Capítulo 41: Descubrimientos

Todo comenzaba a cobrar sentido en mi cabeza de una manera extraña. La carta aún finalizaba y yo tenía miedo de que más encontrarme.

Que estés leyendo esto significa que mi compañero más fiel supo que ya estás en tu casa. Pero más importante, que estés leyendo esto significa que puedes acabar con este asesinato. Los papeles que te entrego también encontrarás los detalles del plan de Andrew Scotts.

Cariño, lo que sea que vayas a hacer, solo prométeme que estarás a salvo, no perdonaría el hecho de no poder defenderte si llegas a estar en peligro. Lamento no poder estar contigo ahora, Lu. Aún así cuidaré de cada uno de tus pasos.

Te ama por siempre, 

Papá :)

Pequeñas lágrimas mías mojaron la firma de papá. Hice a un lado la carta y empecé a husmear en el paquete leyendo cada página la cual entre más veía más me quedaba de piedra.

Busqué mi teléfono entre todos los papeles regados sobre mi cama y al buscar su número me quedé viéndolo antes de marcar. Me había dicho que tendría cero contacto con él. Por mi propio bien. 

Sabía que si volvía a verlo o escucharlo o simplemente saber sobre él, mi corazón dolería aún más. 

Pero tenía que decirle. Henry necesitaba saber sobre esto.

Sin dudarlo más, marqué su número y de inmediato me llegó la sorpresa con que ese número ya no existía.

Santo padre celestial, ¿y ahora qué?

Encontrar una solución con tu cabeza nublada de posibles escenas catastróficas no ayudaba. No quería meter a nadie más en esto, pero Briane era mi única opción en el momento.

***

Manejé hasta llegar a la casa de Briane quien me abrió la puerta con una sonrisa reluciente que al ver mi cara desapareció.

-Lucy, ¿qué pasa?

-Necesito tu ayuda, Briane.-dije aún repensando en sí hacer que también supiera sobre el verdadero Andrew.-Es importante.

-Si, si, si. Está bien, ven conmigo-apresurada, me llevó hasta su habitación y la cerró asegurándose que nadie estuviera cerca.-Dime que pasa.-tragué saliva antes de hablar.

-Sé que puede sonar extraño, bueno no, pero necesito que me pongas en contacto con Henry lo más pronto posible.

-Lucia, no me digas que no lo has supe…

-¡No! No, Briane, no es por eso.-por un momento podría haber dicho que sí porque quería escuchar por lo menos la voz de Henry pero lo que estaba por pasar era mucho más importante que ponerme débil ante mis sentimientos por el hombre que amaba.

-Entonces dime. Aunque la verdad no creo poder ayudarte a comunicarte con él porque me he tomado un descanso del trabajo.-cuando fruncí mi ceño ella puso su dedo sobre mi boca-Antes de que preguntes, solo es algo temporal, quiero enfocarme en mis estudios. Ya te lo había mencionado hace poco a ti y a Kirs. Gracias a ti tengo un puesto permanente en la empresa después de graduarme, pero por el momento no estoy trabajando para Henry.

El tema de Henry lo dejábamos por fuera y por esa razón no tenía ni idea de lo que pasaba. Y otro plan tampoco podía maquinarse en mi cabeza por más que quisiera.

-¿No tienes su número? Podrías marcarle una vez a ver qué pasa.-le rogué con mis ojos y ella sacó el teléfono de su bolsillo y presionó la pantalla varias veces hasta ponerselo en el oído.

Pasaron treinta segundos en los que no había señal de nada hasta que Briane con una mueca volvió a meter su teléfono en el bolsillo.

-No contesta. Lo siento, Lucy.-Mis ánimos decayeron aún más.

-No te preocupes que ya veré qué hago. Nos vemos luego, Briane.-estaba despidiéndome cuando la pelirroja me tomó por la muñeca y me vió a los ojos manteniendo cuidado con sus palabras.

-Antes de irte… ¿Podrías decirme qué pasa? Puedes confiar en mí.

Briane me había ayudado tanto que no podía dudar de ella y fue por eso que le conté todo lo que supe hoy. Su cara había sido la misma que probablemente puse en cuanto me di cuenta de todo.

-No me lo puedo creer.-susurró al final con su mirada perdida en el suelo.-Andrew… él… ¡Tienes que decirle a Henry!-me miró sacudiendo mis hombros.

-Eso es lo que he intentado, pero no sé cómo hacerlo ahora.-hice una mueca y fue cuando pareciera que un foco se hubiera encendido sobre su cabeza.

-Espera. Los padres de Henry y él organizaron una fiesta para recaudación de fondos para el hospital de la ciudad. Tomé un pase de entrada antes de tomarme mi descanso. Ahora sé que tú lo necesitas más que yo.

Me dió el tiquete y yo salté directo a sus brazos abrazándola escuchándola reír por lo bajo.

-Ya, en serio gracias, Briane. Te juro que no sé cómo agradecerte esto. Como agradecerte todo en general-dije caminando junto a ella hacia la salida.

-Tú apresúrate a cambiarte que empezará pronto. Y ten cuidado con lo que podrías encontrarte.-La sonrisa que fingió antes de despedirse fue lo último que vi antes de que cerrara la puerta de su casa.

***

En el mismo momento que puse un pie en mi casa inmediatamente fui a buscar uno de los tantos vestidos que adquirí siendo novia de Henry.

 El vestido negro con brillos me dejaba casi sin respiración por lo ajustado que era. Me preocupaba más no llegar a tiempo que buscar algo más.

Me arreglé lo más rápido que pude sin importarme tanto como me mirara. Solo tomé mi bolso donde metí los papeles necesarios y conduje hasta donde era el evento.

Al llegar le di el tiquete de Briane al guardia que me dejó pasar para que buscará entre la multitud a los padres de Henry.

El señor y la señora Kane estaban teniendo una conversación con un par de personas más mientras Henry busca con su mirada a alguien entre todos hasta que se detiene en mí y de inmediato frunce su ceño.

Caminé lentamente mientras él lo hacía más rápido que yo hasta estar frente a mí viéndome entre confuso y molesto.

-Hola, Henry-tragué saliva fijándome en cómo se veía de traje.

-¿Qué demonios haces aquí, Lucia?-me habló tan seco que me dieron ganas de gritarle todo en la cara pero decidí mantenerme al margen viendo a la gente viéndonos de reojo.