—¡Hola Estela!¿Aún no ha llegado Wendy?
—¡Si señor Belmont, pero fue a dar un recorrido por ahí, creo que buscaba su próxima oficina!
—¡Gracias Estela por tenerla aquí contigo en estos días!
—De nada, fue un gusto tener a la chica como acompañante.
SiLuego el señor Belmont fue el busca de Wendy, ya no podía seguir así con ella, dejándola de lado por que Gustaf se empeño a no trabajar con ella, pero hoy si parecía que estaba resignado a obedecerle antes de marcharse de la empresa.
Supuso que Wendy estaba tan emocionada por su nueva oficina que se adelantó a ir a conocerla.
Era un buen lugar para poder explicarle un pequeño cambio de planes pero siempre con el mismo objetivo.
Abrió la puerta sin tocar, y al observar a Wendy cerca del viejo escritorio, entró y comenzó a hablarle.
—¡Wendy cambio de planes! Me ayudarás a que Gustaf decida de una vez por todas el hacerse cargo de la empresa luego seguiremos con lo otro.
—¡Señor Belmont no me encuentro sola!
—¿A qué te refieres?
—¡Que estoy aquí, acompañándola!–respondió Patrick saliendo de una pequeña puerta–Me atreví a mostrarle su oficina, espero no te enfades, tío.
—¡Así que ya conociste a Wendy, nuestra nueva adquisición!
—Es una buena chica, no le hagas mala, tío.
—Wendy quiero hablar contigo en otro lado–dijo el señor Belmont ignorando a su sobrino–¡Ya te la regresaré Patrick, no te vayas!
Salieron y alejándose un poco, el señor Belmont echó un vistazo para asegurarse que Patrick no los siguiera.
—¡Ocupará el puesto de mi hijo, y necesito que él se sienta desplazado e innecesario aquí para despertarlo y hacerlo volver en sí!
—¿Y el plan inicial?
—¡Quedará pospuesto!
—¡No sé si podré ayudarle con esto!
—¡Ayúdame, solo en tí tengo confianza!
—Apenas nos conocemos.
—¡Hay algo en tí, que nos llena de seguridad y mi esposa lo sabe por eso te trajo!
—Acabo de escuchar que él le llamo tío.
—Él quiere mucho a Gustaf y nunca lo obligaría a estar donde no quiere, así que no me sirve.
—¿Cree que funcionará lo que piensa hacer?
—¡Así debe ser no hay opción!
—¡Me esforzaré pero no prometo nada!
—¡Gracias Wendy! Solo un consejo: Patrick no debe saber nada de esto, puede que quiera entrometerse y hacerte cambiar de opinión.
—¡No le diré nada!
—¡No lo alejes, para no levantar ninguna sospecha sobre ti, manténlo cerca; así podrás controlarlo!
—¿Es peligroso?
—¡No, no lo es! Pero quiere a Gustaf tanto que sus acciones pueden dañarlo aunque él, no lo vea así!
—¡Muy bien, señor!
—Recuerda: Patrick no debe permanecer lejos eso afectaría nuestros planes.
Wendy estaba a punto de preguntarle por qué razón le decía esas palabras cuando el señor Belmont se marchó rápidamente al observar que Patrick estaba saliendo de la oficina.
—Wendy,¿Por qué se fue sin saludarme?– apuntó con su dedo a la espalda del señor Belmont –Ya llevó varios días sin hablarnos.
—Tiene muchas cosas en la cabeza en este momento ni siquiera yo he logrado conversar con él por lo menos unos 10 minutos.
—¿Qué clase de cosas?
—¡No lo sé!¿Puedes seguir mostrándome lo extraordinario que esa oficina tiene?
—Ya te está llamado la atención¿No es así?
_¡No quiero llevarme sorpresas cuando esté sola ahí!
—¡Muy bien, acompáñame, te sorprenderás con la estatua!
—¿Estatua?
—¡No te preocupes, solo estoy bromeando!
—Si continúas bromeando con cosas así, solo conseguirás que haga una renovación total, que todo lo que se encuentre ahí vaya directo a la basura.
—¡Tú debes estar bromeando! Todo ahí tiene un valor monetario y sentimental.
—¿Sentimental?¡Explícame!
—¡Si te deshaces de todo lo que hay allí, Gustaf se enojará!
—¿Debe importarme que él se enoje?
—Trabajarás con él, no querrás empezar con el pie izquierdo.
—¿Tan mal chico es?
—¡Ya te lo había dicho es un buen chico pero él quería esa oficina!
—¡Lo conoces bien ya que son primos!
—¡No solo primos lo considero mi hermano!
—Cuéntame qué más debería saber de él.
—¿Ya te interesó?
—Talvez.
—Después de contarte todo sobre él, te enamorarás.
—Nunca me he enamorado.
—¡No puedo creerte!
—¿ Cuántas veces te has enamorado?
Patrick quedó pensativo, realmente estaba enamorado de Suzanne o solo el hecho de que haya preferido a Gustaf antes que a él lo había enloquecido a tal grado de obsesionarse.
—¡Tal parece que tú tampoco te has enamorado!–comentó Wendy—lo cuál es genial.
—¿Genial?
—No te enamores y no te romperán el corazón.
—¡Si supieras!
—Dímelo y lo sabré.
Editado: 10.10.2022