Me desperté de golpe, pero literalmente, un golpe me despertó. Me paré de inmediato al sentir que fui golpeada en la nuca mientras estaba plácidamente dormida en mi cómodo suelo.
—¿Dónde rayos estabas ayer, niña?
Me reprochó Amber con un tono de persistencia.
—Ahhh…
Me quedé sin palabras ante su pregunta.
—Y no intentes mentir, me desperté a las tres de la mañana y no estabas aquí, así que, ¿¡dónde estabas?!
—Salí a caminar un momento.
—¿Sola?
—Nop.
—¿Con quién? Déjame adivinar, Ezra.
—¿Cómo supiste?
—Ahg, ese irresponsable te pudo haber puesto en peligro. ¿Cómo va a hacer eso?
Amber golpeó su propia frente con su mano con una frustración notoria.
—Oye, no fue su culpa totalmente, sabes.
—Ahg, mira niña, hazme un favor y no vuelvas a salir sin decirme.
—Ay por favor, no soy una “niña”, ya soy adulta.
—Una adulta inmadura que está acostumbrada a todo tipo de comodidades y privilegios. Tienes suerte de no tener que cazar tu comida, cuidarte a ti misma. Este es un mundo cruel, niña, aquí es o tú vives o ellos viven, no hay punto medio. Hazte un favor y valora tu inferior vida.
Gruñó Amber con molestia entre sus palabras. Al parecer esta discusión la llevó a un estrés ocasionando la pérdida de su paciencia. Salió de la carpa echando chispas, y eso fue literalmente, unas chispas color verde surgieron de ella.
Unos minutos después salí de la carpa y tan solo caminar unos metros me topé con Rubí.
—¿Qué le sucede a Amber? Está molesta, se le nota
Me cuestionó Rubí.
—Tuvimos una discusión.
—¿Ajá? Qué raro, Amber es la persona con más paciencia que conozco, ¿qué hiciste para hacerla perderla?
Comentó antes de irse sin decir mucho más.
Esto que dijo me dejó pensando, y era cierto. Amber era una persona con bastante paciencia, pero yo la había hecho enojar por el simple hecho de salir de la carpa por una noche, ¿qué era lo terrible que hice?
Decidí ir en busca de respuestas y también para dar una disculpa a Amber. Me adentré en el bosque, el sonido del canto de los pájaros pasó por mis oídos, los rayos del sol golpeando mi rostro guiando mi camino. No pasaron muchos minutos de caminar cuando me topé con la espalda de Amber. Se encontraba sentada frente a un lago, me dirigí allí y me senté a su lado, me quedé unos segundos sin decir nada y me armé de coraje para verla, pero tal fue mi sorpresa cuando me topé con una Amber con más escamas de lo normal en el rostro, unos caninos más amplios y la parte clara de sus ojos ahora era un verde brillante.
—¿Estás…?
—¿Bien? Sí, lo estoy
Respondió de manera cortante.
—Sin ofender a nadie, no parece, luces como un reptil.
Amber reaccionó abriendo más sus ojos por la sorpresa de mi comentario y se vio su reflejo en el lago.
—Maldición…
—¿Te encuentras bien?
—¿Por qué sigues aquí? ¿No te doy miedo o qué?
—No, ¿debería?
—Estás loca, soy básicamente un reptil y estás demasiado calmada, ¿no eras un Usagi?
—Pues sí, pero tú sigues siendo Amber, ¿no? Me salvaste la vida una vez, te debo bastante. Eres buena persona. Al menos voy a intentar devolvértelo.
—Qué rara eres.
—¿Qué te sucede?
—Ahg, bien. Soy una especie de dragón, pero… tengo defectos. No soy capaz de transformarme en dragón por sí sola, pero lo hago cuando siento una emoción muy fuerte, y eso pasó durante nuestra discusión. No tengo experiencia siendo dragón, entonces prefiero alejarme para calmarme y después ya volver para hablarlo.
—¿La razón por la qué estas aquí?
—Si.
Me respondió con una voz un tanto desanimada.
—Vaya, eso es impresionante.
—¿Impresionante no poder controlar tus poderes?
Me confronto.
—No, impresionante el hecho de que seas un dragón… Oye Amber, discúlpame por salir sin avisarte ayer.
—No… no te disculpes, no estabas haciendo nada malo.
Amber se dejó caer hacia atrás recostándose sobre su espalda.
—¿Entonces por qué estabas tan molesta?
Me uní a ella recostándome a su lado.
—Aris… esa chica te debe estar buscando para acabar contigo. Tienes algo especial, no sé qué es, pero lo que sea, el reino oscuro no lo encuentra conveniente.
—Aww, qué tierno. Estabas preocupada por mí
Exclamé con burla.
—Probablemente. Si esa chica te agarra, fuiste, hasta ahí llegaste.
—¿Por qué Aris quiere acabar conmigo?
Pregunté con curiosidad.
—Tal vez sea porque eres una Usagi. El reino oscuro es el encargado de exterminarlos.
—¿Por qué nos detestan tanto?
—Por ser inferiores, ellos dicen que los Usagis son una simple plaga, que no se debe esparcir por el mundo.
—Enséñame de este mundo.
—¿Quieres?
—Sí, ¿por qué no?
—Siéntate.
Ambas nos sentamos y nos recostamos al tronco de un árbol. Mientras nos acomodábamos, logré notar que los rasgos dragonéanos de Amber habían desaparecido, parece que ya no está tan molesta.
—Por dónde empezar, este mundo consta de siete países. Luna, sol y eclipse, después agua, fuego, tierra, luz y electricidad, después oscuridad, hielo y por último aquí, el lugar de los rechazados. En cada país hay criaturas y personas con los poderes de su región. Después están los guardianes, seres místicos inmensos encargados de cuidar sus países designados. Tengo un libro que lo explica mejor, te lo puedo prestar.
—¿El que siempre llevas?
—No, es otro. Este de aquí, el que siempre llevo es un libro de hechizos. Como mi magia de dragón no funciona uso esta, pero eso es otro tema. Ahora, ¿qué más te puedo contar? Ya sé, la disputa entre el reino oscuro y el reino SEL.
—¿SEL? —pregunté confundida ante este nombre.
—Sí, el reino del sol, luna y eclipse. Estos dos están peleados ya que el reino SEL es el gobernador de todo el mundo, pero el rey oscuro quiere el poder también, entonces están en pelea, pero no es un asunto de tanta importancia, ya que los de SEL lo tienen controlado.
Editado: 21.10.2024