La Novia del Billonario (#1)

Capítulo 2: Pelirrojo Exasperante

LUCIA GATES

Solo esperaba que los libros que necesitaba estuviesen disponibles. Necesitaba notas excelentes y para eso tenía que estudiar demasiado. Pasarme todo el día en la biblioteca de la facultad podría ser un poco estresante, pero siempre trataba de mantener la calma. Así soy yo, Lucia Gates. Siempre responsable y educada.

-Hola, Lucia-escuché una voz a mis espaldas. Una que conocía muy bien. Puse mis lentes encima de mi cabeza y solté un suspiro antes de apagar mi teléfono celular el cual mostraba mi reciente conversación con mi mejor amigo.

-Hola, Kens.-me di media vuelta en mi asiento y observé con una ceja enarcada al pelirrojo de ojos cafés frente a mí. Jason Kens y yo no éramos específicamente amigos. Solamente compartíamos algunas clases, y casi ni siquiera hablaba con él. Bueno con la mayoría de las personas en la universidad. Solamente hablaba con mi mejor amigo Lucas, pero él no estaba estudiando en la misma universidad que yo. Además no quería tener una mala influencia en estos momentos. No lo decía por Lucas, sino por todas esas personas hormonales que se la pasaban por toda la universidad.

Jason no era un estudiante inteligente, para nada. Sus habilidades en el fútbol americano le consiguieron una beca en la universidad. Por lo que había escuchado era muy bueno en eso. ¿Pero de qué sirve ser bueno en algo si no tienes cerebro?

-¿Estás aquí para estudiar a último minuto?

-¿Para qué estudiaría?-¿habla en serio?

-Para el examen de mañana con el profesor Richards.

-Ah con ese viejo... ¿en serio? Es que yo solo estaba buscando a mi hermana.

-Bueno, por si no te has dado cuenta... No está aquí conmigo-señale el espacio vacío a mi alrededor.- No me junto con ella ni con sus amigos.

-Tú nunca te juntas con nadie, Gates. ¿Qué tal si lo arreglamos? Deja esos libros y vamos a comer algo a la cafetería de al lado. Diviértete un poco.-solté un suspiro y asentí con mi cabeza. Un pequeño descanso con el pelirrojo exasperante no me haría ningún daño, ¿o sí?

-Está bien, vamos.

-¿Qué? ¿Has dicho que sí?

-Ehm... claro. ¿O es que acaso no hablabas en serio y no quieres comer conmigo? Porque si es así seguiré estudiando.

-No, no. Si lo dije... ósea si lo dije en serio. Yo quiero hacerlo y pues como tu... bueno... Yo no esperaba que me dijeras que sí.

-Ya sé a dónde quieres llegar, Jason. Solo vamos rápido.-tampoco es que quiero perder mi preciado tiempo contigo, pelirrojo exasperante.

-Oh, está bien-empecé a recoger todos mis cuadernos y libros y los guarde en mi mochila.-Déjame te ayudo-sin poder decirle nada tomo mis cosas y se las llevó. Pero que... ¿amable?

***

Tomé otro sorbo de mi malteada de chocolate que Jason pidió para mí mientras encontrábamos una mesa en la que sentarnos. Nos sentamos al lado de la ventana y volví a tomar mis cosas que él había tomado y las ubiqué a mi lado. Subí las mangas de mi jersey color beige y espere a que él dijera algo.

-¿Has ido a alguno de mis partidos?

-Lo siento, Jason. Pero no tengo tiempo para ese tipo de cosas. Estoy muy ocupada. Me estoy esforzando mucho en mis clases este semestre.

-A ver solo dime... ¿Qué haces exactamente cuando no estudias? Estudiar hasta parece tu hobby.

-No hago mucho. Antes tenía trabajos de medio tiempo, pero estos últimos días he estado centrándome en mis estudios. Estudiar no es un hobby. Solo algo que tengo que hacer para siempre sobresalir en mis clases en la universidad. No estoy aquí porque tengo dinero. Todo lo contrario. Estoy aquí por mi esfuerzo.

-Bonitas palabras. ¿Pero no crees que deberías salir más? De seguro es por eso que nunca sales con nadie. Deberías empezar a salir más. Disfrutar de tu juventud.-lo dijo como si no supiera que tenía un mejor amigo. Solo esperaba que ese chico se callara pronto.

-Ya, Jason. Eso es muy tosco de tu parte, ¿sabes?

-Lo siento, es que no tengo la menor idea porque me estoy comportando como un idiota contigo-ugh, malas palabras como las odio.- Es que hay algo en ti que me molesta... no sé si es la manera en la que interactúas en la universidad. No le hablas a nadie.

-¿Puedes parar? ¿Entonces para que me pediste salir contigo ahorita?

-No lo sé... ¿Por aburrimiento?-¿cuántos años tiene? ¿Diez?

-Los dos sabemos que ninguno de los dos se está divirtiendo. Creo que ya tengo que irme.

-No quería decir eso. Es que se me hace difícil hablarte.

-Mira, ninguno comparte muchas cosas en común a no ser por las clases que tomamos. Hablemos de eso.

-Aburrido...-alargó la "o" a la vez que rodó sus ojos.

-No es como si tuvieras buenos temas de qué hablar.

-No es como si eso fuera algo difícil de tratar. Tal vez solamente no deberíamos de hablar tanto.

-Oh okey, no te preocupes Jason. Sé cuándo no me quieren con ellos.

-Y-yo no quería decir eso. Es que me pones muy nervioso y-

-¿Yo? ¿Ponerte nervioso? Ni que diera tanto miedo, no seas tonto. Ya me canse. Gracias por la malteada y espero que encuentres a tu hermana. Estudia para el examen, no creas que el fútbol americano te va a mantener todo el tiempo.-colgué mi mochila en mi hombro, tomé la caja vacía de mi malteada y me levanté del asiento. Lo escuche llamarme pero solo me dedique a botar la caja en un basurero y salir de la cafetería.

***

Más tarde, en casa....

-¡Por fin!-exclamé con una sonrisa aliviada. Ya había terminado todos mis trabajos y por fin me sabía de memoria todo para el examen. De repente escuche mi estómago dar un pequeño rugido. Hasta tanto estudiar me ha dado hambre. Revise la hora en el reloj de mi habitación. ¡¿Las diez de la noche?! Cocinar algo decente a esas horas no era algo realmente bueno.

Decidí hacerme un simple sándwich con jamón y tomar un poco de jugo de ponche de frutas de la caja casi vacía. Busqué una bolsa de churros y me acosté en mi cama. Si, realmente era muy diferente cuando estaba dentro y fuera de mi casa. No me hacía mal descansar a mi manera de vez en cuando. Abrí la bolsa de Cheetos Crujientes y me puse a buscar algo bueno que ver en la televisión. Y lo único que encontré era el tonto Show de Griffin. Bueno, eso era mucho mejor que ver shows con gente rica presumiendo todo su dinero. Aunque la verdad… era casi lo mismo.




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