Mi día iba como cualquiera, solo que no podía encontrar alguna cara familiar que me hiciera olvidar mi "rompimiento" con Henry. El de nuestra relación ante el público estaba por mostrarse en pocas horas y no tenía ni idea qué hacer para distraerme.
Vi a Jason coqueteandole a una chica mientras se reía y bromeaba el uno con el otro. Estaba tan concentrado en ella que ni siquiera me notó sonriendo ante la escena.
Quería hablar con él, pedirle disculpas por todo y arreglar las cosas entre ambos pero al verlo con aquel brillo en sus ojos preferí darme la vuelta y esperar mi siguiente clase.
***
Después de clases…
Había pasado la mayoría del día sola, sin contar la compañía de mis compañeros de clase con los cuales debía de trabajar en uno que otro proyecto. Ya de ahí el Internet era mi única compañía ese día.
Entré a las historias de un programa de chismes el cual decía el mayúsculas: "¡¡HABLEMOS DEL CHISME MÁS PICANTE DEL DÍA!!"
En la siguiente historia se escuchaba la voz de una mujer con un par de imágenes reproduciéndose.
-Andrew Scotts, el fundador de Software OSK, fue encontrado por los paparazzis junto a la supermodelo Valeria Fitzgerald. Al salir de una de las cafeterías más recurridas de Los Ángeles, se pudo ver perfectamente como sostenían sus manos y se sonreían el uno al otro.
Vi la siguiente historia donde decía: ¿Es amor en el aire o una simple e inocente amistad?
Y ahí en grande aprecia más la foto del pelinegro sosteniendo la mano de una mujer alta de pelo castaño casi rubio y una apariencia casimente perfecta.
Al parecer hasta el mismo Andrew me cambió. Había tenido varios pretendientes antes y durante mi relación con Henry. Solo me quedaba Lucas, pero no lo iba a usar de aquella manera. Él no lo merecía. Ni nadie más.
La verdad, prefería volver a ser invisible para los demás.
***
Me encontré con Briane en la Corporación Kane. Su sonrisa perfecta terminó iluminando mi día. La pelirroja parecía tan feliz de verme.
-¡Lucy!-dijo con emoción al abrazarme.-No hemos hablado mucho en persona y apenas escribes en el grupo con Kirsten. ¿Estás bien?-susurró en mi oído y yo negué con mi cabeza solo para que ella se separará de nuestro abrazo.-¡Felicidades por tu compromiso!-volvió a abrazarme.-¿Quieres hablarlo en un lugar más privado?-negué de nuevo y seguí su juego.
-Gracias, Briane-sonreí sabiendo que en algún momento u otro iba a terminar contándole todo.
-¿Y cómo te sientes por ser muy pronto Lucia Kane?
-Realmente emocionada. Ser la esposa de Henry es como un sueño cumplido.-Lastimosamente, el mío no iba a serlo.
-Bueno, ahora creo que ya es momento de que vayamos a mi oficina-dijo al ver las pocas personas que se fijaban en nosotras. Con emoción me mostró cada minúsculo rincón de su pequeña oficina lujosa.
Al terminar se sentó en su silla y me hizo sentarme en la que estaba al otro lado de su escritorio. Me pasó unos papeles.
-No estás bien. Se te nota en la mirada. Aunque no lo creas… creo que te conozco, Lucia Gates. No como lo espero, pero lo empiezo a hacer. Y sé que no quieres hablarlo ahora, pero quiero sepas que escucharé lo que quieras decirme aunque pienses que sea estúpido o lo que sea, yo te escucharé con atención y te daré mi apoyo.-alcanzó mi mano y la apretó suavemente dándome la confianza que necesitaba.- Somos amigas, ¿si?
-Si-dije asegurando lo que venía pensando hace tiempo. Briane a pesar de los negocios en los que nos veíamos trabajando juntas, había llegado a ser importante para mí hasta llegar el momento en llamarla mi amiga.
-No sabes cuánto me alegra esto. Pero… tenemos que seguir con los negocios.-se posó en su postura profesional y me tensé ante sus palabras.-Échale un vistazo a los papeles.-juntó sus manos posando su barbilla en ellas mientras yo leía el contenido del papelero que me había dado.
Todo se resumía en papeles con nuestros contratos escritos y firmados, los planes y hasta mapas de los lugares donde se ejecutarían los planes.
-Sé que los abogados ya se habían contactado contigo para explicar todo sobre el acuerdo. Solo para reiterar y clarificar todo para ti, el trato acaba hoy.-hice una mueca que pasó desapercibida por Briane, o eso creí.-Henry te encontrará siéndole infiel con Andrew Scotts en este restaurante.-Me mostró el restaurante casimente visitado en la ciudad.
Luego del escándalo tal vez eso cambie por el bien de los dueños.
-Kane entrará por la puerta y hará una escena. Hoy podrás decir lo que sea de Andrew Scotts sin verte responsable por difamación. Después de una breve pelea con Henry, saldrás y te tendrás que ver enojada y triste al hacerlo-no se me hará tan difícil al parecer, querida Briane.-Ya le expliqué todo a Andrew, y gracias a Dios entendió bien el paso a paso. Y tú, ¿tienes alguna pregunta?
-¿Cuando pararé de fingir? Dime, porque ya no puedo.-dije de la nada haciendo aparecer una mirada llena de tristeza en la cara de la pelirroja.
-Lucia…
-Estoy cansada. Más emocionalmente que físicamente. Quiero… simplemente quiero dejar de sentir. No se, ni siquiera sé si lo que estoy haciendo es lo correcto.
-¿Por qué lo dices?
-Por que yo lo amo, Briane. Amo a Henry Kane.-dije haciéndola quedar de piedra frente a mí.-Y no quiero dejarlo ir. Quiero una vida junto a él. Tal vez suene ridículo viniendo de mi y creas que es un tipo de broma pero me cansé de fingir que no he sentido nada por él en este tiempo y que no ha sido la persona que me ha hecho sobrepensar sobre por fin ser yo misma. Pero tampoco puedo… no puedo estar con él. Él la ama. ¿Y que puedo hacer yo? No pelearé por un amor que probablemente no sea correspondido. ¿Pero y si lo es? No entiendo porque me detengo a luchar por él.
-Lucia, todo esto que me dices…-negó varias veces con su cabeza hasta soltar una pequeña sonrisa.-¿Sabes? Hasta lo veía venir, pero al pasar del tiempo veía como te negabas a él y quité todas las probabilidades de que el trato no fuera un simple trato. Aún así… ah, ni se que decirte. Sufro por amor desde ni siquiera se cuantos años, pero aquí me ves, más yo que cualquiera que aparente ser. Porque así debe ser. No tienes que ser tu misma por alguien más, hasta las mismas palabras lo dicen, Lucia. Debes de ser tú misma, por ti misma. ¡Qué más da lo de fingir! Todos en algún momento lo hemos hecho, pero cuando llega el momento de darle un alto te das cuenta. Y tú ya lo has hecho. Debes dejar de reprimir tus emociones. Eso no te llevará a nada.