Cuando era pequeña siempre pensé que el amor era algo mágico y único.Que los cuentos de hadas podían
hacerse realidad.Lo había visto con mis abuelos ,quienes festejaron hace unos meses atrás su 60vo
aniversario de casados. Y ellos realmente había pasado por todo. No estaba segura de que las personas
estuviesen destinadas a soportar todo lo que ellos habian vivido. Sin exagerar , tuvieron que luchar
contra los prejuicios ya que en plena época de los '40 no era algo común ver a una chica blanca salir
con un hombre de color.
La gente los miraba más. Eran básicamente marginados de la sociedad y sus padres no eran lo que
digamos "fan" de esa unión. Todo empeoró cuando enviaron a mi abuelo Jack a la guerra y la única
manera de comunicación que existía entre ellos eran cartas que se enviaban. Fueron meses realmente
angustiantes para Lina, mi abuela. Afortunadamente él regresó a casa , sano y salvo. Claramente.De
otra manera yo no estaría aquí.Mucho menos mis padres.
Lo de ellos era otra historia. Si el romance de mis abuelos podría denominarse como algo de ensueño,
lo de ellos era una historia sacada de Disney , pero mejorada.Eran la envidia de su grupo de amigos,
los cuáles la mayoría estaban separados. Pero su amor se mantenía intacto , incluso luego de casi 50 años de
casados.
Habían formado una hermosa familia, mi padre era un veterinario, realmente querido por todas las
personas aquí, y mi madre una maestra jardinera. El don de cuidar a los demás corría por su sangre.
Y eso habian hecho con los 4 hijos que había tenido. De los cuáles , era la única niña.La mimada,
la protegida .
Mis hermanos estaban todos casado y yo a mis 28 años ya era la orgullosa tía de 5 bellos niños
que llenaban mi alma. Es por eso que mis padres no esperaban menos de mí. A esta edad ya sentía sobre
mis hombros la presión de encontrar a mi media naranja y sentar cabeza.
Pero definitivamente yo no estaba apurada con eso, necesitaba enfocarme en mi trabajo como periodista
luego de haber conseguido ese puesto en la revista "Bonjour" , y además tenía a mi lado un hombre
realmente increíble que me hacía feliz.
Llevaba con Toby cerca de 4 años, lo conocí en una fiesta de su fraternidad durante nuestro último año en la
universidad y me preguntaba como era posible que hubiese pasado tanto tiempo y que nuestros caminos
no se hubiesen cruzado. Es como si él hubiese aparecido en mi vida como por arte de magia, por arte
del destino.Lo presenté a mis padres en la fiesta por el aniversario de mis abuelos, llevábamos tan solo
una semana saliendo, y algunos habrían creído que esto era realmente apresurado, pero la verdad es que
desde aquel momento , nos volvimos inseparables.
Pero todo eso cambió un día de mayo, mientras estaba terminando de trasladar las cosas a mi nueva oficina
luego de que me trasladaran al edificio de los editores, puesto que tenía bien ganado.
Estaba colocando un portaretrato donde descansaba una foto en la que salía con Toby en Los Cabos, y él
me tenía agarrada por la cintura. Era la imagen perfecta. La pantalla de mi móvil se iluminó indicandome que
un nuevo mensaje había llegado y el tono era más que familiar para mí, era el que le había asignado a Toby.
"Querida Max, nunca quise que esto pasara de esta manera , pero siento que esto ya no da para más, y
me parece que es hora de que vayamos por caminos diferentes. No diré las típicas palabras de no eres tú,
soy yo, porque los dos cometimos errores , asi que para evitar hacernos más daño, es mejor cortar esto
aquí. Que tengas una buena vida, T".
En aquel momento sus palabras fueron como un puñal que se clavaran en mi pecho y excarvaran en él
sin piedad. Así fue como el día que estaba destinado a ser perfecto, se convirtió en el peor de mi vida.Todo
gracias al maldito de Toby Prudell.