La Obsesión del Monstruo 2

Capítulo#31 T2

 

—¡No entiendes que el único que puede protegernos es Owen!, nadie más puede luchar con esa demonio.

—Podemos irnos del país... —insistió reacio.

—No sigas con esto, nunca lo haré, no sin mi familia (se refería a Owen, su hijo y su madre), además la demonio puede volar, irá a cualquier parte que vaya.

Alan se quedó de piedra, al comprender que Layla tenía razón.

—Prometo que los mantendré a salvo, deben quedarse en esta mansión hasta que capture a Meka, será mejor para todos —intervino Owen.

—Meka —Layla repitió el nombre con voz aguda. Le dejó un sabor amargo en su interior.

—Así se llama la demonio —aclaró Owen.

—Mi doppelgänger —le molestaba tener un doble y que además, para rematar, tuviera intimidad con Owen.

—Solo lo es cuando tiene apariencia humana —Owen pensó que con esas palabras aliviaría la tensión de su mujer, pero no fue así.

—¿Ella te importa? —interrogó afligida. Layla estaba sintiendo un profundo dolor en el pecho. El pecado de su hombre había traído hasta ella a esa demonio, no era su intención culpar a Owen, pero tampoco podía evitar lo que estaba sintiendo.

—¡No puedo creer que pienses eso! —Owen se sintió ofendido, no podía creer que Layla dudara de su sinceridad y del amor que le tenía. Podrían haber miles que se vieran idénticas a ella, pero para él siempre sería única.

—¡Responde! —exigió dolida.

—¡Claro que no!, por lo que te hizo soy capaz de matarla con mis propias manos.

Layla sintió satisfacción al escuchar sus palabras, conocía a Owen lo suficiente cómo para saber que estaba diciendo la verdad. No le pasó desapercibido el odio de su hombre por esa chica demonio.

—¿Y mi bebé?, ¿cómo está?

A Owen le sorprendió el repentino giro de la conversación y el cambio total en la expresión de Layla.

—Está bien, lo dejé en su habitación.

—Quiero verlo.

Layla miró a Emma que seguía en el mismo lugar donde la dejaron, dormida.

—Te llevaré —dijo Owen.

—Yo también quiero ir —intervino Alan.

—¿De verdad? —preguntó Layla sorprendida.

—Es tu hijo, quiero conocerlo.

—Pero no es un bebé normal... —le advirtió la chica.

—Lo imagino, pero aún así quiero ir —insistió decidido.

Owen se transformó a medias y tomó a los dos, uno en cada brazo. Alan sintió que él corazón se le iba a salir del pecho, a medida que ganaban altura.

—¡¿Qué haces...?! —se quejó asustado.

—Djiste que querías ver a nuestro hijo —respondió Owen.

—Sí, pero pensé que íbamos a ir con nuestros propios pies.

—Así es más rápido.

—Pero me da miedo —se le escapó lo que estaba sintiendo, debido a la situación anormal en la que se encontraba.

—No seas cobarde, Alan; yo le temía a las alturas y aquí estoy, no me he quejado —habló Layla que había permanecido en silencio.

—Tú estás poseída, no cuenta —se defendió avergonzado.

Layla se rió, no se molestó en rebatir sus palabras, conocía a su amigo y supuso que le estaba costando entender. Por experiencia propia sabía que no era fácil asimilar lo desconocido y sobrenatural, solo el tiempo aclararía su mente.

Llegaron a la habitación del niño. Owen solo descendió cuando llegó al frente de la gran puerta maciza, entonces los bajó. Layla y Owen entraron enseguida, sin embargo Alan se quedó paralizado en su lugar.

—Ven, acércate para que lo puedas ver —lo instó Owen.

Alan reaccionó y caminó despacio y temeroso. Las grandes alas de Owen lo intimidaban a pesar de que conservaba el resto del cuerpo, con su apariencia normal. La visualización de la enorme cuna lo dejó desconcertado y cuando vio al bebé, de proporciones tan grandes, se quedó impactado.

—¡Es gigante! —luego de su exclamación pensó que sus palabras resultaron ofensivas y de disculpó—lo siento, no quise decir eso...

—Tranquilo, es un nefilim —expresó Layla con orgullo de madre, lo amaba tal y como era.

El bebé jugaba con uno de los juguetes móviles que colgaba de la superficie de la cuna, ajeno a las personas que lo rodean.

—Es muy grande, pero tiene la forma de un niño normal —volvió a hablar Alan, mirando con atención al bebé.

—De día sí —le dijo Layla.

—¿Y de noche?

—Tiene mi forma —respondió Owen.

—¿Y cuál es tu forma? —le ganó la curiosidad, a pesar de que algo muy adentro le previno que no lo hiciera.

Owen se transformó en Nefilim por completo, frente a los ojos temerosos y sorprendidos de Alan.

—Entiendo, pero aunque eres grande, no es tanto como imaginé a un verdadero gigante —comentó Alan ocultando su impresión. No quería seguir quedando como un cobarde frente a Layla.

—¿Quieres ver mi verdadero tamaño?

—¿No es este? —Alan intentó ocultar el estremecimiento que asaltó su cuerpo repentinamente. Ya lo consideraba bastante grande, aunque no fue capaz de admitirlo.

Owen creció hasta su punto más alto y Alan retrocedió atemorizado. Con sus cuernos, garras y sus enormes alas lucía más dominante y aterrador. Sus facciones no humanas y su color de piel desconcertante lo descolocó aún más. El chico estaba a punto de desmayarse de terror y entonces Owen adoptó su forma humana en tamaño gigantesco, precenciar el cambio afectó aún más su estabilidad mental, el pobre chico estuvo a punto de perder el conocimiento. Le quedó más que claro lo que era un nefilim.

—¡Basta, Owen!; lo estás asustado —manifestó Layla.

—No fue mi intención, tu amigo es muy curioso. Solo le estaba mostrando quién soy en realidad.

—No seas malo con él. Te pasas... —le reprochó.

—Estoy siendo demasiado amable. Me ha tratado mal y yo sigo tranquilo. No seas imparcial conmigo —rebatió dolido.

Regresó a su forma humana normal, obedeciendo a su mujer. Owen recordó algo que había escuchado antes: «Los hombres primitivos cansaban mamut de 6m y en la actualidad le temen a una fiera de 1.50» (Aunque en realidad sabía que no habían existido tan grandes, pero el hombre tiende a exagerar. El mamut de Columbia o mamut colombino era el mayor de todos los gigantes de la Edad de Hielo. Con una altura de 4,27 metros, se habría erguido como una torre sobre el elefante moderno, y se alzaba más de un metro más alto que el mamut lanudo pero a pesar de haber sido muy grandes de verdad, no llegaban a los 6m de altura)




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