariciones nuevas —dijo Sonic—. Y todas cerca del instituto.

—No es coincidencia —respondió Riku.

Leo apretaba los dientes. Algo lo inquietaba desde la mañana y no sabía qué.

De repente, la puerta principal se abrió de golpe.

—¡Leo! —la voz desesperada de Aiko llenó la sala.

Leo se levantó de inmediato.

—¿Aiko? ¿Qué haces aquí? Es peligroso—

Ella lo abrazó.
Leo se quedó completamente quieto, sorprendido, mientras sentía su cuerpo temblar.

—Leo… —susurró ella—. Lo vi. Lo vi con mis propios ojos.

Sonic y los demás se miraron.

—¿Qué viste? —preguntó Leo, poniendo sus manos en sus hombros.

Aiko respiraba agitadamente.

—Una sombra… un hombre encapuchado… ojos blancos… Me dijo… que te estás “despertando”… y que me alejara de ti.

El silencio en la base fue total.

Riku bajó la mirada. Kai frunció el ceño. Sonic simplemente cerró los ojos.

Leo sintió un escalofrío en la columna.

—¿Te dijo… que me alejaras? —preguntó, con una mezcla de rabia y miedo.

Aiko asintió.

—Yo no le hice caso, Leo. No pienso dejarte solo.

Leo sintió cómo algo en su pecho se rompía… pero era un quiebre bueno, uno que liberaba.

Tomó la mano de Aiko.

—No voy a permitir que nada te toque —dijo con una firmeza que sorprendió a todos—. Te lo juro.

Sonic se acercó.

—Leo… ya no podemos esconderlo. Ella ya está metida en esto.

Leo lo miró.

—Nunca estuvo “fuera”, Sonic. Ella ya estaba aquí… desde antes de que yo lo supiera.

Aiko lo observó, con el rostro todavía asustado, pero con una determinación clara.

—Leo… ¿qué significa que te estás despertando?

Leo respiró profundo.

—Significa… que lo que viste esa noche, cuando murió mi abuelo…
no fue un accidente.

Los ojos de Aiko se abrieron completamente.

—¿Q-qué?

Leo apretó su mano.

—Significa que dentro de mí había algo… dormido. Algo que esa sombra… quiere despertar por completo.

Sonic cruzó los brazos.

—Y si despierta por completo… no sabemos si será nuestro aliado… o nuestro enemigo.

Aiko miró a Leo con miedo, pero también con un cariño imposible de ocultar.

—Entonces… —susurró ella—. Tendré que asegurarme de que despiertes del lado correcto.

Leo la miró fijamente.
Y por un momento, el mundo se quedó quieto.

—Aiko… —dijo él—. No sabes cuánto te necesito ahora.

Ella sonrió levemente.

—Lo sé.

Sonic, Riku y Kai se dieron una mirada.

Todo estaba por volverse mucho más peligroso.

Y el corazón de Leo Nakamura…
también.




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