-Me mentiste, Henry. Aún estando dentro de tu mentira, me mentiste también a mi.-no quería empezar un escándalo frente a sus padres pero al parecer ya lo había hecho.
Verlo tan tranquilo como si nada hubiese pasado me hacía enfurecer me aún más por no poder superar todo.
-Hijo, ¿qué está pasando?-intervino el señor Kane para mi buena y mala suerte.
-Es complicado, papá-le contestó sin apartar sus ojos de mi.
-Dime la verdad. Ahora mismo.-exigió más molestó que antes.
El señor Kane ya lo sabía todo. Le conté mi parte pero quería saber todo de parte de su propio hijo. Se sentía traicionado y lo entendía. Yo sabía en qué momento debía hablar y en qué no. Por eso los dejé a ellos dos.
-Padre…-Henry me miró nervioso. No le mostré emoción alguna y frunció su ceño.-Mi relación con Lucia fue algo planeado.-lo confirmó viéndome para darse cuenta de lo que había dicho arrepentido.
-¿Quieres verle la cara de estúpido a tu viejo justo ahora?
-Es la verdad.-enfrentó a su propio padre.-Me diste un ultimátum para encontrar a alguien y así lo hice. Esperaba que la aceptarán y así es como la historia trágica de amor con Lucia siendome infiel fue creada.
-Yo no te crié para que fueras un mentiroso, Henry Pierce Kane.-el señor Kane negó con su cabeza decepcionado.
-No tuve opción, ¿bien?
-Lucia Gates.-me llamó con su voz gruesa y seca. Sabía lo que pasaría pero aún así hice todo tan natural.
-¿Si, señor Kane?-aparecí a su lado con mi cuerpo temblando ante el miedo que me emitía el Kane mayor.
-Váyase, por favor. No quiero volver a saber nada de usted, ¿entendió?-bajó su mirada para verme con desprecio.
-Señor Kane, pero yo necesito hablar con Henry.-me quejé.
-Me importa un carajo lo que tenga que hablar con mi hijo. Ya le dije y no lo repetiré. No quiero que vuelva a acercarse a mi familia o verá las consecuencias.-en otras condiciones no hubiera dudado en sus palabras pero cada cosa que me pidió hacer y decir me hizo actuar como si fuese la verdadera víctima en su plan.
Yo me había equivocado. Tuve que ser el peón en el juego de Henry para saber información que pensaba que lo incumbía en todo a él. Me arrepentía y a la vez no.
-Eso no es cierto. Si no fuera por ella tú seguirías pensando que soy culpable.
Henry no mentía en eso.
Para el señor Kane todo fue difícil, más cuando le dije todo sospechó aún más si su hijo era o no culpable de su casi muerte.
-Eres culpable de fraude en contra de tu propio padre, Henry.-dijo antes de dirigirse a su esposa.-Caroline, dile al niño que por hoy es nuestro chófer y que estos dos vean como se van de aquí.-primero señaló a Lucas y luego a Henry quien estaba a mi lado. Me aparté un poco.-Así como pudieron planear un engaño todo este tiempo verán cómo se van.
-Yo no puedo dejar a Lucia sola, señor.-dijo Lucas controlando su voz nerviosa. Él también sabía que todo era parte de lo que el señor Kane y yo acordamos pero aún así sabía que en mi estado y más por el peligro a mi alrededor, no quería dejarme sola.
-Cállate y llévame a mi casa.-el señor Kane se dió la vuelta caminando y Lucas solo me vió encogiendo sus hombros sin saber qué hacer. Le hice una seña que lo siguiera y que todo iba a estar bien. O eso creía.
-Lo siento por tu padre, cariño.-Caroline Kane se acercó a Henry abrazándolo y dándole un beso en su mejilla.-Pero hablaremos en casa cuando esté más tranquilo.-sin decir más se fue resonando sus tacones en el frío suelo de la comisaría.
-Vamonos.-dije yo sujetando mi pequeño bolso para comenzar mi camino hacia la calle.
La Corporación Kane quedaba a unas cuantas calles y si Henry era tan mimado pues que se buscará un Uber.
-Lucia…-lo escuché detrás de mí. Abruptamente me di la vuelta encarandolo.
-Necesito hablar contigo, Henry, y después de lo de tu padre yo necesito decirte muchas cosas. Necesito hacerlo porque también debo aclararme muchas cosas y…-cuando puso sus manos en mis hombros di un pequeño brinco que lo sorprendió a él también.
-Lucia, podemos hablar en mi oficina en la Corporación si así lo deseas.-quité sus manos de mis hombros para darme la vuelta y seguir con mi camino.
-Ahí es a donde vamos.
-¿Caminando?-se quejó haciendo que rodará mis ojos.
-Si, caminando.
-Podríamos conseguir un Uber. Déjame que llame.
-Vamos caminando, Henry Kane.-interrumpí su intento de no esforzarse por caminar un poco por las calles de Los Ángeles que tanto conocía.
No replicó más algo que me hizo suspirar por dentro sintiendo más calma.
Sabía que iba detrás de mí pero aún así no dejaba de sentir como si estuviese a mi lado.
***
Llegando a la Corporación Kane Henry fue directo donde su secretaria le daba algo de información. La interrumpió para acercarse de nuevo a mi. Lo esperaba para que subieramos juntos y no tener que esperarlo tan sola en aquella gran oficina.
-Lucia, se que no es el momento pero necesito hacer un papeleo importante. Quieres hablar conmigo, lo sé, pero necesito hacer esto. Solo quiero saber si podemos estar bien. Ahora que…-abrí mi boca cerrando mis ojos para volver a abrirlos y negar con mi cabeza haciendo que se callara.
-¿Ahora que, Henry? ¿Que ella está muerta?-él ya lo sabía. Había visto los vídeos pero yo no supe su reacción.
¿Qué habrá pensado al ver a quien decía que era la mujer para él morir antes de haberlo engañado?
-Eso no es lo que quería decir.
-Claro. Te espero en tu oficina.-no lo dijo él ya que no aguantaba más seguir viendo su cara. Mi debilidad era algo que no podía controlar los últimos días por todo lo que había pasado últimamente.
Al entrar en la oficina de Henry vi que ya alguien estaba ocupando su silla.
-¿Qué haces aquí?
Se dió vuelta en la silla y con su sonrisa lobuna se levantó inspeccionandome.-Te lo dije, cariño. Iba a estar vigilándote y aún así decidiste irte en mi contra. Las conexiones dentro de la policía ayudan mucho, ¿sabes? Hubieras avisado que ibas a grabar todo y le hubiera mostrado un verdadero espectáculo a los amigos de tu papi. No pensé que ibas a subestimar mi poder. Tengo más del que podrías imaginarte.