La noche que cambio nuestras vidas

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Recuerdan esa escena de "Legalmente Rubia" en la que Elle Woods estaba tirada en su cama, con su

maquillaje corrido, despeinada y le arrojaba cajas vacías de bombones de chocolates a una televisión,

mientras veía una película romántica?

Se puede decir que yo estaba recreando a la perfección aquella parte de la película, nada más que estaba

casi segura de que mi dolor no pasaría tan rápido como el de ella. Y tampoco era como si me fuese a 

inscribir en una nueva carrera universitaria para distraer mi mente.No luego de lo que me costó terminar

la de periodismo. 

Ahora todos los recuerdos sobre aquello me resultaban más que dolorosos y me encantaría poder eliminarlos 

de mi mente. Pero estaban tan arraigados allí, que era casi imposible hacerlo.Lamentablemente. No esperaba

que apareciera un principe azul en un caballo blanco a sacarme de ese infierno en el que Toby me había 

metido. Tan solo esperaba que apareciera alguien para calmar mi dolor.

No me importaba si duraba poco, si era un romance de una noche. Si ni siquiera se dignaba a llamarme

la mañana siguiente. Quería a alguien que me hiciera sentir segura, bella y que me ayudara a creer que

el amor aún existía allí afuera.En algún lugar.

Miré a mi alrededor , y no podía creer que ese lugar fuese alguna vez una habitación ordenada y pulcra.

La de una mujer adulta, que parecía que tenía todo controlado.Una buena familia, un excelente trabajo,

y un novio atento,además de un cuerpo envidiable.

Ahora era un desastre de papeles de dulces, desperdigados por todas partes, la ropa en el piso y no había

tocada mi cara para maquillarla en dos días. Por lo menos el bastardo de Toby había tenido la decencia de 

romper conmigo durante el fin de semana. De esta forma tendría tan solo dos días, para reponerme. No veía

como algo viable faltar a mi trabajo cuando estaba apenas comenzando allí y era la nueva, en especial,

porque la justificación para mi ausencia , era porque me habían botado. A través de un mensaje de texto.

Había decidido que si Katy Perry y Taylor Swift habían superado algo así, yo no era menos mujer para hacer

exactamente lo mismo. Tan solo necesitaba ser la reina de los dulces y la procrastinación unas horas más

y podría reponerme para volver al trabajo como nueva.

Sería fuerte y saldría de esta. Pero por ahora lo único que tenía para sentirme mejor eran toneladas y 

toneladas de dulces.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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En el texto hay: amortoxico, romance, drama

Editado: 07.06.2022

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