-¿De qué estás hablando, Briane?-le pregunté sin entender mucho de que me hablaba. ¿Novia de un billonario? ¿Yo?
-¿Conoces a mi jefe? ¿Henry Kane?
Y dijo el nombre del que precisamente era el tipo con el que me había chocado aquella mañana. Cómo olvidarlo.
-Um... sí.-le dije con indiferencia. No quería que supiera lo que había pasado en la mañana de ese día si no era importante.
-Pues él necesita a alguien que finja ser su novia durante tres semanas. No te preocupes, que durante ese tiempo tendrás tu paga semanal por tus servicios.
¿Me pagarían solamente por salir con él?
De repente me entraron ganas de saber un poco más sobre ello. Necesitaba dinero para pagar mis deudas y ayudar a mi papá con las suyas.
-Eso parece demasiado bueno para que sea cierto. ¿En qué consistiría exactamente mi trabajo?
-No te van a pagar por acostarte con Henry, eso tenlo por seguro. Te van a pagar por sonreír o tomar su mano frente a las cámaras o cuando la gente los vea. Y sumarle que vas a disfrutar de las ventajas de ser su novia.-me sonrió como esas personas que te persuaden para comprar algo en cualquier lugar.
-Espera un momento... no entiendo nada de lo que está pasando. ¿Para qué Henry Kane le pagaría a alguien para ser su novia falsa? Y además, ¿por qué? Estoy cien por ciento segura de que encontraría una que sea de verdad en un abrir y cerrar de ojos.
-Es que él no quiere una novia de verdad-volteó sus ojos como si fuera algo demasiado obvio.- Solo quiere una relación predefinida y perfectamente regulada. Hacer una transacción comercial con una chica desconocida.
-En realidad...
-¿Qué?-me miró expectante esperando que no fuera algo malo.
-Pues... técnicamente él y yo no somos unos desconocidos por completo. Ya lo conocí en persona.
-¿Cómo que ya lo conociste? ¿En qué lugar?
-Esta mañana visitó nuestra facultad y pues no topamos por casualidad.
-Mmm...-se quedó callada pensando pero de pronto una sonrisa surcó en su rostro.- ¡Eso es perfecto! Podemos salir con esta historia, tengo que pensarlo todo bien hasta mañana. Todo tiene que ser hecho con perfección. Porque...
-Solo te recuerdo que ni siquiera he aceptado nada.-la interrumpí.
-No deberías arriesgarte a rechazarlo. Esta es la oportunidad de tu vida, Lucy.
-Exacto... es una oferta demasiado tentadora, Briane. Pero hay algunas cosas que tengo que considerar. Hacerme pasar por la novia de Henry podría afectar mucho mi vida personal.
-Pues obvio. Solo vas a tener popularidad.-Se encogió de hombros.
-No lo sé... En serio estoy interesada en ello, pero sería mejor consultarlo a mi almohada. Solo por si acaso.
-Entonces me avisas cómo te sientes mañana.
-Está bien, nos vemos mañana.- empecé a caminar hacia la salida y escuché un grito de parte de la pelirroja.
-¡Espero tu llamada! ¡Y pronto!
***
Pero qué noche...
Solté un suspiro pesado mientras dejaba mi bolso en mi mesa de noche y me tiraba en mi cama con el vestido aún puesto y justo cuando estaba a punto de dormirme escuché mi teléfono sonar por segunda vez esta noche.
¿Quién me llama a estas horas? Espero que no sea Lucas porque estoy muy cansada como para contestarle.
Revisé el número y no. No era Lucas. Contesté solo para verificar quién era. Mi corazón dejó de latir por un microsegundo cuando la persona al otro lado de la línea me lo contó todo. Me levanté de un solo golpe de mi cama y tomé todas mis cosas y corrí hasta llegar a la estación de autobuses más cercana de mi casa.
Mi padre trabajaba en la estación de policía. Después de que mi madre, Josephine, muriera debido a su enfermedad, él tuvo que criarme solo desde que tenía trece años. Cuando me mudé a mi pequeña casa cerca del campus, él siempre me apoyó. Al principio no fuimos muy unidos con el otro, siempre me pasaba el tiempo con mamá, pero todo cambió desde que murió mi mamá. No nos veíamos muy a menudo pero siempre solíamos llamarnos o mandarnos mensajes. Yo sabía muy bien que su trabajo era muy peligroso... pero nunca esperé recibir esa llamada.
-Lu..-me dijo con voz un poco ronca mi padre cuando por fin llegué al hospital y entré en la habitación en la que estaba recuperándose.
-Santo padre celestial, estás bien.-dije acercándome a su cama.- ¿Cómo te sientes?
-Como basura.
-Papá...-pase mi mano por su cabello grisáceo.
-No te preocupes cariño, que me sienta así no significa que no vaya a hacer lo que quiera. Se le dice “bote de basura” no “rebote de basura”.
-Por favor, papá. Te dispararon, deja de andar diciendo esas cosas.
-Se le llaman “chistes de papá” no “papá, no chistes”. Ríete un poco. Todo el tiempo estas con tu ceño fruncido.-frunció su ceño haciendo labios de pato.
-Estás bromeando, eso significa que por lo menos estás bien.-sonreí un poco. No podía dejar de sentir esa gran sensación de preocupación en mi pecho. Casi muere.
-Me curaron, eso sí pasó. Ya deja de preocuparte tanto, cariño. Solo es una herida superficial.
-Pero de todos modos es escalofriante solo saber que alguien te hubiera apuntado. ¿Me vas a contar qué pasó?-inquirí esperando su pronta respuesta.
-Fui a la sucursal de la Corporación Kane. No fue la gran cosa, pero si vi al joven Kane. Hablaba con un tipo en el auto que se veía muy sospechoso. Recuerdo que hablaban del padre del joven Kane. Y luego recibí una llamada sobre un gran alboroto en el centro de la ciudad. Me fui en el auto a ver qué era lo que pasaba. En pleno camino me di cuenta de que me estaban persiguiendo desde la distancia. Nunca me di cuenta de quién era. Me dispararon antes de que pudiera ver bien a quienes estaban ahí. Gracias a Dios, la bala solo rozó mi hombro.-que mencionara algo relacionado con Henry Kane hizo que me recorriera un escalofrío por todo mi cuerpo.
-¿Tu compañero no pudo ver al tirador? ¿O capturarlo? Yo que sé.