Me volví a despertar con mi querida canción fire, de BTS, me desperté, pero no me levante, solo miraba un punto ciego en mi cuarto, pensando en nada, mi cabeza estaba en blanco, sentía que mi cuerpo no lo podía mover, era raro, pero solo paso por un momento, cuando ya mi cuerpo reaccionaba me senté en la cama y apague la alarma.
Apenas apague la alarma la puerta de mi habitación se abrió, era mi hermana.
-oye mocosa, es que no pensabas en apagar esa mierda o que, o estabas esperando a que viniera a apagarla yo.
Me decía mi hermana furiosa.
-no, solo que ya sabes que me encanta las canciones de ellos, por eso la deje.
-bien déjala, ese es tu problema, pero bájale al maldito volumen, ¿me entendiste?
-esta bien. – una vez dije eso, mi hermana cerro la puerta con un portazo y se fue.
Se preguntarán por que no le dije la verdad a mi hermana, que por que no le dije que prácticamente estaba paralitica, la verdad no le vi necesidad, siempre me pasa esto y nunca a pasado a ser una tragedia, por eso no le vi razón.
Me pare de la cama y me sentía mareada, mi cabeza me daba muchas vueltas, me senté obligatoriamente en mi cama para no caerme, me cogí la cabeza ya que me dolía un poco.
Dure un rato sentada esperando a que me pasara el dolor mire la hora en mi celular y eran las tres y cuarenta de la mañana ya llevaba diez minutos ahí sentada
Cuando ya me sentía un poco mejor decidí levantarme de la cama, camine unos pocos pasos, pero me sentía muy mal, mis piernas me temblaban, la vista se me distorsionaba, sentía que iba a perder la fuerza de mi cuerpo, cuando menos lo sabía, sentí un fuerte golpe en la cabeza y me desconecte de todo el mundo.
Sentía que me movía, sentía pasar destellos de luz blanca, escuchaba murmullos, intentaba abrir los parpados de mis ojos, pero no podía, pesaban mucho, volví a quedarme dormida.
Cuando desperté, ya estaba en una habitación ajena a la mía, escuchaba pitidos de máquinas, estaba en una habitación de hospital, estaba sola en ella, tenía un montón de aparatos conectados a mi cuerpo y tenia vendas rodeando mi cabeza, sentía un intenso dolor en ella.
Intente sentarme, pero no podía, mis brazos estaban muy débiles.
Entro un doctor a la habitación.
-que bien, ya despertó. -me dijo el doctor.
-perdón, pero no entiendo por qué estoy aquí.
-si lo sé, sus familiares están afuera esperando a verla, quiere que les pida que pasen.
-sí, pero espere un momento.
-sí, dígame.
-que me paso, por que estoy conectada a todos estos aparatos.
-espere un momento
-espere un momento señorita, eso se lo va a responder la persona que la trajo aquí.
Yo asentí con la cabeza.
El doctor salió de la habitación y al momento entro mi hermana
-Laura, por dios, por fin despertaste.
-si lo sé, ¿cuánto tiempo llevo inconsciente?
-casi doce horas.
Yo asentí con la cabeza, lentamente.
-pero, porque estoy aquí. -le pregunte a mi hermana.
Ella se sentó en la silla que estaba al lado de la cama.
-Laura, te desmayaste, en si no se lo que paso solo escuche un estruendo que venía de tu habitación y me levante rápido, cuando abrí la puerta de tu habitación te vi en el piso desmayada, con sangre saliendo de tu cabeza, prácticamente enloquecí, llame a nuestra madre para que me ayudara, ella se acercó a ti y dijo que tocaba llamar a una ambulancia, la llamamos y ella te trajo hasta aquí. ¿sabes lo que te paso antes de que te desmayaras.
Yo asentí con la cabeza y me di media vuelta dándole la espalda a mi hermana.
-sí, si lo sé.
- ¿qué te paso?
- ¿te acuerdas cuando llegaste al cuarto y me regañaste porque no había apagado la alarma?
-sí, si lo recuerdo bien, ¿Por qué? ¿qué paso?
-te mentí mana, yo no deje la alarma por que me gustara, sino porque no podía.
-cómo así, no te entiendo.
-si mana, me desperté con la alarma, abrí mis ojos, pero no podía moverme, no podía mover ningún musculo de mi cuerpo, prácticamente estaba paralitica.
-y por que no me dijiste, no te hubiera regañado.
-no te dije, porque esto me pasa desde hace mucho tiempo.
-Alejandra como así, estas así desde hace mucho tiempo y no me dijiste nada.
-si mana, lo siento.
-Laura, con la salud no se juega, que tal tengas algo grave, que tal que esta vez en vez de desmayo hubiera sido una convulsión, ah dime, mi mamá y yo que hubiéramos hecho si a ti te pasa algo grave.
-Mana, ya cálmate, yo sé que estuvo mal en no decirte, perdóname, pero ya cálmate.
-bien, voy a llamar al doctor para que me diga cuál es tu diagnóstico.
-está bien.
Fue lo ultimo que le dije antes de que saliera de la habitación.
Estuve todo el día en el hospital, me sacaban sangre, verificaban si tenia fiebre y muchas cosas más, todo el tiempo estuve en observación.
El doctor al fin diagnóstico lo que tenía, tenía anemia, era la responsable de que me puniera amarilla y que me dieran esos mareos cuando me levantaba.
El doctor me formulo un montón de medicamentos, unos eran para los dolores de cabeza, otros para los mareos y así sucesivamente,
Al fin Sali del hospital a las ocho y media de la noche, según el sistema de ingreso del hospital yo había ingresado a las cuatro de la mañana, media hora después de la hora en mi alarma.