La oportunidad.

Identidad.

Mientras Camila revisaba el álbum fotográfico de la boda de sus padres y de su infancia, notó la existencia de una un documento que contenía información sobre una identidad. Para ser más objetivos, la existencia de una niña, el documento confirmaba que Juan tenía una hija fuera del matrimonio, Camila fe en busca de su madre para contarle lo sucedido, pero Samanta ya sabía esto.

-Mamá, he estado revisando el álbum de fotos y he encontrado un documento… Sé que no te gustará lo que contiene, pero creo que debes saberlo.

-Okey, ¿Qué encontraste?

-Es que… El documento que encontré dice que Juan tiene otra hija.

-Sabía eso desde hace un tiempo, estaba buscando el momento para decírtelo, tu padre tuvo una hija bastarda con una prostituta, su nombre es Cristal. Quiero que sepas que eso no le quita el mismo derecho que tienes tú, y que debes aprender a quererla.

-Pues no creo que sea posible eso, te ha mentido una vez más.

-Aún así Camila, es tu hermana y no puedes maltratarla.

-Para mí todo sigue igual y yo sigo siendo hija única, no me interesa quererla ni nada.

Camila solo tenía una foto con su padre, tomo también el documento y los pegó en su diario, junto a ello escribió lo siguiente.

  • Es la única foto que tengo contigo… Todavía me cuesta entender por qué conmigo fue diferente, nunca nos tomamos una foto en familia, en nuestra casa nunca hubo una cena o comida familiar, nunca hubo espíritu navideño, ni siquiera luces de colores; ni ninguna otra cosa que implicará la unión familiar, como me duele la manera en la que me tratas, dices quererme, pues tu forma de quererme es muy rara y me lastima. Yo trato de hacerme ver fuerte y sin sentimientos, pero la verdad es que vivo llorando cuando nadie me ve. Tú me haces más vulnerable de lo que soy, aún así, siempre trato de mantener mi apariencia y lucho contra mis lágrimas al pensar en todo el daño que nos has hecho a mí y a mi madre. Siento que haces hasta lo imposible para hacerme sentir mal, no sé si lo haces apropósito o inconscientemente, pero aún así lo haces, alimentas cada día más el sentimiento de maldad y odio en mí, cada que pienso en todas las veces que nos has traicionado me da una rabia enorme, he llegado a desear cosas que sé no están bien, la situación en la que estamos mi madre y yo es gracias a tu causa, y sin tan solo hubieras cambiado en unas de las tantas oportunidades que ella opto por darte, pero no lo hiciste.

Y siempre pienso en algo, y es que no tengo que pagar los platos rotos, el hecho de que tú y mi madre se hayan separado, no implica que debas también alejarte de mí, aún debes asumir tu responsabilidad conmigo como padre. De todos modos no voy a mentirte, si me hubiera gustado que las cosas hubieran sido diferentes. Aún así, me he acostumbrado a vivir sin ti.

Cada que intento expresarte como me siento, dices que las cosas que hablo no tienen sentido, no entiendo por qué me escribes para hacerme promesas que nunca vas a cumplir, ni tampoco prestar atención a lo que te digo. En estas últimas semanas me he dado cuenta de que solo te importas tú y que mientras tú estés bien, no te importa nadie más. Hoy me vengo a enterar que tienes una hija aparte de mi, tal vez a ella le das todo el cariño y la atención que me niegas a mí, ella debe ser el motivo de tu desprecio hacía mi, tu nunca fuiste buen padre para mí y me he acostumbrado a estar sin ti. No debo extrañarte ya que en realidad nunca estuviste conmigo.



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En el texto hay: tragedia, secretos, suspenso

Editado: 26.03.2019

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