Santo padre celestial, santo pa-
Dios mío, Lucia Gates. ¿Por qué te comportas así solo por un simple hombre?
Me acabo de topar con Henry Kane. ¡¿Y me llamó belleza?!
-Yo... uhm...- las palabras se quedaron atascadas en mi garganta mientras tenía a aquel joven hombre frente a mí. Su cabello castaño estaba bien peinado hacia un lado y sus profundos ojos cafés me escaneaban lentamente.
-¿Me estabas persiguiendo?-¿pero y este que se cree?- No te preocupes si te avergüenza decírmelo, me pasa cada vez que visito este lugar. No entiendo porque el rector me dijo que esta sería una buena forma para poder escabullirme de la multitud.
-¡Es que lo es!-chillé con voz aguda e inmediatamente aclaré mi garganta y me puse en una posición recta.- Es que yo solamente estaba tomándome un atajo para llegar a mi clase.
-¿Entonces solo eso?-asentí con mi cabeza teniendo una expresión seria en mi cara.-Pues que pena. Soy Henry, por cierto.
-Eso lo sé muy bien.
-Pues claro, ahora al parecer todo el mundo lo sabe.
Vas a llegar tarde a clases, Lucia... No puedes arruinar tu asistencia perfecta.
-Soy Lucia Gates y debo de admitir que las fotos no te hacen justicia.-le sonreí coqueta.- Apuesto a que si no fueras millonario serías modelo.
-No le veo ningún sentido a eso. Si yo no salgo bien en las fotos, pues no sería un buen modelo.
-Solo debes conseguirte un mejor fotógrafo.-Miré mis uñas un poco largas.
-Puede que lo haga. Estás siendo muy encantadora, pero debo de interrumpirte. Estoy llegando tarde a una reunión y además las chicas inocentes como tú tienden a ser fácilmente lastimadas como tipos como yo.-esa sonrisa coqueta se borró de mi rostro.
-Eh...- acababa de hacer el ridículo, ¿no? ¿Para qué me quede más tiempo? ¿Perder mis clases por alguien como él? No y no.
-Hasta puede que olvide tu nombre.-comentó de repente haciendo que lo mirara furiosa.- Pero siempre recordaré tus labios.
-¿Pero por qué? Ni siquiera nos hemos besado.-fruncí mi ceño confundida.
-Precisamente por ello.-salió del salón y así sin más me fui a mis clases con mi mente en otro mundo recordando lo último que me dijo.
***
Había estado pensando en mi encuentro tan raro con Henry Kane durante toda la clase de economía. Tenía que prestar atención y no en pensar en un hombre tan guapo como él. No podía comportarme así. Pero es que ese encuentro fue lo más emocionante que me había pasado durante mucho tiempo. Él era un billonario, yo una chica común y corriente. Eso podía darse como la mejor coincidencia de mi vida. Sentía como si todo hubiera sido un sueño.
Pero cuando ya terminó mi clase, me encontré con una pesadilla.
-Hola, nerd.-Jason Kens. Afuera de mi clase. Llamándome nerd. En resumen eso era una verdadera pesadilla.
-¿Perdona?
-Gracias por lo de antes.
-Sí, de nada, Jason. Pero te pido que no lo vuelvas a hacer eso, por favor. Podrías haber hecho que me expulsaran. No podría permitirme eso solamente porque no estudiaste para el examen.
-Por Dios, no seas tan cobarde.-volteó sus ojos color miel.-Aprende a relajarte un poco.
-No todo el mundo sale a fiestas. ¿Lo sabías?
-Las fiestas son divertidas. Deberías ir a una... pero al parecer nadie te invita a ningún lado.
-No es asunto tuyo, Kens.-puse mis ojos en blanco mientras hacía como si buscaba algo en mi bolso.
-¿Acabas de ponerme los ojos en blanco?
-¿Por qué te comportas como un pelirrojo exasperante?-dejé de hacer lo que hacía y lo miré ya cansada de su tonto comportamiento.
-¿Yo? ¿Cómo un pelirrojo exasperante? ¿Estás bromeando? Soy pelirrojo pero soy un tipo muy amable. Y pues si no te das cuenta de ello, ese es tu puto problema. Tengo muchos amigos que estarían de acuerdo conmigo. ¿Qué hay de ti? ¿Dónde están tus amigos? Oh, es cierto... no tienes.- ¡pero claro que sí tengo!- No le caes bien a nadie, Gates.
-¿Y tú cuánto dinero has gastado para tener esos “amigos” tuyos?-estaba enojándome y demasiado.
-¿Me estás diciendo que yo soborno a la gente para que pasen el tiempo conmigo?-me preguntó ofendido.
-Pues claro, ¿quién se molestaría en salir con alguien como tú?
-Yo solo destaco lo obvio. Acéptalo de una maldita vez. ¡Eres invisible, nerd! Te apuesto a que tu único seguidor en tus redes es tu mami.-y esa fue la gota que derramó el vaso.
-Mi madre está muerta, Jason.
-Oh... y-yo... sabes muy bien a lo que me refiero. A lo mejor es que no eres una buena persona y por eso eres tan invisible.-luego de decirme todo eso se dio la vuelta y se alejó de mí mientras hacía sus manos puños varias veces.
Miré todo el pasillo para ver si nadie vio nuestra discusión... pero Gina me estaba viendo y apartó su mirada inmediatamente cuando se dio cuenta que la veía, estaba junto a Briane y Camille, y ella les dijo algo en silencio llamando así su atención y de pronto tenía a Briane Kens frente a mí.
-¡Hola!-Me mostró su sonrisa blanca y perfecta.
-Um... ¿Hola?
-¿Cuál es tu nombre?
-Lucia...Gates.-dije sin mucha convicción de hablar con alguien con el apellido Kens.
-Yo soy Briane, Briane Kens-oh, claro que no lo sabía, querida.
-Pues hola, Briane.-quise sonreírle pero lo único que se formó fue una rara mueca. Que Jason hubiera mencionado a mi madre no me ponía de buen humor.
-Vi lo que pasó hace poco, y pues me quiero disculpar por el comportamiento de mi hermano Jason.-me miró con una sonrisa apenada.
-No te preocupes, no es tu culpa y lo mejor es que ni me lo recuerdes.
-Lo siento mucho, no quise hacerlo. Espero que no vayas a tomar en serio sus estúpidas palabras.-claro, tenía que ser que todos los Kens dicen malas palabras.
-No me ofenden, no pasa nada.
-¿Entonces eso significa que puedes venir a mi fiesta esta noche?-me preguntó dejándome sorprendida.