Mis ojos transmitían tranquilidad y seguridad ante las personas que apenas voy conociendo. No le demuestro como soy en un solo día, por ello me conocen en dos meses, por mi forma de actuar en cada situación que no es común en cualquier tipo de individuo que no confía en nadie. Tienes sus razones por la cuál no lo hagan y tiene que divisar bastante en su pasado que en el presente, podemos ser tan buenos y sin embargo nos tratan de la peor manera inesperada. No obstante. Se ve a menudo incluso viceversa, no tenemos que contemplar su comportamiento, no somos nosotros, son ellos que no tienen control de su irá.
Sé que me quiera ayudar a tomar confianza pero no puedo hacerlo cuando no te conozco. Es personal. Paul es lo contrario a mi, tiene una aula pacífica y confiable en sí, que me hace obtener resultados sin tenerle que preguntar sobre él. Siempre se muestra alegre en sus acciones o hablando de ciertas palabras positivas, que hace sentirte cómoda estando con él.
Él me mira fijamente, esperando una repuesta que diera en el dardo blanco del sí.
—¿Quieres ayudarme con literatura? —pregunte con incredulidad.
—Sí —asintió.
Asentí sin comprender lo que trataba de hacer. No le veo nada de malo pero sigue pareciéndome extraña su actitud que conlleva conmigo.
—De acuerdo, estudiaremos juntos. —Luche por sonar muy normal y no confusa, me le adelante caminando y él se puso de pie para alcanzarme.
Mis pies seguía un ritmó parecido a él mientras caminábamos. El parque que me había recomendado Paul hace una semana, tiene una pinta de elegancia y creatividad, el césped está teniendo un crecimiento de plantas que algunas reconocía y otras no, la primera vez que lo emigré, por decirlo fue con él, que me invito a conocer Dallas. Como olvidar ese día, fue gracioso.
Sonrió de lado y me pregunta:
—¿Quieres empezar a estudiar? —pregunta buscando en su mochila el libro que utilizaríamos ahora mismo.
—Uhm todavía no —me rió—. Bromeó, empecemos por el resumen —me echó a reír mientras me desabrochaba los botones de arriba, siguiendo la corbata que está ajustada a mi cuello.
Me mira con los ojos bien abiertos, y evidentemente está asombrado de mi actitud fuera del instituto.
—No te voy a dar resúmenes —replicó.
—¿Por qué no?
Levantó mi mentón con su mano derecha y con su pulgar me acarició la mejilla, en mirar mi rostro interrogativo, se rió.
—Tienes que verle el lado bueno a leer —sonrió enfatizado.
Negué con la cabeza y miré hacia otra parte, tomando una flor del pasto verde para luego juguetear quitándole los pétalos que la hacía verse única y hermosa de su especie.
Es un girasol con colores trazados a la de las abejas, cubierta de dos tonalidades que yendo juntas hacen una mezcla de elegancia llamativa para una revista de moda.
—Puedes dejar de hacerle daño a la flor —dijo quitándomela de la manos.
Cruzó los brazos para obtener atención de él. Como una niña infantil que se molesta con su hermano por haberle rotó su juguete preferido.
Y que sin el no puedo conciliar el sueño.
—No le estaba haciendo nada —contraatacó.
Frunzo el ceño con los labios y rendida me reincorpore sentándome a escuchar la historia sobre matar un ruiseñor.
El escenario dónde ocurre los hechos es en el pueblo Mycomb, el niño de seis años narra la historia lo conocen como Scout Finch y Jem. Los dos hermanos son huérfanos de madre que viven con su padre Atticus. Durante la caminata pasaban por la casa del misterioso vecino Boo Radley, por un lado su hermano mayor y Jem están fascinados con el señor. Su progenitor tiene que enfrentarse a un caso complicado por las consecuencias futuras por defender a Tom Robinson, un hombre de piel oscura al haber sido acusado de violar a una joven blanca.
La convivencia que tenían anteriormente con los vecinos cambió desde que el padre de los niños aceptó el trabajó, sus dos hijos también sufren el acoso en las escuelas por aquél hecho inmoral. El sujetó consigue demostrar la inocencia de Tom Robinson en el juicio pero igualmente termina condenado, el señor Bob Ewell es el supuesto papá de la chica violada. Se tomó la actitud de forma personal, jurando vengarse por lo que considera humillante ante el pueblo, esto ocasiona un caos ya que decide atacar a sus descendientes aunque se salvaron por la aparición de Boo Randley de la nada Bob acaba muerto tras haber sido dañado con un cuchillo.
No está confirmado si fue Bob o por Jem durante su defensa por seguir vivo, las investigaciones terminan decidiendo que no sería justo juzgar a Boo Randley o a Jem y decir que Bob Ewell acabó con su vida clavándose un cuchillo.
—¿Qué te pareció el final? —Al fin habló con voz propia sin estar interpretando el drama la historia—. Te aburrió, ¿no?
—No eres tú, es el libro —me reí de mi misma y él me imitó negando con la cabeza.
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Editado: 15.02.2019