cuarto capitulo

Desperté, sentí un zumbido en mi oreja, era la alarma que había puesto para mi gran día.

Saque el celular de debajo de mi almohada y apague la alarma, la apague con una gran sonrisa en mi rostro ya que iba a conocer un país muy diferente a Colombia.

Si soy colombiana, vivo en Bogotá, distrito capital de Colombia y por ende soy latinoamericana, la verdad estoy muy orgullosa de ser colombiana, estoy orgullosa de ser parte del país más feliz del mundo, estoy orgullosa de ser tricolor, la verdad no tengo palabras de como expresar mi amor por mi patria.

Me levante de mi cama y me dirigí a la mesita de noche para tomarme la medicina recetada por el doctor, ya tomándome las pastillas, no me da mareo al levantarme, pero de todas maneras no puedo parar de tomármelas o si no, mi estado empeoraría, tendría que tomármelas hasta que mejore.

Terminé de tomarme las pastillas y fui al mini gimnasio a hacer un poco de ejercicio.

Yo hago ejercicio desde muy pequeña, lo hago desde los 10 años, mi padre era militar, ya se los había dicho, me enseño que siempre tenia que tener buen físico, me hacía correr kilómetros, me hacia levantar pesas, me hacia coger fuerza en mis piernas y la verdad hoy, se lo agradezco, para decir verdad, tengo buen cuerpo, piernas y abdomen tonificadas, no me canso con solo correr de una esquina a la otra.

No se crean que porque hago ejercicio todos los días se lo restriego a todo el mundo, no, la verdad, ni siquiera se dan cuenta, no me gusta estar divulgando cosas innecesarias.

Termine de hacer ejercicio y fui a la cocina, brinque del susto cuando encontré a mi mamá y a mi hermana cocinando.

-ustedes que están haciendo. -dije dirigiéndome a las dos personas que tenía enfrente.

-buenos días Lala, estas listas para tu gran día. -dijo mi hermana con una gran sonrisa en su cara y sirviendo huevos en un plato.

-buenos días querida hija, esa berraca costumbre tuya de no saludar primero. -dijo mi madre con el entrecejo arrugado.

-lo siento mamá, buenos días las dos mujeres mas importantes en toda mi vida. -dije.

-aunque eso se escucha un poco falso, te lo acepto. -dijo mi madre cruzada de brazos  

-Jajá. -escuche a mi hermana casi cayéndose de la risa a un lado de mi madre.

-Ja, ja, ja, muy graciosa, bueno, ya cambiando el tema de conversación, que hacen ustedes dos aquí.

-En serio nos preguntas eso Laura. -dice mi hermana mirándome.

Yo asentí con la cabeza lentamente.

 -por que hoy se va mi única hermana, para un país muy diferente a Colombia, todavía no entiendo como aprendiste coreano.

Mientras ella iba hablando se iba acercando cada vez más a mí.

Jijiji, me reí de cómo lo dijo.

-será porque soy más juiciosa que tú.

-jaja muy graciosa. -dijo ella seria.

 -hoy se va un pedacito de mi vida, por no sé cuánto tiempo y la verdad no sé qué voy a hacer. -se le salió una lagrima a mi hermana.

-hay mana, no me voy a morir, además me puedes estar llamando.

- ¿Como, si son casi catorce horas de diferencia?

-Pues has cuentas, así estarás pendiente de mí, además véale el lado bueno, te voy a traer obsequios.   

Mi hermana se rio y me abrazo, yo coincidí con su abrazo, después se nos unió nuestra madre y duramos un rato abrazadas.

-bueno ya no mas lagrimas tu tienes que irte a bañar que un vuelo te espera. -dijo mamá señalándome. -y tú. -dijo señalando a mi hermana. -alista el carro y las demás cosas que vamos a llevar a tu hermana.

Las dos dijimos si señora en un saludo militar y lo gracioso fue que lo hicimos al mismo tiempo.

Yo me dirigí a mi cuarto a bañarme y mi hermana al garaje a prender el carro y a meter mis maletas al baúl

Sali del baño y me vestí con algo abrigador, ya que en corea hace muchísimo frio, me puse una camisa manga larga blanca, un jean ajustado de tela gruesa de color negro, una chaqueta suavecita por dentro, para que me diera calor, con capota de peluche de color negro y unos tenis blancos, esta vez me amarre una cola de caballo al cabello ya que quería tener la cara despejada.

Sali de la habitación y mire todo mi cuarto, mi cama tendida, el desorden recogido, miraba todo a ver si se me olvidaba algo y al parecer no, apague la luz y cerré la puerta.

Sali corriendo hacia el carro ya que se me había hecho algo tarde, mi hermana y mi mamá ya estaban dentro del carro, abrieron el garaje y partimos camino.

-Que música quieres escuchar, por favor no me vallas a decir que BTS. -dijo mi hermana mirándome y juntando las manos en forma de súplica.

-bueno, está bien, pongamos a Daddy Yankee.

-siiiiii. -dijo mi hermana conectando el radio del carro a su celular, en cambio yo, esta negando con la cabeza y con una sonrisa en mi cara, no podía creerlo.

Llegamos al aeropuerto y bajamos las maletas del baúl, entramos al aeropuerto y encontramos muchas personas, algunas estaban hablando por teléfono, otras hablando con sus familiares, otras estaban solas esperando, había un poco de todo.

Me dirigí a recepción a pagar mi pasaporte y a registrar mis maletas, ya todo pagado, me dirigí a la sala de espera, a esperar que anunciaran la salida de mi vuelo, mi hermana y mi mamá se quedaron conmigo, mientras esperábamos hablábamos de todo un poquito, de que mi hermana le interesa un colega en el colegio, que mi madre esta muy enamorada de Nicolás y muchas cosas más.

-El vuelo 625 con destino a corea del sur sale en 10 minutos. -escuchamos por lo bafles que anunciaban mi vuelo.