Nota: Me había desaparecido por siglos que hasta encontré telarañas por todos lados. Solo sepan que si no actualizo es porque estoy muy ocupada, o tengo un mini bloqueo del que no puedo salir y desde ahora les aviso que mi vida es un drama total así que no se me vayan a alterar :/
Ya son 30 capítulos de esta gran aventura y mas de 60k leídas<3 Los amo, y gracias por leerme aunque sea una tortuga con las actualizaciones.
ATT: Valerie de Presley💋
Dos días después…
Vi mi cara y cuerpo en el espejo frente a mi. Arreglé la manga de mi vestido negro y traté de respirar con normalidad al recordar la razon por la que me alistaba.
Tomé mi bolso y respiré profundo antes de abrir la puerta y avisarle a Henry que ya estaba lista para ir al funeral y entierro del cuerpo de mi padre.
Al verme simplemente me entendió y juntos caminamos hacia la salida para subirnos en su auto e ir en sumo silencio a la iglesia. Miraba por la ventana con mi barbilla apoyada en mi mano. La mano de Henry estaba en mi muslo apretándolo de vez en cuando dándome fuerzas.
Quería ser fuerte, por mi misma, pero a veces se me era difícil.
Al detenerse el auto mi corazón latió con rapidez desenfrenada. No estaba lista
-¿Quieres que vaya contigo?-lo miré esperando que no hubiera estado sorda y el haya dicho aquello para apoyarme.-¿Lucia?-me observó esperando mi respuesta. Entonces le di un beso en su mejilla por agradecimiento.
-Por favor.-le dije casi rogándole y ambos salimos del auto y nos encaminamos a la iglesia con su mano sosteniendo la mía con fuerza.
Al entrar y ver aquellas caras conocidas y otras no tanto apreté con mucha más fuerza la mano de Henry. La gente al verme se acercaron a darme sus palabras llenas de lástima. La mayoría eran compañeros de papá y otras eran familiares lejanos.
Briane y Kirsten habían llegado para poder estar conmigo apoyándome pero al ver que había llegado con Henry decidieron dejarnos solos.
De pronto sentí unos brazos abrazarme por detrás y un aroma fuerte e irreconocible. Solté la mano de Henry para encontrarme con la hermana de Lucas, Samara. Alguien a quien podría decir que durante la mayoría de mi niñez, adolescencia e incluso adultez, era como mi hermana mayor.
-Lo siento mucho, pequeña. Se lo que tu padre significaba para ti.-No la veía en mucho tiempo y la nostalgia me atacó como un tornado.
-Gracias, Sammy-le devolví el abrazo sintiendo su aroma familiar.
-Yo también a ti.-me siguió abrazando hasta que Lucas le dijo que se apartara un poco y me diera espacio. Samara lo miró molesta y mi mejor amigo solo la dejo de ver dirigiendo sus ojos a algo que no fuese su hermana mayor.-Nos vemos luego, pequeña-dejó un beso en mi frente antes de darle una mirada fría a su hermano que me dejó confundida.
-Se lo he dicho…-dijo Lucas al ver mi cara.-Solo quiero que las cosas no se hagan incómodas entre ambos. Le fallé por decisiones precipitadas, pero…
-Fuiste valiente al hacerlo, Lucas.-él negó con su cabeza ante mi afirmación.
-Tú me mostraste cómo serlo.
-No se si eso sea verdad, pero tal vez tú si me mostraras cómo serlo.-apoyé mi cabeza en su hombro cerrando levemente mis ojos.
***
Caminé al lado de Henry hasta llegar a donde está aquel ataúd. Ni siquiera me habían mostrado su cuerpo para poder verificar su muerte. Todo había sido así como así. No podía creerlo, era como estar en aquella pesadilla que había empezado desde que mamá murió.
Acaricié el ataúd como si quisiese abrazar a mi padre por última vez y los recuerdos de mi papá y mamá conmigo siendo aquella pequeña y hermosa familia me hizo romperme a llorar de nuevo.
-¿Por qué siempre tengo que perder a las personas que más amo?-pregunté en voz alta mientras apoyaba mi frente en la madera fría del ataúd de mi padre.
-No digas eso, luciérnaga. Yo estoy aquí.-sentí la mano de Henry apretar mi hombro y luego acariciar mi cabello.
-Pero no estás aquí porque quieres. Sabes sobre cómo es nuestra relación así como también yo.-me miró dolido pero no dijo nada más y preferí que así fuera.
***
-Fuiste muy fuerte ahí, Mini Adele.-El abrazo reconciliador de mi mejor amigo tranquilizó mis sollozos. El cuerpo de mi padre había sido enterrado y yo todavía no podía dedicarme a ver su lápida sin echarme a llorar.
-Gracias por venir-le dije contra su cuello y me separe para tomar su mano junto a la de su hermana.-Gracias a los dos por venir.-ambos sonrieron levemente.
-No fue nada, pequeña.-dijo Samara.-Tu familia ha sido muy importante para nosotros. Cuídate, ¿bien? Si necesitas algo, solo llama. Puede que no esté mucho en comunicación. Con ambos.-dijo viéndonos a los dos con una mueca en su boca.-Sepan que lo siento, lo siento también por ti, Luky. Los quiero a los dos, tu eres mi hermana del alma y tu eres mi vida, Lucas-recalcó haciendo que los ojos de Lucas se cerrarán y volvieran a abrirse solo para mostrar cómo empezaban a cristalizarse.-Y lo siento, pero para cualquier cosa, estoy aquí.-los dos asentimos y nos dimos un último abrazo antes de que ambos se fueran juntos.
Me quedé parada y sola viendo la gente irse en sus autos dejando que el aire frío enfriara mi cuerpo. Sentí de pronto la calidez inundar mi cuerpo cuando unos brazos me envolvieron desde atrás. Henry besó mi sien para después ver a donde yo veía. Se separó un poco para tomar mi mano y yo dirigí mis ojos a nuestra pequeña unión para después verlo a los ojos.
-Todo estará bien, luciérnaga. Ahora vamos a casa.-asentí y lo seguí con mi cuerpo al lado del suyo dejando sentirme cómoda con la afectividad que Henry emitía hacia mi.
***
Una semana después…
El dolor no iba a desaparecer así como así. Los recuerdos, cada minúsculo recuerdo hacia mi pecho arder por dentro.