Capítulo 43: Al Descubierto

La sonrisa llena de veneno de Andrew no dejaba de hacer que el frío recorriese mi espalda. No sabía qué hacer. Estaba enfrente del asesino de mi padre.

-No sé qué tendría que hablar contigo-dije recolectando un poco de valor.

-Sobre ti, querida. Y más en específico te tengo una pregunta.-hurgó algunas cosas en los  bolsillos de su saco y me mostró los papeles que había tirado antes de dejar ir a Henry sin que los viera.-¿De donde sacaste esto?

¿Como los consiguió él?, mejor dicho.

-No te incumbe.-escupí viendo el cambio en sus expresiones.

-¿No me incumbe?-dió pasos hacia mi haciendo que retrocediera hasta caer sentada en mi sillón. Andrew se agachó poniendo sus manos sobre mis rodillas haciendo que mi respiración se acelerará ante el miedo.-Tienes información de mi plan el cual arruinaste al alertar al estúpido viejo con tu ridículo escándalo.-susurró expresándose su odio en la cara.-Arruinaste todo, Lucia, pero aún así te perdono.-su cambio repentino me hizo confundirme tanto que no vi cuando estuvo apunto de besarme.

Una persona abriendo la puerta de mi casa me alivió pero me alertó igual. Andrew solo se vió más furioso ante la repentina interrupción.

-Andrew, ya la…-la voz que reconocía de una mujer me puso más alerta y confundida hasta que la vi.-¿Por qué carajos no la has matado?-exclamó Amy viendo la escena con disgusto.

No lo podía creer. 

¿Qué hacía ella en mi casa? 

-¿Estas cuestionando mis acciones, Miller?-Andrew se levantó dándose la vuelta tomándola de la quijada con fuerza haciéndola quejarse. Como cordero asustado negó con su cabeza y Andrew la soltó.-Bien, porque así es como me gustas. Sumisa ante mi poder.-estampó su boca con la de ella metiéndole la lengua dejándome a mi aturdida.

Se separaron y Amy se tomó el tiempo para verme a los ojos desde que entró. Todo el teatro de novia perfecta para Henry había caído ante mis ojos.

-Me da tanta risa tu cara, simple ilusa.-sonrió dejando que Andrew la tomara de la cintura con ella colgándose a él como garrapata.-Eres igual de estúpida que tu noviecito. Creyendote cada ridículo cuento que te dicen. 

-¿De qué hablas? ¿Qué es lo que estás haciendo exactamente?-pregunté queriéndole sacar información algo que obviamente se veía con ganas de hacer. Se apartó del cuerpo de Andrew caminando lentamente hacia mi. Levanté más mi cabeza mostrándole que no temía de ella pero sí de su acompañante.

-¿Es en serio? Esto es venganza.-alzó sus brazos queriéndome mostrarme nada.-Henry me arrebató todo. Yo lo amaba y él dejó de hacerlo como si nada.

-Eso no es cierto, él te sigue amando.-le confirmé confundida ante lo que decía. Todas las veces que Henry me hablaba de ella… simplemente no podían ser mentiras.

-¿Quieres engañarme con eso? Tan ingenua que apuesto a que también caíste en sus garras. No me extraña que él también lo haya hecho en las tuyas, perra.-No vi venir su palma hasta que sentí el impacto contra mi mejilla.-¿Cómo crees que se siente escucharlo que te llame por el nombre de otra? ¡Dímelo, a ver!

Abrí mi boca pero nada salió. Recordé la vez que me llamó por el nombre de ella el día que supe de sus pesadillas. No esperaba que hiciese lo mismo que hizo conmigo a la misma Amy. No lograba creerlo.

Dejé que mi aturdimiento dejara que Amy volviera a darme una cachetada en la misma mejilla haciendo que me ardiera más que antes.

-Crees que me voy a creer que me sigue amando cuando se que sigue pensando en una zorra que solo lo usaba por su dinero.-tomó mechas de mi cabello jalandomelo, haciendo arder esa área de mi cabeza, mientras ella me escupía cada cosa que decía en la cara.

-Hablas de Lucia o de ti.-dijo la voz burlona de Andrew detrás de ella.

-Tú cállate.-se volteó hacia Andrew, soltandome, y cuando lo vió venir vi el arrepentimiento por como se había expresado tan brusca con quién parecía ser el que estaba a cargo.

-¿Me estás callando?-la tomó del cuello haciendo que la cara de Amy se volviera roja y también su cuello ante la presión que Andrew ejercía en este.

-N-no, cariño.-tartamudeó con su dificultad para respirar y Andrew la soltó de inmediato tirándola al suelo. A pesar de mostrarle que estaba debajo de él, Amy lo miraba con odio.

-Más te vale porque te estoy dando tu tiempo y me estoy aburriendo.-hizo la cabeza de Amy hacia atrás tomándola de su cabello como ella lo hizo conmigo.-Tú muy bien sabes lo que puedo hacer si me aburro. Desquitate con tus estúpidas palabras pero a ella no la vuelves a tocar, ¿me oíste?-el golpe seco de la mano de Andrew sobre la mejilla de Amy me hizo cerrar mis ojos.

-No entiendo por qué demonios les importa tanto alguien como ella.-dijo entre dientes la castaña viéndome a los ojos mostrándome el odio que tenía por mi el cual no podía esconder.

-Cállate y solo sigue lo que yo te digo.

Suspiró con fuerza levantándose como si nada, sacudiendo su vestido de flores. Ese vestido que mostraba inocencia de la cual ella no poseía. Menos cuando no dejaba de explicar el porqué de todo para vengarse de quien decía amar alguna vez.

-Como te decía…-al levantarse volvió a ponerse delante de mi no tan cerca para que Andrew no hiciera nada solo por sus ganas que querer deshacerse de mi -Henry es un estúpido que solo le ha importado su trabajo. ¿Para qué más te iba a querer a ti? ¿De verdad crees que era para recuperarme? No, yo solo fui parte de su estúpido plan. Darle un maldito heredero. 

Un heredero… un bebé. Un bebé de Henry. Yo ya lo tenía. Pero Amy también. Mucho antes que yo. 

No sabía desde cuándo porque nunca me había dedicado a ver el leve bulto en su vientre.

¿Todo era plan de Henry cómo ella lo decía? ¿O me mentía para dejar de esperanzarme en algo que nunca existió? 

Me dolía. Me dolía tanto que solo quería una vida solitaria donde solo fuera mi bebé y yo. No con alguien que solo nos desearía para hacer lo que se le dé la gana para que todo vaya al camino correcto de esa persona.